El futuro de la movilidad
Este es un tema en el que no soy un experto, ni siquiera llego a la categoría de aficionado en la investigación, pero me gusta leer y estar informado de todo lo que ocurre a mi alrededor, algo quizás demasiado pretensioso y abarcativo pero así soy, inquieto y curioso, con ansias de saber y tratar de comprender esta locura en la que nos desenvolvemos llamada sociedad.
Algún tiempo atrás toqué brevemente el tema del litio y hablé sobre un posible contrincante en la carrera por dominar los próximos años del desarrollo de la movilidad basada en automóviles. Hoy agregaré algunos conceptos sobre este interesante tema.
Es evidente que la energía eléctrica es la principal elegida para reemplazar a la de los motores a explosión que hoy funcionan en base a combustibles fósiles y algunos derivados de origen vegetal como el biodiesel, el bioetanol o el menos conocido biobutanol. Todos ellos generan energía más limpia, aunque el proceso de fabricación y almacenamiento es por ahora oneroso y no falto de inconvenientes técnicos.
Por supuesto otras formas de energía están siendo estudiadas permanentemente y la principal es quizás una que ya viene siendo utilizada desde hace muchos años para impulsar los cohetes espaciales, me refiero al hidrógeno. De hecho, ya hay varias compañías fabricantes de automóviles que están estudiando y desarrollando modelos basados en la energía generada por el hidrógeno. Toyota, BMW y Mazda encabezan la lista de automotrices que están decididamente enfocados en creación de un impulsor basado en el hidrógeno para la comercialización de vehículos más modernos y amigables con el medio ambiente.
Una de las grandes ventajas de este combustible que básicamente está formado por agua, es que no es tóxico y su impacto en el medio ambiente es considerablemente más bajo que muchos otros.
Toyota ya posee un modelo basado en celdas de combustible que no requiere que el vehículo se enchufe para recargarlo, sino que se basa en una reacción química entre el hidrógeno almacenado en tanques y el oxígeno del aire que ingresa por tomas dispuestas en la parte delantera del vehículo, el resultado de ese proceso genera energía eléctrica que se almacena en baterías e impulsa un motor que eroga 182 CV y logra una velocidad máxima de 175 km/h. Este modelo, llamado Mirai por la exitosa firma japonesa, tiene ventajas adicionales como ser la autonomía que sobrepasa los 600 km. El producto de la reacción química es solo vapor de agua que se expulsa por el caño de escape.
Como en todo vehículo eléctrico, regenera energía durante la desaceleración y el frenado. Todo suena maravilloso no obstante el principal inconveniente por ahora es el costo, requiere una infraestructura todavía muy cara para su desarrollo.
Las baterías seguirán siendo por el momento de gran utilidad para el almacenamiento de la energía eléctrica generada por el hidrógeno por lo que los productores y desarrolladores de acumuladores basados en litio y otros componentes pueden seguir tranquilos con sus inversiones.
Estimo que en poco tiempo veremos por las calles vehículos funcionando con hidrógeno líquido, solo que no saldrán despedidos hacia el espacio, sino que transitarán cómoda y silenciosamente por las calles de nuestras ciudades, colaborando para reducir dramáticamente la emisión de gases de efecto invernadero. No es poco.
The future of mobility
This is a topic in which I am not an expert, I do not even reach the category of amateur in research, but I like to read and be informed of everything that happens around me, something perhaps too pretentious and comprehensive but that's how I am, restless and curious, eager to know and try to understand this madness in which we operate called society.
Some time ago I briefly touched on lithium and talked about a potential challenger in the race to dominate the coming years of car-based mobility development. Today I will add some concepts about this interesting topic.
It is evident that electrical energy is the main energy chosen to replace combustion engines that today operate on the basis of fossil fuels and some derivatives of plant origin such as biodiesel, bioethanol, or the less-known biobutanol. All of them generate cleaner energy, although the manufacturing and storage process is currently onerous and not without technical drawbacks.
Of course, other forms of energy are being permanently studied and the main one is perhaps one that has been used for many years to power space rockets, I am referring to hydrogen. In fact, there are already several car manufacturing companies that are studying and developing models based on the energy generated by hydrogen. Toyota, BMW, and Mazda head the list of automakers that are decisively focused on creating a hydrogen-based engine for the commercialization of more modern and environmentally friendly vehicles.
One of the great advantages of this fuel, which is basically made up of water, is that it is non-toxic and its impact on the environment is considerably lower than many others.
Toyota already has a model based on fuel cells that does not require the vehicle to be plugged in to recharge it, but is based on a chemical reaction between hydrogen stored in tanks and oxygen from the air that enters through intakes arranged in the front of the vehicle. vehicle, the result of this process generates electrical energy that is stored in batteries and drives a motor that delivers 182 HP and achieves a maximum speed of 175 km/h. This model, called Mirai by the successful Japanese firm, has additional advantages such as autonomy that exceeds 600 km. The product of the chemical reaction is just water vapor that is expelled through the exhaust pipe.
As in all-electric vehicles, it regenerates energy during deceleration and braking. It all sounds wonderful, however the main drawback, for now, is the cost, it requires a still very expensive infrastructure for its development.
Batteries will continue to be very useful for the moment for the storage of electrical energy generated by hydrogen, so producers and developers of accumulators based on lithium and other components can remain calm with their investments.
I estimate that in a short time, we will see vehicles running on liquid hydrogen on the streets, only they will not be thrown into space, but rather they will travel comfortably and silently through the streets of our cities, collaborating to dramatically reduce the emission of greenhouse gases. It's not little.
Héctor Gugliermo
@hosgug