Un molusco del género ‘Acanthopleura’.

Las fotografías que muestro a continuación corresponden a varios ejemplares de una especie de molusco del género Acanthopleura de la familia Chitonidae. Las especies de este género son conocidas como quitones, y es probable que todos sean la especie Acanthopleura granulata. A estos quitones los encontré en el Cayo Ánimas del Parque Nacional Morrocoy (Falcón, Venezuela).

Los quitones son organismos marinos comunes de ecosistemas intermareales o áreas situadas entre el nivel de mar en marea baja y el nivel del mar en marea alta, y también de ecosistemas submareales o áreas situadas desde la línea de la marea baja hasta la plataforma continental que se encuentran siempre cubiertas de agua, aunque unas pocas especies se extienden hasta las profundidades batiales del océano o áreas marinas que están situadas entre los 200 y 2000 metros de profundidad. Son un grupo de moluscos antiguos y primitivos, cuyo tamaño oscila entre unos pocos milímetros y 300 milímetros de longitud, y se distinguen fácilmente de otros moluscos por su disposición única de ocho placas o válvulas articuladas insertadas en una faja muscular.

El caparazón del quitón está compuesto por ocho válvulas dorsales, normalmente superpuestas, y consta de tres tipos distintos de válvulas. La anterior, o válvula de la cabeza, tiene una forma aproximadamente semicircular con una escultura tegmental uniforme. Las seis válvulas intermedias tienen una forma rectangular similar y, según la escultura tegmental, pueden dividirse en triángulos laterales situados en la parte posterior y una región central. La región central puede subdividirse a su vez en un tracto yugal central con dos tractos pleurales a cada lado. La válvula posterior, o de la cola, es similar en forma a la anterior, pero tiene un ápice llamado mucro, que divide el caparazón en dos regiones. La región posterior de la válvula de la cola se denomina región posmucral y es similar en escultura a la válvula anterior y a las regiones laterales de las válvulas intermedias, mientras que la escultura de la región anterior de la válvula de la cola (región premucral) corresponde a los tractos pleurales de las válvulas intermedias.

Son ejemplares de tamaño moderado, de 30 a 60 milímetros de longitud, con válvulas sólidas, en pico, que presentan una erosión moderada de la región central (yugal/pleural). Las valvas intermedias, que tienen una relación longitud/anchura tegmental de 0,44, son de color gris, amarillo y marrón, con una ancha banda yugal oscura. Las zonas laterales están poco definidas y apenas elevadas.

La faja del quitón es un tegumento muscular flexible en el que están incrustadas las válvulas articuladas. Está cubierta por una gruesa cutícula quitinosa y puede estar desnuda o adornada con elementos calcáreos, córneos o quitinosos, como escamas, espinas, espineletas, cerdas y pelos. La faja puede estar irregularmente bandeada y cubierta de espineletas (espinas pequeñas) cilíndricas de color marrón y crema e incluso verde. Las espineletas están apiñadas en los ejemplares grandes, pero en los pequeños están separadas por una faja cubierta de microespículas, que son microelementos estructurales duros, delgados y puntiagudos en forma de aguja.

La faja ventral es en su mayor parte de color marrón claro con una periferia y una cuña anal más oscura. Tiene de 54 a 62 pares de branquias (o ctenidios) que son adanales (se inician cerca del ano) con un intersticio muy pequeño y se extienden anteriormente, más allá de la unión cabeza/pie, hasta el nivel de la boca. El ano es pedunculado y las branquias más posteriores, que son pequeñas, están volcadas hacia el margen de la faja.

Estos moluscos tienen en el interior de su boca una estructura en forma de cinta dentada conocida como rádula que es bilateralmente simétrica en torno a un diente raquídeo central y contiene 17 dientes en cada fila, muchos de ellos endurecidos biomineralmente. Esos dientes se mineralizan progresivamente a lo largo de la rádula y son capaces de abrasionar el sustrato rocoso para permitir la alimentación de las algas incrustadas. En tal sentido, los quitones son herbívoros habituales de algas intermareales epilíticas (que crecen en asociación con rocas) y endolíticas (que crecen dentro de las rocas) en costas rocosas carbonatadas de todo el mundo. Utilizando una rádula enriquecida en hierro magnetita, raspan las superficies calcáreas durante sus actividades, por lo general nocturnas, erosionando así el sustrato. Otros elementos principales encontrados en los dientes son fósforo, calcio y magnesio.

Con relación al hierro magnetita que recubre los dientes en la rádula, estos adquieren por magnetización un momento magnético apreciable, y como se ha demostrado para ciertos animales marinos su capacidad de percibir un campo magnético débil y que pueden distinguir entre pequeños cambios en la intensidad y la dirección de la componente horizontal del campo, y además, el de ciertos relojes biológicos, orientaciones y patrones de migración de muchos organismos, a los que se le ha atribuido de forma similar una respuesta magnética, es probable, que ese momento magnético registrado en el recubrimiento de los dientes de los quitones pueda tener un momento magnético débil en el campo magnético terrestre, y si estos moluscos lo perciben, podría servir como sistema de guía para su llamado instinto de búsqueda.

En la siguiente fotografía muestro la orilla rocosa de la playa donde encontré a todos los individuos del molusco del género Acanthopleura.

El molusco Acanthopleura granulata se puede ver en video.