El cultivo de Plátano / Capitulo V. Prácticas agronómicas.

Estimados lectores, se ha podido evidenciar en la serie temática del plátano, que, para la producción de dicho fruto, se requiere de una serie de manejos que permitan potenciar la producción y la calidad de los mismos, en el artículo anterior se describieron algunas prácticas que se realizan directamente sobre la planta, pero aunado a ello, se deben implementar otras prácticas que son conocidas como prácticas agronómicas entre las cuales se encuentran el control de malezas, fertilización, control de plagas y enfermedades.

En este mismo orden de ideas, se puede definir las prácticas agronómicas según Fusagri (2005), como el conjunto de actividades que deben ejecutarse durante el ciclo de vida del cultivo, estableciendo un plan de trabajo de acuerdo a las condiciones del área, las condiciones climáticas, la mano de obra, los equipos disponibles, entre otros factores. Dentro de las practicas agronómicas se encuentran las siguientes:

La fertilización consiste en la aplicación de elementos nutricionales al suelo o al área foliar de la planta, estos pueden ser de origen orgánico o sintético. Para implementar esta importante labor se deben conocer las características nutricionales del suelo, estos datos se obtienen a través de un análisis del suelo que nos permita identificar cuáles son las deficiencias o excesos de algunos elementos nutricionales con la intención de asegurar el buen crecimiento y desarrollo de la planta además de la formación y llenado de los frutos. En este sentido, dependiendo de los resultados obtenidos en el laboratorio de suelo, se establecerán las dosis y los nutrientes que se aplicarán al suelo de manera sólida o líquida.

En el cultivo de plátano se puede fertilizar al momento de la siembra y durante su ciclo vegetativo, la periodicidad de aplicación dependerá del plan de fertilización que establezca la unidad de producción, según Duran (2004), puede fertilizarse a los dos (2), cinco (5) y ocho (8) meses después de la siembra. Entre los macro-elementos más utilizados se encuentran el nitrógeno (N), el fosforo (P) y el potasio (K) algunos productores aplican lo equivalente a 100 gr por planta de cada uno de estos elementos cuando existe deficiencia de ellos.

Como se mencionó en el acápite anterior existen elementos de importancia como el nitrógeno que favorece el crecimiento vegetativo de las plantas, el fosforo mejora el desarrollo radical del cultivo y el crecimiento vegetativo, por otro lado, el potasio que influyen en la formación del racimo y el llenado de los frutos además de otros procesos metabólicos de la planta. También es importante señalar que, aunque no fue descrito ningún micro- elemento estos también son importantes en el metabolismo de la planta.

Para fertilizar se utilizan productos sintéticos como la urea o sulfato de amonio para aportar nitrógeno, en sur del lago de Maracaibo generalmente se utiliza la Urea, en la actualidad se ha comenzado a fertilizar con alternativas orgánicas como el lixiviado de raquis, este raquis proviene de la misma planta, es donde vienen insertos los frutos de plátano, luego de desgranar el racimo queda el raquis. Para su elaboración existen distintas formas, generalmente se colocan en estanques para que se descompongan por la acción de los microorganismos, en ese proceso comienza a liberar un líquido el cual se conoce como lixiviado, dicho lixiviado contiene algunos elementos nutritivos de importancia para el cultivo y microorganismos que permite la descomposición de la materia orgánica. En futuros artículos se mostrara una investigación realizada con lixiviado de raquis.

Esta actividad consiste en controlar las plantas no deseadas en la superficie donde se encuentra cultivado el plátano, teniendo en cuenta que dichas especies vegetales pueden competir con el cultivo por luz, agua y nutrimentos, lo que puede afectar considerablemente al buen crecimiento y producción de la planta, en las plataneras de la zona sur del lago de Maracaibo se pueden identificar en las superficies sembradas con plátano arvenses de hoja ancha y hoja angosta.

Si desea conocer las características de estas plantas los invito a visitar el siguiente enlace donde se profundiza un poco al respecto

La importancia de controlar las arvenses a parte de la competencia que puedan tener con el cultivo es que ellas pueden servir de hospederas de plagas como por ejemplo los nematodos que causan daño en las partes subterráneas de la planta afectando su sistema radical causando la pudrición del mismo, lo que lógicamente afecta al buen desarrollo del cultivo. El control de las arvenses puede ser de forma manual con la utilización de herramientas como machetes o escardillas, también pueden aplicarse herbicidas para su control, este tipo de productos pueden causar el quemado de las hojas de las arvenses o afecta directamente al metabolismo de la mismas de pendiendo se su mecanismo de acción, entre los productos comerciales que se utilizan son el glifosato, paraquat entre otros.

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Al hablar de enfermedades del plátano una de gran significancia es la sigatoka negra provocada por el hongo Mycosphaerella fijiensis que induce daños en los tejidos foliares de la planta, ya que, según Avilan, Leal y Bautista (1992), genera toxinas que genera una especie de muerte celular que se expresa con manchas parduzcas hasta llegar a un color característico de la necrosis en las hojas, dichas características se utiliza como método de diagnóstico y así hacerle seguimiento a toda la plantación.

Para el control de dicha enfermedad lo ideal es realizar un manejo adecuado del cultivo, entre los cuales se encuentra un deshoje oportuno y mantener una planta con las condiciones ideales en la superficie donde se siembre, a raíz de dicha enfermedad se ha generado algunos híbridos como el FHIA 21 que es resistente a la sigatoka negra, pero es un fruto que por lo menos en la zona sur del lago de Maracaibo es poco comercializado porque es un fruto mas fino como se puede observar en la imagen siguiente.

Por otro lado, en cuanto a las plagas el nemátodo es un enemigo principal del cultivo de plátano, como se mencionó anteriormente puede causar la pudrición del cormo y el sistema radical de la planta, estos pueden diseminarse fácilmente de un agroecosistema a otro, a través de partículas de suelo que puedan contener cualquier maquinaria utilizada, animales, material de propagación entre otros. Para verificar si existen nematodos en las plantaciones, es importante tomar muestras de suelo y raíces para llevarlas al laboratorio para su identificación, para el control preventivo es importante desinfectar el material de propagación (semillas) que se traslade de una finca a otra con algunos productos del mercado como los nematicidas.

Estimados lectores, también existen otras prácticas agronómicas como la preparación del terreno, siembra y drenaje que fueron descritos en los artículos anteriores, también el riego es otra práctica fundamental para aportarle agua a la planta cuando sea necesario. Para implementar todas estas prácticas lo ideal es hacer un diagnóstico de todo el sistema productivo de esta manera se obtiene información relevante sobre el suelo y otros elementos que permitan elaborar un plan de trabajo para realizar oportunamente las labores necesarias que permitan mantener un cultivo sano y con una producción adecuada.

Avilan, L.; Leal F. y Bautista D. (1992). Manual de fruticultura. 2 ed. Editorial América. Caracas: Venezuela.

CENTA (2018). Cultivo de plátano. Ministerio de agricultura y ganadería: El Salvador.

Durán, A. (2004). Manual para el cultivo del plátano. Fundación para el fomento de la iniciativa empresarial. Bogota: Colombia.

Fundación servicio para el agricultor. (2005). Pastos (2a ed.). Maracaibo.

Mejía, G. (2018). Cultivo de Plátano. Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal. El Salvador.

Sánchez, A. (2008). Cultivos de plantación. 2ed. Editorial Trillas. D.F: México.