En la última década se ha desatado una pugna relacionada al desarrollo de fármacos y fitofármacos, en la constante búsqueda por crear medicamentos cada vez más efectivos para el tratamiento de trastornos o desórdenes psicológicos, y esto se puede constatar en cada una de las posiciones divergentes sobre el uso de fármacos sintéticos para tratar diferentes estados mentales, y las aplicaciones de fármacos de origen vegetal como una alternativa de importancia que ya muestra respaldo experimental y clínico.

La industria farmacológica, para el desarrollo y formulación de fármacos de prescripción psicológica, se viene apoyando en los resultados científicos que se han derivado de la interdisciplinariedad académica dónde se incorporé a profesionales de la botánica y fotoquímica, esto con el propósito de considerar e incluir los efectos positivos que tienen los metabolitos secundarios que están presentes en las especies vegetales, y su acción sobre múltiples trastornos psicológicos.

A pesar del esfuerzo por unificar criterios, existen diversas disyuntivas de corte experimental y clínico por dilucidar, básicamente para conocer las potencialidades reales que tienen las especies vegetales, y sus posibles usos como tratamiento terapéutico en personas con problemas de perfil psicológico.

Ahora bien, es preciso destacar que algunos metabolitos secundarios presentes en las especies vegetales, poseen comportamiento análogo a los neurotransmisores, y se ha reportado que exhiben efectos bioquímicos que logran activar la transferencia de impulsos nerviosos en los seres humanos, generando alteraciones metabólicas antidepresivas que en parte son algunas de las funciones que cumplen determinados fármacos sintéticos comerciales, no obstante, especies como la Cannabis sativa (Marihuana) son capaces de generar estos mismos efectos en las personas, por lo que, pueden emplearse con fines terapéuticos bajo controles y formulaciones específicas que no causen efectos adversos ni adictivos en pacientes con desordenes psicológicos.

Otra de las especies vegetales, de comportamiento análogo a los neurotransmisores de acción antidepresiva es la especie vegetal Erythroxylum coca (Coca), que también ha sido usada experimentalmente con fines anestésicos en pacientes con alteraciones psicológicos, fundamentalmente por su respuesta directa sobre el sistema de neurotransmisión, por otro lado, los metabolitos secundarios presentes en esta especie vegetal también suelen producir elevación estado de ánimo, aumento de energía, y aumento de la fluidez verbal en pacientes con determinadas complicaciones psicológicas.

Los metabolitos secundarios de Banisteriopsis caapi (Ayahuasca), también prescriben potencialidad antidepresiva, esto de acuerdo a múltiples reportes descriptivos dónde se indica que, el té utilizado desde tiempos ancestrales por indígenas Amazónicos, no sólo posee propiedades psicotrópicas, sino que también puede inducir un estado modificado transitorio de la conciencia, con desenlaces de introspección, visiones, aumento de las emociones, y aparición de recuerdo de personales, elemento de gran utilidad para los profesiones de la psicología.

El contexto desarrollado en esta publicación, asoma el interés por vincular el uso de las especies vegetales en los tratamientos de prescripción psicológica, que bien pueden ser administrado por profesionales de esta importante área de la salud mental, por lo que, estimo que a partir de esta entrada se generaran diversas inquietudes de los usuarios de la plataforma, no obstante, la ideal principal es ir socializando información que sirva de insumo para conocer las potencialidades que nos brinda la madre naturaleza.

[1] Domínguez E., Soler J., Elices M., Pascual J., Álvarez E., and Riba J. Ayahuasca: Pharmacology, neuroscience and therapeutic potential. Brain Research Bulletin. 2016; 13. Artículo: Acceso Online

[2] Ritter J., Lewis L., Mant T., and Ferro A. A Textbook of Clinical Pharmacology and Therapeutics. 2008; 476. Artículo: Acceso Online