
Photograph of my eldest son Marcos Milano. Lima, Perú 09/02/2021.
Fotografía de mi Mi hijo mayor Marcos Milano. Lima, Perú 09/02/2021.
El Trabajo y la dignidad van de la mano.
Work and dignity go hand in hand.
Buscando mejor calidad de vida muchos venezolanos han dejado su patria. Muchas son las familias venezolanas que están separadas por causa de la crisis que atraviesa el País, producto de un modelo político atrasado que ha pauperizado a la mayoría de la población, desatando una mega hiperinflación jamás vista en Venezuela, pero que a su vez ha enriquecido, de manera exorbitante, a unos pocos, a los nuevos ricos, pertenecientes o allegados a las altas esferas del poder socialista. El otrora país más pujante de latinoamérica hoy se ve triste, paralizado, saqueado, casi destruído; aunque la propaganda política, patrocinada por el régimen, dice lo contrario. Una de esas familias separadas es la mía, mi hijo, mi nieta, la mamá de mi nieta, mi hermana con su esposo, su hija y su nieta y una gran cantidad de sobrinos, familiares y amigos están viviendo en varios países de latinoamérica, Estados Unidos y Europa. Jamás hubo migración de venezolanos, mucho menos por causas políticas o por empobrecimiento del país. Los venezolanos viajábamos por turismo, negocios o por causas educativas, nunca buscando mejor calidad de vida, ni mucho menos huyendo. Nosotros fuimos receptores de inmigrantes y hasta refugiados. Por décadas Venezuela recibió migrantes y nunca fueron estigmatizados, maltratados o humillados, como si se ha dado el caso con nuestra gente en el extranjero por causa de la xenofobia. A los extranjeros que llegaban a Venezuela se les daba refugio, respeto, calidad de vida, seguridad personal, para vivir e invertir y lo más importante se les daba amor y dignidad. Venezuela tiene mucho que agradecerle a la migración, especialmente europea, tal es el caso de los migrantes portugueses, italianos y alemanes; por cierto, con relación a esta última nacionalidad, muchos de sus descendientes siguen viviendo en la Colonia Tovar.. Afortunadamente la mayoría de nuestra gente en el extranjero está dejando el nombre de Venezuela en alto porque son personas decentes, amables, serviciales, buenos trabajadores, seres preparados, bien formados, inteligentes y de alta calidad humana y profesional, espiritualmente fundamentados en virtudes sublimes y valores excelsos. Desde este humilde espacio pido a Dios que vuelva la luz de la prosperidad, la justicia, la libertad y la democracia a Venezuela y acabe con el oscurantismo reinante, para que puedan volver los hijos que se han ido y así poder ver el renacer inmarcesible de nuestra Nación.
Looking for a better quality of life, many Venezuelans have left their homeland. Many Venezuelan families are separated by the crisis that is going through the country, the result of a backward political model that has pauperized the majority of the population, triggering a mega hyperinflation never seen in Venezuela, but which in turn has enriched, exorbitantly, a few, the new rich, belonging to or close to the high spheres of socialist power. The last most thriving country in Latin America today looks sad, paralyzed, plundered, almost destroyed; although political propaganda, sponsored by the regime, says otherwise. One of those separate families is mine, my son, my granddaughter, my granddaughter's mom, my sister with her husband, daughter and granddaughter and a lot of nephews, family and friends are living in several Latin American countries, the United States and Europe. There was never a migration of Venezuelans, much less because of political causes or impoverishment of the country. Venezuelans traveled for tourism, business or educational reasons, never looking for a better quality of life, let alone fleeing. We were recipients of immigrants and even refugees. For decades Venezuela received migrants and was never stigmatized, mistreated or humiliated, as is happening with our people abroad because of xenophobia. Foreigners arriving in Venezuela were given refuge, respect, quality of life, personal security, to live and invest and most importantly they were given love and dignity. Venezuela has much to thank for migration, especially European, such as Portuguese, Italian and German migrants; by the way, in relation to the latter nationality, many of his descendants continue to live in the Colonia Tovar.. Fortunately most of our people abroad are leaving Venezuela's name aloft because they are decent, kind, helpful, good workers, prepared, well-trained, intelligent and high quality human and professional people, spiritually based on sublime virtues and excellent values. From this humble space I ask God to turn the light of prosperity, justice, freedom and democracy to Venezuela and end the prevailing obscurantism, so that the children who are gone can return so that they can see the unmistakable rebirth of our nation.

Photo by my son Marcos Milano. Lima, Perú 09/02/2021.
Fotografía de mi hijo Marcos Milano. Lima, Perú 09/02/2021.

Photo by my son Marcos Milano. Lima, Perú 09/02/2021.
Fotografía de mi hijo Marcos Milano. Lima, Perú 09/02/2021.


Photo by my son Marcos Milano. Lima, Perú 09/02/2021.
Fotografía de mi hijo Marcos Milano. Lima, Perú 09/02/2021.

Photo by my son Marcos Milano. Lima, Perú 09/02/2021.
Fotografía de mi hijo Marcos Milano. Lima, Perú 09/02/2021.
