Generalidades sobre arácnidos del género Lurio y su presencia en agroecosistemas
Las arañas son uno de los miles de artrópodos que encabezan la lista como depredadores activos muy generalistas, se pueden encontrar en cualquier hábitat natural o modificado, aunque su presencia en estos últimos puede llegar a ser más limitada por la poca adaptabilidad que puedan tener algunas especies, sobre todo si recordamos que en los agroecosistemas se emplean productos tóxicos para el control de artrópodos que también tienen su impacto sobre las poblaciones de arácnidos. En este sentido, esta publicación tiene como propósito el resaltar la presencia de arañas saltarinas del género Lurio en espacios antropizados y la importancia de las mismas.
La clase Arachnida en términos generales es uno de los taxones con mayor cantidad de especies en el planeta, su diversidad y números lo sitúan entre los primeros 10 grupos que mayor predominancia tienen en el reino animal, ocupando de esta manera la posición número 7 hasta el momento. Esta clase está compuesta por diversas formas de vida que comparten ciertas características en común, siendo las más destacadas el poseer el cuerpo dividido en 2 segmentos, 4 pares de patas y 2 pares de apéndices extra que cumplen otras funciones. A su vez, los organismos que dominan esta clase en términos numéricos son las arañas, pero no son los únicos que conforman a los arácnidos, pues, también están en la lista escorpiones, ácaros, opiliones o solífugos por mencionar ejemplos; muchos de ellos son erróneamente llamados "arañas" debido a ciertas similitudes externas, pero en realidad son formas de vida muy diferentes que comparten una misma clase dentro del filo Arthropoda. En este rango de confusión también entran los insectos y otros seres vivos como los ciempiés (myriapoda), pero se enfatiza en que las arañas o los escorpiones son arácnidos y no tienen nada que ver con insectos, solo que están ligeramente emparentados y por este motivo todos comparten el filo que conocemos como Arthropoda.
Las arañas, al ser el componente más representativo de la clase Arachnida terminan siendo los que con mayor frecuencia se encuentra el humano en cualquier hábitat terrestre, incluyendo zonas modificadas. Sin embargo, no todas las especies de las más de 45.000 que existen son fáciles de encontrar, aquí entran en rigor los estilos de vida y la distribución geográfica inherentes al ejemplar, delimitando esto el rango o especificando en qué áreas se pueden encontrar ciertas especies, ya sean endémicas o cosmopolitas. Asimismo, la familia más numerosa entre las arañas termina siendo la Salticidae, mismas que obtienen este mérito por tener más de 6.000 especies que se reparten por diferentes extensiones geográficas en donde han logrado adaptarse para desempeñar sus roles ecológicos y para perpetuar a sus especies. Este grupo de arañas es de las pocas que han podido mantener buenos números en los espacios alterados por el hombre, esto en parte se debe a que cuentan con buenas capacidades para ajustarse a los cambios y a que saben aprovechar muy bien la disponibilidad de alimento que haya en un determinado lugar, además se añade que al no ser especies de importancia médica o agronómica se evita el que sean directamente controladas por el humano, esto permite que puedan proliferar sin problemas en ambientes antrópicos.
El estilo de vida que envuelve a esta familia de arañas se ajusta a los horarios diurnos, siendo estas las horas del día en donde presentan mayor actividad. Parte del éxito que envuelve a la familia Salticidae radica en la amplia movilidad que las caracteriza, ya que son organismos muy opuestos a las conocidas arañas tejedoras, las cuales tienden a ser muy sedentarias por la dependencia de sus telarañas, mientras que las llamadas "saltarinas" han desarrollado mecanismos biológicos con los que pueden desplazarse o dar saltos con excelente velocidad y precisión, por este motivo deben salir diariamente a buscar presas que les provean la energía y las proteínas necesarias para desarrollarse o sobrevivir. La forma en la que cazan estos arácnidos es muy similar al que emplean otros grandes cazadores como los felinos, básicamente consiste en irse aproximando a la presa de manera lenta y esperar la distracción o el momento exacto para saltar sobre ella, una vez que la araña captura su alimento no usará telaraña para envolverla, sino que directamente inoculan una dosis de veneno que paraliza a la presa y así proceden a succionar los fluidos internos.
Por otro lado, todo lo referente a la morfología de las Salticidae es muy variable y es lo que les da un mayor punto atractivo a la familia, ya que no todo se limita a números, sino que algunas de ellas presentan colores o modificaciones que hacen al grupo muy diverso en cuanto a comparativas con otras arañas. En anteriores entregas, se hizo referencia al género Lyssomanes que tiene la particularidad de poseer ejemplares verdes que pueden camuflarse entre las hojas de las plantas, mientras que en el género Myrmarachne sus ejemplares son mirmecomorfos, es decir, que sus cuerpos se modificaron y adoptaron una apariencia cercana a himenópteros como las hormigas, esto con fines netamente miméticos. Sin embargo, en esta gran familia hay especies que tienen otro tipo de modificación en algún componente de sus cuerpos, un ejemplo de esto se encuentra en el género Lurio, en estos el primer par de patas sufrió cambios durante el proceso evolutivo, tomando dicho par de extremidades más tamaño y grosor.
El género Lurio es endémico del sur del continente americano, aunque en la actualidad ya hay reportes de la presencia de algunos ejemplares en la parte central, es un taxón relativamente pequeño, ya que está conformado por tan solo 4 especies en la actualidad que se extienden por países como Colombia, Ecuador, Venezuela, Perú o Brasil por citar ejemplos. Estas limitaciones geográficas hace que estas especies sean poco comunes, es decir, que no se ven con mucha frecuencia y que los estudios de las mismas sean escasos.
El primer par de patas en estas especies es más alargado y también posee mayor grosor, este es el primero que entra en contacto con las presas, por lo que este inusual desarrollo puede tener la finalidad de reducir el margen de error al momento de la captura y así minimizan la posibilidad de perder el alimento; también llegan a estirar las patas cuando se sienten bajo amenaza, de esta forma pueden mantener a raya a determinados agresores. A su vez, las patas en las arañas al ser sus principales y únicas unidades de locomoción se adaptaron según el estilo de vida que lleven, de manera que, las arañas tejedoras por lo general tienen patas más delgadas y alargadas, esto les facilita el manejar la telaraña y el poder moverse sobre esta con mayor facilidad, las no tejedoras como las de la familia Salticidae tienen patas más cortas y gruesas para poderse desplazar sobre superficies horizontales o verticales con mayor eficiencia y velocidad, ya que dependen en gran medida de la agilidad y sus sentidos para sobrevivir. Asimismo, es importante acotar que el poder aferrarse a las telarañas o a cualquier superficie depende mucho de las uñas tarsales, las cuales llegan a variar en número y tamaños de un ejemplar a otro, tomando en cuenta también la especialización del ejemplar, con esto se hace referencia a que las tejedoras tienen diferencias en estos aspectos con las no tejedoras.
Un aspecto curioso de estos ejemplares es que cuando dejan de caminar el primer par de patas lo doblan y lo mantienen muy cerca de su prosoma, esto les da una apariencia cercana a los escorpiones y sus pinzas, además de que por el hecho de ser arácnidos guardan algo de similitud ambas formas de vida. Las arañas al igual que otros artrópodos dependen en gran medida de sus patas para sobrevivir, muchos de estos arácnidos son capaces de recuperar alguna de estas extremidades perdidas si todavía le quedan mudas cuticulares, por esto mismo también son capaces de recurrir a la autotomía si se ven comprometidas ante algún depredador, esto quiere decir que las arañas en determinadas circunstancias optan por desprenderse de alguna pata que haya sido comprometida en un ataque, así pueden escapar o generar otro ataque. De igual manera, una de las dudas más frecuentes es el saber a qué deben su agilidad o velocidad este tipo de arácnidos, la respuesta a esto yace en las mismas patas, ya que el funcionamiento de estas estructuras articuladas es muy diferente al de organismos vertebrados, estos últimos dependen mucho de tejidos musculares para efectuar una acción, pero formas de vida como las arañas no cuentan con la misma composición muscular, sino que se valen de un mecanismo orgánico para propulsarse, este actúa de manera hidráulica.
Las arañas cuentan con pequeños músculos que actúan mediante la presión que ejerce la hemolinfa (sangre), de esta forma, una Salticidae puede comprimir sus patas y liberar una fuerte presión de hemolinfa hacia ellas que la impulsan a gran velocidad, cuando se pierde la presión de la sangre la cual es generada por otra serie músculos ubicados en su opistosoma, entonces las patas se recogen y pierden la movilidad, un ejemplo de esto puede verse cuando se observa a una araña muerta, en este caso las patas no vuelven a estirarse porque ya no cuentan con dicha presión orgánica, de esta misma forma, si una pata se pierde durante una refriega la araña cuenta con mecanismos que bloquean el paso de hemolinfa a la extremidad afectada, así el resto de estructuras de locomoción pueden continuar funcionando.
Al observar las patas de este ejemplar del género Lurio hay otros detalles que saltan a la vista, ya que el primer par además de ser más grandes están más cubiertos de pubescencia o tricobotrios los cuales son de carácter sensorial, esto puede notarse cuando se evalúa el comportamiento de esta araña. Mientras se desplaza va realizando toques con este gran par de patas, incluso, en algunos casos cuando se aproxima algo directamente a ella esta extiende sus patas para tocar aquello que tiene cerca, quizás sea por simple curiosidad, pero también puede deberse a que está evaluando rastros o precisando lo que hay en sus alrededores, por este motivo el contar con pubescencia sensorial le permite identificar peligros o cualquier tipo de cambio que pueda ser positivo o perjudicial, esto sin contar con la excelente capacidad visual generada por sus 8 ojos, sobre todo por los 2 ojos principales los cuales son los más desarrollados.
En otras publicaciones se ha destacado que el principal punto atractivo de estas arañas son sus 2 grandes ojos frontales, contando con uno de los mejores campos visuales entre gran parte de los artrópodos; sin embargo, el comportamiento que presentan los miembros de esta familia no escapa de la vista de los expertos, ya que estas arañas generalmente muestran poco miedo ante el humano, por lo que pueden acercarse a un determinado individuo y saltar sobre este sin preocupaciones, esto las convierte en arácnidos que muestran mucha curiosidad ante ciertas cosas, incluso de manera constante observan todo lo que hay en sus alrededores. A su vez, los miembros de este género conocido como Lurio hacen vida activa sobre los organismos vegetales, en estos lugares encuentran el alimento, pareja y también colocan sus huevos sobre las hojas, mismos que son cubiertos por una capa de telaraña para aislarlos de factores que los comprometan en términos negativos. Las hembras muy rara vez dejan solos a los huevos o crías, ya que otro aspecto a destacar de las conductas presentes en Salticidae es que tienen cuidado parental, en pocas palabras, la hembra se queda junto a los huevos para protegerlos, las crías también serán protegidas en etapas iniciales, posteriormente irán abandonando el lugar a medida que puedan valerse por si mismas.
En su morfología, este ejemplar destaca por poseer una coloración predominante muy similar al dorado, sobre su opistosoma o abdomen tiene 2 franjas curvas negras, en la parte interna de estos patrones tiene 3 puntos blancos a cada lado. El primer par de patas tiene una tonalidad negra, mientras que el resto de patas posee un color amarillento más claro, también se destaca en en cada pata tiene destellos brillantes dorados, probablemente sean provocados por células pigmentadas o por estructuras muy similares a las escamas de insectos como lepidópteros. El tamaño de este tipo de arañas es muy cercano al centímetro de longitud, el macho y la hembra en los ejemplares de este género presentan un dimorfismo algo marcado, mismo que va en base al tamaño, coloración y a las claras diferencias a nivel de pedipalpos, aunque también hay detalles que las diferencian en los quelíceros, siendo estos más pronunciados en machos. En cuanto a la especie de esta publicación, no fue posible identificarla por la ausencia de material que permita hacer comparativas, además desconozco si hay variantes fenotípicas en alguno de estos ejemplares, los especímenes más conocidos son Lurio conspicuus y Lurio solennis, hay otras 2 especies que reciben los nombres de Lurio crassichelis y Lurio lethierryi, siendo estas las menos conocidas. También es importante destacar que otras especies que pertenecían a este género fueron removidas y cambiadas a los géneros Metaphidippus y Parnaenus, datos que pueden ser consultados en el World Spider Catalog WSC.
Estas arañas están presentes en los espacios naturales y en los agroecosistemas americanos, en dichos espacios son protagonistas en todo lo referente al control biológico de diversos artrópodos, ya que son formas de vida con una amplia variedad de presas (generalistas). A pesar de que generalmente consumen presas pequeñas, hay momentos en los que pueden cazar a presas más grandes; sin embargo, son aspectos que se presentan con menos frecuencia, siendo estos más comunes en otros ejemplares ajenos a la familia Salticidae. Se destaca que estas arañas no son de importancia médica, tampoco son agresivas y no suponen ningún problema o riesgo para el ser humano, aquí se incluye todo lo relacionado con las practicas agrícolas, aunque en determinados casos pueden envolver las hojas para realizar refugios temporales nunca se ha determinado o se ha visto esto como un daño a tener en cuenta, por el contrario, la presencia de este tipo de arañas supone una ayuda extra para el manejo de plagas.
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