Avistamiento e identificación de una avispa del género Sceliphron (Sphecidae) colectada en Venezuela

Muchos componentes biológicos tienen una fascinante capacidad para elaborar resistentes estructuras que puedan garantizar la protección de sus miembros, sobre todo cuando se enfatiza en los más jóvenes del grupo que tienden a ubicarse entre los más susceptibles a ser presas; si hablamos de insectos, en este punto hago referencia a la elaboración de refugios por parte de los adultos para proteger a sus crías (larvas). Entre tantos ingenieros de la naturaleza que de forma constante pululan en búsqueda de ubicaciones precisas que les provean de los materiales adecuados para sus estructuras destacan las avispas, estas aprovechan sus capacidades para ubicar puntos de colecta y sus adaptaciones para moldear, mientras que el ingenio va trazándose un camino durante sus largas horas de trabajo para dar como resultado aquella increíble pieza que solemos llamar "panal". A su vez, no todas son buenas arquitectas, ya que algunas prefieren solo seleccionar un lugar y cavar un agujero en donde depositaran sus huevos, mientras que otro porcentaje pueden hasta robar nidos de sus homólogas, lo cierto del caso es que son estrategias muy variables las que circulan por la vida de las avispas dependiendo todo de cada especie y de sus especialidades.

Un grupo bastante común o reconocido son las que tienen una destreza intachable para trabajar con el lodo o barro lo que termina por dar forma y rigidez a estructuras realmente resistentes, algunas maestras de este arte se ubican en una vistosa familia constituida por poco más de 1600 especies de amplia distribución en términos geográficos, la misma recibe el nombre de Sphecidae siendo este uno de los principales puntos de partida de la siguiente publicación, pues, el ejemplar que se presentará a continuación pertenece a este grupo.

El ejemplar de avispa mostrado en las fotos fue colectado en Cabudare, estado Lara (Venezuela) hace unos pocos días, el mismo venía sujeto a mi ropa tras una breve caminata de exploración que realicé en las cercanías de mi casa, he de destacar que venía con parte de mi ropa llena de lodo, así que es probable que esto haya sido un atrayente para el ejemplar, pues, a parte de ser un miembro de los esfécidos es uno de los pocos que usan o emplean la mezcla del agua con tierra (lodo) para elaborar refugios. Se destaca por su parte, que el ejemplar permaneció tranquilo hasta que llegué a casa y pude moverlo a un recipiente para obtener las primeras fotografías, al observar a esta avispa esfécida sus colores la hacen relucir junto a un notable tamaño que se ubica entre los 2,6 a 3 centímetros de longitud, incluso se ubica entre las más grandes de la subfamilia Sceliphrinae, pero este tamaño no hace juego con agresividad alguna, ya que suelen ser ejemplares poco agresivos siempre y cuando no se les moleste.

Otro detalle a tener en consideración tras la inspección superficial del esfécido es la presencia de un pequeño bulto rojizo de unos pocos milímetros ubicado en su cabeza muy cerca de uno de sus ojos compuestos, como se muestra en estas primeras imágenes la calidad no permitía identificar de qué se trataba, aunque por lo poco visible todo apuntaba a algún tipo de parásito; sin embargo, sería necesario realizar una tarea de remoción del "bulto" para ver lo que realmente es y esto se mostrará más adelante.

Al visualizar los detalles referentes a sus características tenemos que, el color más dominante sobre este esfécido es sin dudas el negro, mientras que el más resaltante está consolidado por una serie de manchas amarillentas muy brillantes, estas manchas forman líneas de apariencia indefinidas que se reparten por las patas, el tórax y el abdomen, precisamente en las imágenes podemos ver como una de estas manchas se sitúa sobre la parte terminal abdominal (fotos en círculos). Algo muy llamativo es todo lo que compete a la zona abdominal del ejemplar, ya que una porción del mismo está constituido por un muy fino o estrecho segmento alargado (peciolo) que termina en un ensanchamiento (parte terminal), motivo por el que suelen ser llamadas vulgarmente "cinturas de hilo", además de esto se destaca la presencia de aguijón en este tipo de ejemplares. Entre otros detalles a considerar es que en cada base del par de antenas (escapo) también tiene el color amarillo, mismo que también es apreciable en cada coxa de las patas posteriores al igual que en los fémures, en el resto de patas anteriores el color más dominante es el amarillo existiendo algo de negro en los tarsos.

Dejando un poco de lado el tema de los colores del esfécido, por la forma de varias estructuras de su cuerpo aunado a los colores expuestos anteriormente este ejemplar presentado se ubica dentro de un género poco popular constituido por unas 35 especies no muy distribuidas a nivel mundial, estando la mayoría de ellas en Europa, mientras que una minoría tienen rango de acción o presencia en ciertas regiones de américa, este taxón se denomina Sceliphron.

Como ya se había mencionado en un inicio, algo que captaba la atención del cuerpo de este ejemplar de Sceliphron era la presencia de un extraño bulto rojizo sobre su cabeza, para saber lo que era sería necesario removerlo y evitando tener que sacrificar a la avispa para esto, se procedió a alterar su temperatura por unos segundos con el propósito de inmovilizarla e iniciar el proceso de inspección y remoción del cuerpo extraño que tenía en su cabeza. Para esta pequeña intervención se usaron alfileres de forma minuciosa mientras se trataba de actuar rápido, ya que la avispa recobraría movilidad en muy poco tiempo, tras un par de minutos y con algo de dificultad se retiró al pequeño invasor, el mismo puede ser visto a un lado de la avispa señalado por un circulo rojo. Otra cosa es que en la imagen de la izquierda se señala que el ejemplar de esfécido mide 3 cm, pero esta longitud es algo falsa porque se me pasó por alto medirla, su tamaño se aproxima a dicha longitud estando entre los 2,5 a 3 cm aproximadamente.

Ahora, tras intentar observar al extraño cuerpo que estaba adherido a la cabeza del ejemplar se destaca que este minúsculo organismo comenzó a moverse, tras mirarlo más de cerca ya notamos la presencia de un gran cuerpo con patas algo alargadas (imágenes A y B), se trataba de un ácaro que no se pudo identificar debido a la baja calidad que proporcionaba el equipo usado para las observaciones y fotos, por lo tanto al desconocer la especie del ácaro no se puede realizar un estudio sobre la relación entre dicho arácnido con la avispa, puede tratarse de un parásito o puede estar usando al insecto como transporte (foresis).

Por otro lado, entrando en materia con respecto a la especie del ejemplar presentado en esta publicación, para mi país (Venezuela) la presencia de miembros de este género Sceliphron es bastante limitada o poco seguida, pues, hasta no hace mucho tiempo solo se había reportado oficialmente la especie Sceliphron asiaticum con su respectiva evidencia, mientras que otra solo había sido mencionada (Sceliphron fistularium) pero sin buena evidencia, posteriormente esta última fue oficializada dentro del país encontrándose un ejemplar en el estado Mérida, de esta forma para Venezuela se oficializan 2 especies. De esta manera, para identificar al ejemplar de Scephliron de esta publicación con el propósito de dar con su especie, fue necesario analizar las claves de identificación de cada una de las especies mencionadas anteriormente, encontrando en este ejemplar presentado manchas amarillas en las coxas de las patas posteriores y las respectivas 6 manchas (igualmente amarillas) en el propodeo que la alejan de ser una Sceliphron asiaticum y la señalan como una posible Sceliphron fistularium, destacándose de esta manera que el rango de distribución y presencia de esta última también se expande al estado Lara, Venezuela.

Estos ejemplares de Sceliphron spp. no suelen ser muy fáciles de ver, pero los rastros de las mismas pueden encontrarse por medio de las apariciones de sus nidos que en muchos casos los elaboran en sitios antrópicos por la seguridad que otorgan las viviendas o construcciones humanas ante lluvias o sol. Son ejemplares de vida solitaria y las hembras trabajan por largas horas para elaborar los refugios en donde dejarán a sus descendencias, estas estructuras construidas por las Sceliphron spp se componen de pequeñas "cámaras" independientes y fijadas a una superficie en donde además de colocar huevos dejan el suministro de alimento para las larvas, posteriormente todo el conjunto de cámaras es sellado con otra capa hecha de lodo mezclado con la propia saliva de la madre para dar mayor seguridad, se sabe que toda la estructura es muy resistente al punto de que puede ser algo complicada la remoción de los mismos.

Por último, se conoce que estos especímenes tienen un hábito por la captura de presas muy precisas para el suministro alimenticio que dejarán a sus larvas, en este caso ciertas arañas (tejedoras en su mayoría) son las reportadas y encontradas dentro de los nidos como fuentes de alimento para las crías, todo esto tras ser previamente inmovilizadas por acción del veneno que una Sceliphron inyecta por medio de su aguijón en el cuerpo de la victima, luego empleando sus alargadas patas puede transportar a esta presa y ubicarla en alguna de las cámaras de sus nidos.

Todas las fotografías pertenecen al autor @abneagro. Las imágenes fueron editadas con la aplicación Canva.

Algunas referencias e información de interés:

Alarcon, Maritza & Cazorla, Dalmiro. (2021). REGISTRO DE SCELIPHRON FISTULARIUM (HYMENOPTERA, SPHECIDAE) Y SUS PRESAS)(ARACHNIDA, ARANEAE, ARANEIDAE) EN METIDA, ESTADO MERIDA, VENEZUELA. 10.5281.

Murgas, A. S., Osorio Arenas, M. A., Quintero A., D., Miranda C., R. J., & Gutierrez Lanzas, J. (2021). Aprovisionamiento de nidos por la avispa alfarera Sceliphron fistularium (Dahldom, 1843) (Hymenoptera: Sphecidae) en Panamá. Aporte Santiaguino, 14(2), pág. 201–211.