Máquina expendedora de pizzas!!!
Hoy me acerco a experimentar el proceso de elaboración artesanal del novedoso cajero de pizzas que se hizo famoso en la ciudad de Zaragoza durante la pandemia!
Pizzas artesanas en 3 minutos
C. Manifestación, 44, 50003. Zaragoza, Spain
A pesar de que ha dejado de ser novedad hace un tiempo en la ciudad, pues se abrió al público en Septiembre de 2020, yo no había tenido la oportunidad de comprobar en persona el funcionamiento del equipo en cuestión, siempre tuve mucha curiosidad pero debo admitir que me sentía algo predispuesta a que fuera una decepción y me voy a permitir adelantar que la experiencia ha sido todo lo contrario.
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Así pues acerquémonos a inspeccionar qué es lo que nos suministra este artilugio comparado con todas las ventajas que supuestamente ofrece.
En primera instancia es importante tener en cuenta que cuando se decide automatizar un proceso no es solamente en pro de contar con la ventaja de vender más cantidad y más rápido, sino de proporcionar al consumidor una experiencia placentera y eficaz, de aquí partimos entonces que no solo deberíamos recibir un producto de forma rápida sino que también de una calidad adecuada y con una logística conveniente.
Y por ello la primera impresión al acceder al espacio habilitado para realizar la compra me pareció adecuado, no es demasiado angosto como temía, así que puedes desplazarte por el pequeño recinto sin inconvenientes en caso de que estés acompañado, esto me parece importante porque iba con la idea de "cajero automático" en la cabeza y me imaginaba encerrada es un espacio de un metro cuadrado intentando comprender el funcionamiento del expendedor, así que es un sitio cómodo, no cuenta con sillas de espera porque se supone que el tiempo que debe transcurrir desde que se realiza la orden hasta que esta está lista es mínimo, tal como indican los anuncios en las paredes del local Su pizza en 3 minutos.
Cuenta además con otra máquina expendedora de bebidas y snacks convenientemente ubicada para hacerte gastar un poco más de dinero durante esos tres minutos en los que transcurre tu espera y que seguramente querrás llenar cediendo a la tentación del consumismo, a fin de cuentas ya que estas ahí por qué no pensar de una vez en el postre o en qué tomar mientras comes tu pizza, no obstante solo podrás hacerlo si dispones de monedas porque aunque para realizar la compra de las pizzas se ofrecen como método de pago tanto el uso de efectivo como el pago con tarjeta, la máquina de snacks solamente acepta monedas, ni siquiera billetes de baja denominación, así que los caprichos de última hora no quedan del todo garantizados.
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Un detalle que me pareció no solo conveniente sino también agradable es que el espacio, a pesar de estar abierto hacia la calle y no tener puertas que separen la entrada, cuenta con un aromatizador automatico en la parte superior del establecimiento, lo que reduce en gran parte la intensidad de los olores que puedan acumularse momentaneamente durante la corta estancia, yo estuve un un poco más del tiempo necesario para examinar todo detalle, porque fui precavida y me acerqué antes de la hora de comer para no coincidir con muchas personas, y puedo asegurar que durante los 3 minutos que debería durar la espera del producto el aromatizador se activa al menos una vez.

Hablemos del dispensador de pizzas: La primera impresión te saca un sonrisa porque está decorado para dar la impresión de acercarse a un clásico horno de piedra, al estar delante de la máquina te encuentras solamente con la pantalla táctil justo en frente y una pequeña abertura en la parte inferior por donde evidentemente, verse la flecha roja, se obtendrá la pizza. Lamentablemente no hay forma de apreciar lo que sucede detrás del artificial horno de pizza, sería interesante poder apreciar qué es lo que pasa luego de generar la orden y ver qué es lo que realmente hace la máquina en esos tres minutos dedicados a preparar tu comida. Por el tiempo de preparación es fácil intuir que tampoco sucede mucho, de alguna manera debe estar adecuadamente aislada y acomodada la preparación deseada para poder pasar rápidamente por un proceso de calentamiento en condiciones controladas que resulten en una suculenta pizza, pero ¿qué condiciones deben ser estas para que el resultado no sea deplorable?
Pues es ahí cuando confitándonos de las estrictas medidas sanitarias, reconocemos que ese trabajo artesanal no lo hace la máquina, sino los mismos pizzeros de la sede central del restaurante que cada mañana arman las pizzas ofertadas en la expendedora y las envían frescas y precocidas para que al momento de que nosotros elijamos la nuestra la máquina solo finalice el proceso de cocción dándole la temperatura adecuada para que el aspecto y olores sean, como pude comprobar, irresistibles. Según la misma página web del establecimiento la elaboración ocurre de esa manera, y garantizan que tras 24 horas se sustituyen todos los productos sobrantes.
Por lo que aclaramos entonces que el objetivo de emplear esta alternativa no es automatizar el proceso de elaboración, como sucede en algunos paises de Asia que emplean ingredientes deshidratados y no perecederos, sino mejorar la estratégia de
venta del restaurante y facilitar la distribución del producto.
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En cuanto al funcionamiento del cajero de pizzas como tal, es bastante intuitivo, cualquier persona acostumbrada a manejarse con aplicaciones o que al menos haya hecho una compra en algún establecimiento de comida rápida con pantallas dispuestas para este propósito lo encontrará sumamente fácil, se presentan una serie de opciones inalterables que muestran ingredientes, tipo de cocción y alergenos, además de indicar disponibilidad y precio, hoy por ser lunes pude aprovechar el descuento de primeros días de la semana en que la pizza de único tamaño (30 centímetros) que normalmente tiene un precio de 9,50 € se puede disfrutar por solo 7,00 €. Este precio es invariable según la pizza que elijas.

Al final de la cuenta regresiva se abre la ranura inferior y se ilumina la flecha roja indicándote que está por salir tu pizza para que la puedas recoger, la salida es graciosa, asoma al fondo la caja y se va deslizando poco a poco fuera hasta estar al alcance de tu mano, momento en el que suena el cierre de la ranura y se muestra una breve despedida en la pantalla deseando que disfrutes el producto, esta se reinicia rápidamente y queda a disposición del siguiente usuario.

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Una vez entregada la pizza y el proceso concluye no queda nada más que esperar de la máquina, cosa que me hizo pensar antes de destapar la caja de la pizza ¿qué sucedería si algo saliera mal? Están por supuesto los números de contacto en la publicidad del local, pero si imaginamos el supuesto en el que un sujeto baja de casa sin el teléfono celular encima y por alguna razón hay algo que no está del todo bien en el resultado final debería haber al menos una opción en la pantalla que permitiera enviar un aviso de comunicación con el restaurante que estuviese asociado al producto realizado en ese momento, si nos ponemos a automatizar cosas, creo que habría que considerar alguno que otro aspecto más.
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Lo cierto es que no tengo queja alguna del resultado, y considerando que yo he comido muchas pizzas, buenas, malas, italianas, americanas e inventadas puedo garantizar que esta representa lo anunciado, no me extenderé reseñando el producto en sí porque no es de esto de lo que venimos a hablar aquí pero si creo interesante comentar un par de cosas de lo que obtuve al recoger la caja.
La opción que elegí fue justamente porque incluía algunos ingredientes delicados, com la crema de la salsa carbonara, el queso roquefort y los vegetales, son productos que facilmente pueden dañarse si pasa mucho tiempo o a los que se puede alterar de manera desagradable su sabor si la cocción no es la indicada, esta prueba ha sido superada puesto que ningún sabor, olor o textura me ha resultado desagradable.
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Del proceso global puedo concretar que es una opción muy cómoda para el consumidor, sobretodo para salvar una situación de último momento pero sobretodo que es una gran opción de negocio, puedes disponer de un punto de venta activo durante todo el día sin necesidad de estar allí de manera presencial, es evidentemente viable pues este restaurante abrió un año mas tarde un segundo cajero de pizzas en otra zona de la ciudad que cuenta de igual forma con mucha afluencia, así que mal no les ha ido.
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