Reflexiones (in)necesarias 050: "El placer de poder decidir", por bonzopoe

En México el 15 de Mayo de cada año se celebra el día del maestro, y yo tengo casi 20 años de vida siendo maestro. El día de hoy, una de las universidades en las que trabajo, dará un desayuno a los maestros que laboramos en ella, y la realidad es que, aunque ya he confirmado mi asistencia, no se vi voy a asistir.

¿Porqué no? por la simple y banal razón de que he despertado hoy con ganas de no salir de casa, y me está costando mucho el hacerlo. Esto, por trivial que suena, es un placer o gusto que puedo darme y al que otros, tristemente no tiene acceso, ya sea por decisión propia o ajena.

La vida, al menos para mí, se trata más de los pequeños detalles, las pequeñas conquistas, los pequeños lujos que podemos darnos, y que muchas veces, por no decir que casi nunca, valoramos, y este es un buen ejemplo de ello.

Tengo la fortuna de poder decidir si voy o no a un evento, sin que haya consecuencias negativas de por medio. No tengo un jefe que si falto me lo va a recriminar, o va a reprenderme por confirmar y luego no asistir. Y si vamos más allá, trabajo en un lugar que tiene en alta estima a sus empleados y los festeja en su día, porque además del desayuno por lo general se rifan regalos, y muy buenos. Y si vamos aún más allá, tengo la fortuna de trabajar en algo que disfruto y me gusta, algo que no todos puede decir.

Puede que no tenga una vida con los lujos que otros viven. No viajo tanto como quisiera, y tengo que saber administrarme de cara al futuro. Pero a cambio tengo una libertad que otros no tienen, y me puedo dar lujos como no asistir a este desayuno y quedarme en casa, lo que parece muy poco trascedente, pero ya quisiera mucha gente poder declinar el participar en algo vinculado con su trabajo, aunque sea un desayuno.

Mucha gente no tiene el poder de decisión sobre muchas cosas de su vida, y no me refiero solo a la gente que económicamente no está en la mejor posición, mucha de la gente que ocupa puestos altos, se vuelve esclava de su trabajo, y puede que gane mucho, pero no lo disfruta tanto como nos imaginamos, y paga el precio de tener una pobre vida familiar, y una salud siempre comprometida por los niveles de estrés que maneja.

Encontrar, o toparse con el equilibro si tienes suerte, es lo ideal, y es mucho más difícil de lo que parece. Poder tener lo mínimo óptimo necesario para poder tener la vida que queremos, nos da una base, una línea que nos ayuda a tomar decisiones, pero hay que empezar por saber que es eso que necesitamos para ser felices o tener una vida con la que podemos estar conformes.

Con eso definido podremos tomar mejores decisiones, y no dejarnos llevar por espejismos que pueden ofrecernos mucho, pero a costa de otras cosas que casi nunca se te dicen. El placer de no hacer cosas es algo difícil de describir, y es verdaderamente un lujo que incluso muchos que lo tienen, no saben aprovechar.

Uno debe trabajar para vivir, no vivir para trabajar, a menos que tu trabajo no se sienta como tal, y sea algo que harías aunque no te paguen, pero siendo realistas esa es una vida aún más difícil de tener. Si nunca te has puesto a pensar en este tipo de cosas, te invito a hacerlo, tal vez estás haciendo de más cuando en realidad no lo necesitas, y estas sacrificando cosas sin darte cuenta.

Esta no es una invitación a la mediocridad, es una invitación a la reflexión y el autodescubrimiento, uno que te permita encontrar ese equilibrio que te permita disfrutar mejor tu vida, pudiendo decirle no a ciertas cosas y si a otras, no ha partir de preconcepciones que ni siquiera entendemos, sino a partir de lo que aportan a nuestra existencia y a la de los nuestros. Muchas gracias por leerme y hasta la próxima.

Si llegaste hasta acá muchas gracias por leer este publicación y dedicarme un momento de tu tiempo. Hasta la próxima y recuerda que se vale dejar comentarios.