Día Mundial del Sida | Algunas reflexiones en torno a la enfermedad

Me resuena la parte de responsabilidad compartida, porque creo en la cuota de responsabilidad que tenemos todos en cada situación que acontece. En el caso de esta enfermedad, aún la sociedad está envuelta de estigmas y mitos entorno a ella. Puede que se hayan realizado avances pero aún queda un largo camino que recorrer.

Primero, desarrollemos un poco el tema de la prevención, sólo existen tres formas de contagiarse: Vía sanguínea, transmisión vertical (de madre a hijo) y a través de relaciones sexuales. Una persona infectada tiene la responsabilidad de educarse, cuidarse y cuidar de quienes le rodean evitando compartir objetos como afeitadoras, jeringas o el contacto sexual sin protección, y si es una mujer embarazada, además debe seguir todas la indicaciones de su Médico Ginecobstetra para prevenir la infección del feto.

Ahora qué pasa con esa persona seropositiva, que asume su responsabilidad y al comunicar su estado recibe desprecio, rechazo, insultos y no recibe apoyo de al menos una persona… ¿Le quedan ganas de informar de su estado? No lo creo. ¿Podrá esa persona transcender su enfermedad para brindar educación y comentar su experiencia de forma que pueda ayudar a otras personas a prevenir o acudir al médico de forma oportuna? Difícilmente. ¿Por qué? Por el miedo, el miedo al juicio, el miedo que le produce la ignorancia de no saber que puede tener calidad de vida si cumple disciplinadamente su tratamiento.

En el año 2014, tuve la oportunidad de compartir con un grupo de apoyo de pacientes VIH+ en el hospital donde estudio y ha sido una de las experiencias más enriquecedoras de mi trayecto. Un par reflexiones de ese día:

🔺 El VIH no es una condena de muerte, en esa oportunidad conocí a un paciente de más de 40 años de edad, 19 años siendo seropositivo, lleno de vitalidad y con muchas ganas de brindar apoyo a quien lo necesitara.

🔺 La idea de que sólo quienes mantienen prácticas homosexuales son población de riesgo es falsa. Para el año 2014, según las estadísticas de mi región, la población con más casos eran las mujeres heterosexuales amas de casa.