Las grandes cosas siempre empiezan por algo pequeño.
La vida emerge siempre cuando menos lo imaginamos, pero siempre las pequeñas semillas se convertirán en algo pronto un gran árbol, que nos dará sus frutos y su frondosidad y es una semilla de un árbol llamado conacaste, un árbol gigante que crece alrededor de 30 a 50 metros de altura, es un hermoso espécimen maderable muy utilizado, debido a que el tipo de madera que posee es sumamente apreciada por su durabilidad y su centro de puro corazón, los ebanistas lo utilizan porque es una de las más fuertes por su consistencia y durabilidad, aquí pueden ver cómo emerge la plantita del suelo cuándo inicia su ciclo para convertirse en algo que nos dará mucho oxígeno y frescura.
Si eres un poco observador notarás que la semilla fue roída por alguien, no obstante aún así sobrevivió y dio fruto y su árbol crecerá y crecerá.
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