Aprendiendo a discernir lo que vale nuestra atención y lo que no - Reflexiones filosóficas de un pensador nocturno: 06/05/2024

Vivimos en un mundo donde cada vez es más complicado el hecho de concentrar la atención en una sola cosa o tema concreto. Por más que lo pienso me doy cuenta (como cualquiera puede hacerlo también) de que hay demasiados frentes, demasiados problemas, demasiadas situaciones que demandan o quieren nuestra atención; y ello hace que sea, para la gran mayoría de las personas, muy compleja la tarea de priorizar y decidir cuáles son los asuntos verdaderamente relevantes en la vida.

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Enfocar la atención en lo que realmente es prioritario

Esto es lo que sabemos que debemos hacer, pero claramente que para la mayoría de la gente es más fácil decirlo que lograrlo. ¿Cómo podría no ser así? Vivimos en la era de las distracciones fáciles, y omnipresentes. Tenemos teléfonos inteligentes, computadoras, televisores inteligentes, y eso solo por hablar de los gadgets tecnológicos.

Pero no conformes con eso, también tenemos las redes sociales (como Facebook, Twitter, TikTok, Whatsapp, Instagram y muchas más), que solo sirven para hacernos perder el tiempo en la mayoría de los casos. Porque lo más cierto del caso es que si bien se pueden aprovechar estas redes para hacer cosas productivas (que nos generen dinero o al menos algún tipo de aprendizaje útil); la mayoría de la gente solo las usa por distracción, como un medio para perder el tiempo.

Y a decir verdad, debemos entender que el tiempo figura entre las peores cosas que podemos desperdiciar en la vida; porque es un activo tan valioso como irrecuperable.

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Tiempo y atención están estrechamente vinculados

Cuando entendemos que el tiempo y la atención son primos-hermanos; es decir, que están estrechamente vinculados, dejamos de poner nuestra mente y nuestra atención en nimiedades y cosas que solo nos quitan el tiempo y no nos reportan absolutamente nada de valor.

Es entonces cuando filtramos aquello que merece nuestra atención de lo que realmente no la merece. Si bien es cierto que no tiene nada de malo reservar algunos momentos diariamente para distraernos en cosas sin trascendencia; el problema radica en el fenómeno que estamos viendo últimamente: La gente perdiendo el tiempo a todas horas con los gadgest tecnológicos y con las redes sociales.

Cuando entendemos lo valioso e irrecuperable del tiempo, entonces prestamos mucha atención a aquello en lo que ponemos nuestro tiempo y nuestro esfuerzo. El tiempo es valioso más allá del hecho de que estemos hablando en términos monetarios o no; porque es un activo que nos permite lograr tantas cosas. Pensémoslo por un momento, toda cosa que queramos lograr en la vida requiere de tiempo como fundamento o base.

Nuestra atención es lo que sigue en importancia, porque es lo que nos permitirá enfocar nuestra mente y nuestros esfuerzos en aprovechar ese tiempo para conseguir lo que queremos; y allí precisamente radica la importancia y relación entre ambos factores (o sea, entre tiempo y atención).

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La mayoría de la gente ahora tiene menos capacidad de análisis y pensamiento crítico objetivo

Pero como dije hace un rato, discernir lo verdaderamente importante en nuestras vidas de lo que no lo es, es algo de lo más difícil actualmente, cuando tantas cosas se pelean por capturar nuestra atención. Es por ello que muchas personas, pero especialmente las de las generaciones más recientes (los más jóvenes), están experimentando algo bastante curioso y complejo: Tienen menor capacidad de análisis y pensamiento crítico.

El asunto es que como con tantas otras cosas en el mundo, las personas no lo reconocen como un problema, lo que impide que le encuentren solución. Y lo peor es que la mayoría de ellas creen que sí tienen una excelente capacidad de análisis y de pensamiento crítico; pero claramente no es así. La adicción a las redes sociales y a los celulares inteligentes le ha quitado a las personas gran parte de su inteligencia, pero además, también les ha mermado su capacidad de atención y su memoria; repercutiendo negativamente sobre todas sus capacidades cognitivas en general.

Por lo mismo, la falta capacidad de discernimiento que les impide vislumbrar y priorizar (en cuanto a actividades), lo realmente importante de lo que no lo es, también les ha convertido en miopes o ciegos para distinguir las noticias o informaciones verdaderas de las que no tienen fundamento. Porque las redes sociales difunden cualquier cantidad de fake news y la gente no tiene la costumbre de contrastar fuentes ni de verificarlas adecuadamente.

Todo esto significa que no es solo que la gente no sabe donde poner su atención de un modo que le resulte útil de alguna forma, sino que llenan sus mentes con falsas informaciones que les hacen pensar erróneamente sobre muchos asuntos, analizando y juzgando situaciones y eventos equivocadamente. Es todo un desastre, porque la atención y el tiempo que están mal empleando, les está afectando no solo en tiempo presente, sino que les perjudicará en el futuro de maneras que ni siquiera son capaces de entender actualmente.

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Las habilidades sociales también lo están resintiendo

Pero por si no fuese suficiente con todo lo mencionado; las habilidades sociales de la mayoría de las personas actualmente también se están viendo muy perjudicadas. La empatía es cada vez algo más escaso en la gente, y es atribuible al hecho de que casi todo mundo vive con los ojos pegados a las pantallas de sus celulares.

Van a una reunión de amigos y en lugar de prestarles atención y estar presentes en el momento para compartir y empatizar mejor, solo están con la vista pegada en los dispositivos móviles, viendo cosas sin trascendencia y/o hablando (en la mayoría de los casos) con gente que realmente no les importa en lo absoluto.

Así que más que un fenómeno, yo creo que lo de la pérdida de atención de la gente es algo muy problemático y una verdadera enfermedad de las masas que cada vez se va agravando aún más. Les cuento que a veces me ha sucedido estoy reunido con algunos amigos o conocidos, y ellos solo están con sus celulares en la mano, pero ni siquiera disimulan su falta de atención a lo que hablan los demás, sino que levantan los teléfonos al aire como si estuviesen tomando fotos a los otros sin su permiso (cosa que por cierto, también es de muy mal gusto y una falta de educación).

El problema se agrava aún más por el hecho de que las generaciones actuales ven esto de lo más normal, cuando en realidad es una aberración y algo de lo más improductivo, irritante y vacío. Ya que no se trata de aferrarse al pasado y no evolucionar hacia lo nuevo, es decir, no es un asunto de modernizarse o no; se trata de sentido común aquí.

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¿Cómo discernir lo que vale nuestra atención y lo que no?

Si me preguntarán cómo discernir lo que vale la pena que le prestemos atención, de aquello que no; diría que es algo que la gente debería saber por sí misma, sin que nadie se lo dijera. Esto lo digo ya que cada persona debería saber qué es lo verdaderamente relevante en su vida.

Para unos será el dinero, para otros la salud, para otros el estatus, para otros la apariencia personal, para otros las relaciones, o pare usted de contar. El asunto es que independientemente de lo que sea importante para nosotros, debemos conocerlo verdaderamente, y poner nuestra atención y nuestros esfuerzos en lograrlo efectivamente.

El discernimiento viene de conocernos a nosotros mismos y de vencer nuestra tendencia natural al desenfoque a través de la atención consciente hacia lo que realmente nos importa. Si me preguntarán lo que creo que es realmente importante para cualquier persona a nivel general, diría que todo aquello que puede ayudarle a mejorar su calidad de vida.

Por lo que un consejo que daría entonces, sería: Define las cosas que realmente te importan, y entonces pon tu atención plena en ello. Y algo más... Disminuye al máximo el tiempo que improductivamente gastas en las redes sociales y haciendo uso de gadgets de cualquier tipo. Estos serían mis mantras respecto a este tema.

¿Qué opinas sobre el tema tratado? Por favor comenta.

_{Gif creado por @piensocrates}