Himenoptera | Generalidades sobre las abejas de la tribu Centridini y su importancia

Estimados usuarios de la plataforma Hive, sean todos bienvenidos a mi blog dedicado principalmente al estudio y reconocimiento de gran parte del mundo de los artrópodos presentes en nuestro planeta. En la presente publicación compartiré información de interés sobre las fascinantes abejas, de manera que, están cordialmente invitados a conocer un poco más sobre estos insectos y a resaltar la importancia de los mismos.

El pasado 20 de mayo se celebró el día mundial de las abejas, un momento destinado a reconocer y fomentar la importancia de estos insectos sin dejar a algunos de sus especímenes por fuera; aunque desde mi punto de vista esto se debe hacer a diario, el cuidado y la preservación de estos y otros invertebrados se debería hacer constantemente dentro de los centros educativos, de esta manera se estarían formando generaciones que en lugar de temer y asesinar a estos himenópteros, contribuyan a la reproducción y plantación de especies vegetales que ayuden a mantener buenos números dentro de las poblaciones de insectos.

El surgimiento de este día para homenajear a las abejas viene dado en honor al esloveno Anton Janša, quien en vida fue uno de los principales artífices de lo que hoy conocemos como apicultura, fue un hombre que siempre destacó la importancia de estos artrópodos y promovió el cuidado y la preservación de los mismos. En este sentido, en el siguiente artículo se dará a conocer a un tipo de abeja que posee adaptaciones morfológicas realmente asombrosas, por lo que todo el contenido mostrado servirá como complemento para anteriores publicaciones que he realizado en base a este tipo de himenópteros.

Actualmente se han identificado más de 15.000 especies de abejas, mientras que otras están aún en discusión para lograr anexarlas a algunas de las tribus ya conocidas, no es una tarea sencilla, por eso se requiere de mucha investigación para obtener los datos necesarios y ubicarlas en el grupo taxonómico correcto. De igual manera, muchos pueden pensar que todas las abejas son insectos sociales, pero en realidad menos del 20% de la población de abejas conocidas tienen este tipo de conducta, por lo que la gran mayoría son insectos de vidas solitarias que aún así, aportan diariamente un grano de arena crucial para la preservación de especies vegetales y por lo tanto, también son necesarias para los demás seres vivos que dependen de las plantas, esta cadena jamás debe romperse o alterarse, de ahí la importancia de destacar la vida de estos especímenes propios del reino animal.

El suborden Apocrita alberga a los grupos más conocidos de himenópteros (abejas, avispas y hormigas), grupo que se caracteriza por poseer una estrecha cintura que une el tórax y el abdomen, esta parte suele ser conocida en entomología como pecíolo. Dentro del ya mencionado suborden encontramos a una de las familias de abejas como lo es la Apidae, en la cual encontramos a las famosas abejas melíferas, especies que son ampliamente reproducidas y cuidadas para la obtención de miel. Sin embargo, también existen dentro de esta familia otros especímenes que a pesar de no producir grandes cantidades de esta dulce sustancia viscosa, juegan un papel vital dentro de los procesos de polinización necesarios para la reproducción de las plantas.

Continuando con el desglose de una de las ramificaciones taxonómicas de la familia Apidae, nos encontramos con la subfamilia Apinae, la cual sigue manteniendo a los principales ejemplares productores de miel dentro de sus más de 3.000 tipos de abejas, pero, dentro de este grupo se encuentra anclado la tribu Centridini, la cual alberga un estimado de 200 especies en tan solo 2 géneros los cuales son el Centris y el Epicharis.

Las especies pertenecientes a los ya mencionados géneros son poco conocidas, incluso existe poca información completa sobre la vida de estas, pero apreciando su comportamiento y comparándolos con otros ejemplares se obtienen datos realmente valiosos. Estas abejas son de vida solitaria, las únicas veces que se pueden observar aglomeraciones de estas es durante la búsqueda de alimento, por este estilo de vida y al no formar parte de sus hermanas productoras de miel, se convierte en uno de los tantos insectos que son poco apreciados por el hombre, siendo lanzadas a un rincón oscuro e incluso, ser consideradas molestias por nuestra sociedad sin saber que estas, son parte de los artrópodos pioneros que nos garantizan una buena seguridad alimentaria.

Este tipo de abejas suele realizar sus nidos dentro de agujeros, ya sea en troncos secos o incluso en paredes u objetos que posean pequeñas aberturas. El dimorfismo sexual es muy marcado entre los machos y las hembras, lo que quiere decir que las hembras morfológicamente son muy diferentes a los machos, diferencias que nos ayudan a identificar el sexo a primera vista.

La especie de las fotografías es una hembra, probablemente se trate de una Centris cf. analis. Estos ejemplares se encuentran principalmente en zonas desérticas y son más activas durante épocas secas, aspecto que difiere un poco con el resto de abejas; probablemente esto se deba a que son insectos de gran tamaño, por lo que las lluvias suelen volver su cuerpo más pesado, lo que dificulta en gran medida su vuelo.

Esta abeja la encontré luego de una fuerte lluvia que hubo en mi ciudad, la misma se encontraba completamente empapada y sin poder volar por lo mismo, tras poder secar todo su cuerpo pudo alzar vuelo nuevamente sin problemas.

A nivel morfológico estos insectos poseen características fascinantes, su tamaño supera fácilmente el centímetro de longitud; sus alas son completamente diferentes en tamaño, siendo el par anterior mucho más largo que el posterior, lo que le permite volar a grandes velocidades, debemos recordar que los insectos alados poseen diferentes tipos de alas, cada uno de estos tipos le permite volar de una manera muy distinta, el vuelo de una mariposa es muy diferente al de un coleóptero o al de una avispa por mencionar algunos ejemplos.

Además de poseer un vuelo rápido, suelen ser muy ruidosas cuando están en el aire, por lo que también pueden confundirse con moscas cuando pasan a nuestro lado. Como ya he mencionado en otros escritos, las abejas en general han sido objeto de debate a nivel científico por el hecho de que no se encuentra explicación lógica de como pueden volar, ya que como aprecian en las fotografías, sus alas son muy pequeñas en comparación de su robusto cuerpo, por lo que aerodinámicamente no estarían diseñadas para poder realizar un vuelo tan veloz y sorprendente como el que nos muestran en los espacios naturales, lo que demuestra que la naturaleza alberga muchos secretos que de descifrarse, podrían garantizar avances tecnológicos notables en distintos ramos anclados a nuestros estilos de vida.

Los ojos de esta abeja son de un hermoso color verde, tonalidad adquirida por las células pigmentadas que dividen cada uno de los miles de omatidios que en conjunto, forman esa superestructura conocida como ojos compuestos. Asimismo, al ser insectos voladores poseen una de las mejores vistas entre los artrópodos, en este punto difieren de sus parientes lejanas hormigas, las cuales al carecer de alas como estructuras de vuelo principales y al hacer vida bajo tierra, tienen un campo de visión bastante limitado, por lo que tienen que valerse de otros sentidos para poder vivir.

Aunado a lo anteriormente mencionado, las abejas poseen cientos de receptores que les permiten tener un olfato destacable, mismo que suelen emplear para poder encontrar las flores necesarias para obtener el alimento, esto, en mezcla con su buena visión las hacen seres vivos muy admirables y que muy rara vez fallan en la búsqueda de alimento.

Por otro lado, la parte más destacable o llamativa de las abejas del género Centris claramente son sus patas; ya que como se aprecia en el material fotográfico, estas son mucho más gruesas que los de una abeja común, por lo que tanto las abejas de las tribus Apini y la Centridini poseen en estas patas estructuras especializadas llamadas corbículas, la función es el almacenamiento de granos de polen. Cuando una de estas abejas llega a una flor además de obtener néctar, ellas empiezan a colectar diferentes granos de polen y los van adhiriendo a sus corbículas o también a sus escopas, la cuales cumplen la misma función de las corbículas pero están menos desarrolladas que estas últimas. De esta manera estas abejas pueden traspasar el polen a otras flores y también lo emplean como parte de su alimentación, al ser estos ricos en sustancias azucaradas, estos insectos obtienen la energía necesaria para trabajar durante determinadas horas día, al estar en constante vuelo su gasto energético es elevado, por esta razón las corbículas fungen como una reserva de alimento que pueden usar durante sus labores.

De igual manera y además del polen, las abejas Centris también tienen la particularidad de almacenar aceites de origen vegetal en sus patas y partes de su cuerpo, este aceite suelen mezclarlo con el polen para hacerlo parte de su alimentación, también lo emplean para alimentar a sus larvas y para elaborar determinadas estructuras en los agujeros donde harán vida. Estos aceites ayudan a evitar inundaciones de sus nidos debido a que son impermeables. Sin lugar a dudas, estos insectos han desarrollado métodos fascinantes para lograr adaptarse a los ecosistemas terrestres, tanto las hormigas como las abejas han evolucionado partiendo de avispas desde hace millones de años, cada uno de estos insectos tomaron caminos totalmente diferentes, pero aún así, el éxito que han mostrado estos fascinantes insectos ha sido indudablemente digno de admiración.

Todas las fotografías presentadas en esta publicación pertenecen al autor @abneagro, las fotografías fueron realizadas por medio de un dispositivo móvil Redmi 8A y editadas con la aplicación Canva.

Referencias e información importante:

Apinae

Tribu Centridini

Una voz de alarma por las abejas

Anton Janša y las abejas