Los colores de las plantas

Las plantas se caracterizan por el color verde de sus hojas, que sabemos está determinado por la cantidad de clorofila , el pigmento estrella del proceso fotosintético . Sin embargo ese no es el único color con que nos asombran por su belleza y es que las plantas en sus hojas y flores contienen otros pigmentos que le dan diferentes tonalidades y que por supuesto cumplen funciones específicas. La tonalidad que predomina y que podemos observar depende de la concentración de uno u otro pigmento.

El color verde lo da la Clorofila de la que existe dos tipos, clorofila a y clorofila b, las cuales se encuentran en casi todas las plantas y algas verdes. Algunas excepciones como las plantas parásitas que no realizan la fotosíntesis no tienen clorofila porque no la necesitan, ellas se alimentan de lo que producen las plantas sobre las que viven. No debemos confundir las parásitas de las epífitas, que son plantas que viven sobre otras plantas pero no se alimentan de ellas , como por ejemplo las orquídeas y las bromelias.

La clorofila se encuentra en la célula contenida en unos organelos llamados cloroplastos donde se realiza la primera fase de la fotosíntesis, que comúnmente se llama fase lumínica, porque requiere la presencia de la luz.

Generalmente las hojas contienen una alta concentración de clorofila, pero esta puede variar dependiendo de la edad de la hoja, de su función y de las condiciones ambientales que son determinantes del ciclo de vida de la planta.

Las antocininas son pigmentos hidrosolubles, es decir solubles en agua, que se hallan en las vacuolas de las células vegetales y que dan el color rojo, púrpura o azul a las hojas, flores y frutos. También están presentes en tallos y raíces. El término antocianinas proviene del griego (anthos 'flor' + kyáneos 'azul'), fue propuesto en 1927 por el farmacéutico alemán Adolf T. Lewandoski (1804-1881) para describir el pigmento azul de la col lombarda (Brassica oleracea).

Su función es la de servir como factor de atracción a los insectos polinizadores en el caso de las flores. En los frutos les dan su color y sabor característico y también sirven de atracción a las aves y otros animales que los consumen y dispersan sus semillas y de esta manera se favorece la reproducción de la especie.

Carotenoides: son pigmentos de color rojo, naranja y amarillos, se dividen en dos tipos: carotenos y xantofilas. Muy común observarlo en el color naranja de la zanahoria,. lo que nos indica un alto contenido de β-caroteno, precursor de la vitamina A, contiene entre 70 y 140 mg/kg, también está presente en los vegetales verdes como la espinaca y algunas frutas.

En los vegetales verdes el b caroteno se encuentra en los cloroplastos, junto con xantofilas, y suele ser el carotenoide mayoritario.

El licopeno es otro caroteno presente en gran abundancia en los frutos , especialmente en el tomate y su contenido depende del grado de maduración, lo podemos observar en el color rojo intenso del tomate maduro.