Oruga de polilla de la superfamilia Noctuoidea.

La oruga que muestro en las fotografías la encontré en la cima de una montaña. Es la oruga de una polilla pero no logré identificarla ni siquiera a nivel del género, no obstante, la oruga pretenece a la superfamilia Noctuoidea. Esta superfamilia es la más numerosa dentro de los lepidópteros, con unas 43.000 especies descritas. Son de especial interés económico, ya que las orugas de muchos noctuoideos son plagas de los cultivos. Entre las polillas de la superfamilia Noctuoidea se encuentran las comúnmente conocidas como polillas prominentes, polillas tigre, polillas lechuza y gusanos cortadores.

Comentaré algo sobre los oídos timpánicos que tendrá esa oruga cuando se transforme en una polilla adulta.

En los lepidópteros (polillas y mariposas) los oídos timpánicos han evolucionado independientemente un mínimo de seis veces. En las superfamilias Pyraloidea, Geometroidea y Drepanoidea se localizan en el abdomen, en la superfamilia Bombycoidea en las partes bucales, en las superfamilias Hedyloidea y Papilionoidea en las alas, y en la superfamilia Noctuoidea (oruga en las fotografías) se localizan en el tórax.

Todos los oídos de las polillas son sensibles a los ultrasonidos (mayores a 20 kilohercios) y, en la mayoría de los casos, funcionan principalmente como detectores de murciélagos.

Los oídos de especies en la superfamilia Noctuoidea se encuentran entre las más simples de todos los insectos estudiados hasta la fecha, con solo una célula auditiva en la familia Notodontidae y dos células auditivas en todas las demás familias de la superfamilia Noctuoidea.

Los oídos están situados en la parte posterior del metatórax, dentro de una cavidad timpánica protectora. El tímpano es una membrana transparente extremadamente fina que mide aproximadamente entre 0,4 y 1,0 micrómetro, bordeado por un anillo quitinoso y extendido a través de un espacio aéreo traqueal ampliado; la cámara timpánica.

El órgano timpánico se adhiere directamente a la superficie interna de la membrana timpánica. En los oídos con dos células auditivas, ambas células están ampliamente sintonizadas a las mismas frecuencias (entre 25 y 50 kilohercios), pero difieren en sus sensibilidades en aproximadamente 20 decibelios.

Cabe destacar que el intervalo de sensibilidad de los oídos de las polillas coincide con las mismas frecuencias producidas por los gritos de ecolocalización de los murciélagos insectívoros. Las polillas voladoras estimuladas con ultrasonidos responden alejándose del murciélago (fonotaxis negativa) o realizando una maniobra errática de evasión. Esta respuesta bimodal se ha atribuido en el pasado a los diferentes umbrales de las dos células auditivas. Se cree que la célula de umbral más bajo alerta a la polilla de un murciélago lejano e inicia una fonotaxis negativa, mientras que la célula de umbral más alto advierte de un murciélago cercano y provoca maniobras evasivas de vuelo. Sin embargo, todavía no se sabe cómo contribuye cada una de estas células a las maniobras de vuelo evasivo.

La oruga se puede ver en video.