Polybia sericea es una avispa social de tamaño mediano, oscura, de vuelo lento y relativamente dócil; esta avispa puede medir aproximadamente 17 milímetros de longitud. Construye nidos de cartón cerrados, de varios pisos, en las ramas de árboles y arbustos a alturas de entre 20 centímetros y 12 metros, aunque predominantemente anida en la vegetación baja. Las poblaciones adultas de estas avispas suelen estar formadas por varios centenares de hembras. Vive en zonas abiertas como los campos, las sabanas, a lo largo de los bordes de los bosques y llanuras aluviales o terrenos que se inundan con las lluvias y que pueden tener un cauce. La avispa en las fotografías la encontré a pocos metros de un río.

Estas avispas recolectan néctar para alimentarse, pulpa de madera para construir nidos y también capturan presas. La dieta de las avispas adultas se compone principalmente de alimentos energéticos, como el néctar y frutas, mientras que las larvas se alimentan principalmente de proteínas animales. La recolección de alimentos energéticos la realizan predominantemente entre las 9:00 de la mañana y las 2:00 de la tarde. La recolección de pulpa de madera para la construcción de nidos entre las 8:00 y las 10:00 de la mañana, y la búsqueda de presas la realizan hasta dos veces por día, entre las 7:00 de la mañana y la 1:00 de la tarde, como también entre las 4:00 y las 5:00 de la tarde. Las fotografías las capturé entre las 4:00 y las 5:00 de la tarde y por su comportamiento asumo que se encontraba buscando alguna presa.

Esta avispa, con relación a las presas que captura, tiene un comportamiento generalista y oportunista con tendencia a cazar las presas más abundantes. Las presas que captura son lepidópteros (orugas de mariposas), coleópteros (escarabajos), himenópteros (abejas, avispas y hormigas), dípteros (moscas) y heterópteros (chinches). Cabe destacar, que el peso de estas avispas oscila entre 42,7 y 73,6 miligramos (con un promedio de 59,0 miligramos), mientras que el peso de las presas que transportan oscila entre 1,9 y 32,5 miligramos (con un promedio de 14,2 miligramos), por lo que estas avispas pueden transportar presas cuyo peso promedio equivale al 24,7 % de su propio peso.

Cuando andan cazando la actividad inicial que realizan es volar en línea recta una distancia de 1,0 metro a una altura de 0,5 metros o más del suelo. Para la búsqueda, la avispa vuela a una altura de 0,5 metros o menos y se mueve de lado a lado, de cara al viento, trazando arcos que son cóncavos en relación con la fuente del viento. Los arcos laterales oscilan entre 55 y 290 centímetros de anchura y las avispas avanzan entre 30 y 200 centímetros por cada arco lateral. A menudo una avispa hace varios arcos laterales de anchura decreciente cuando se aproxima a un objeto verticalmente prominente, como una brizna de hierba, se posa a 1 o 4 centímetros a favor del viento del objeto durante varios segundos, y luego reanuda el movimiento a través del aire en arcos de lado a lado. Seguidamente, la avispa contacta con el sustrato usando sus antenas, patas delanteras o patas traseras, entra en contacto con el sustrato con sus seis patas y deja de vibrar sus alas. Luego la avispa, tras posarse sobre el sustrato, camina y a menudo golpea el sustrato alternativamente con las puntas de sus antenas, y mientras hace esto, las alas de la avispa se mantienen inmóviles aproximadamente 30º fuera y 40º por encima del eje largo de su cuerpo, o pegadas al cuerpo. Esta última posición la utiliza a menudo cuando la avispa camina a través de vegetación densa. Mientras se mueve de esta manera, la avispa ocasionalmente baja la cabeza y roza con sus mandíbulas el sustrato mientras las abre y las cierra. También es habitual, mientras está de pie sobre el sustrato, que la avispa frote dos o más partes del cuerpo, por ejemplo, puede pasar repetida y alternativamente sus patas delanteras sobre sus antenas. Cuando encuentra a su presa, la avispa la muerde cerrando sus mandíbulas sobre la presa y empieza a masticarla hasta reducirla a una masa amorfa (sin forma). Las presas son maceradas y/o fragmentadas.

Cuando la presa es una oruga de mariposa, generalmente la avispa la muerde detrás de la cabeza y la arrastra por un tallo de hierba o una ramita hasta una altura de 3 a 10 centímetros, para luego masticarla. Cuando esto ocurre, la avispa se mantiene colgada boca abajo sosteniéndose con sus patas medias y traseras mientras manipula a la presa con sus patas delanteras. Es de hacer notar, que en ocasiones, estas avispas a veces vuelan con la presa desde el lugar de captura a otro lugar antes de empezar a masticarla. Las orugas grandes son cortadas dorsalmente desde el extremo anterior al posterior, en trozos de carne de 0,5 centímetros o menos y la posición que asumen es a horcajadas, es decir, con las patas a cada lado de la oruga y mirando en la misma dirección que la oruga, porque esa posición la mantiene a salvo de las mandíbulas de la oruga.

Después de llevar al nido su primera carga masticada, la avispa regresa repetidamente a la presa hasta llevar toda la carne al nido; esto puede implicar un tiempo de 10 a 30 minutos tras la captura de la presa y necesitar de 2 a 4 viajes. Si una hormiga encuentra una oruga mientras una avispa todavía la está masticando para formar la masa amorfa, la avispa responderá desplazándose más arriba de la hierba sobre la que está posada. Si una avispa regresa luego de llevar parte de una oruga muerta al nido y encuentra a hormigas alimentándose de los restos de la oruga masticada, la avispa planea a favor del viento, aterriza y camina sobre el lugar de la oruga haciendo vibrar sus alas. Aunque una avispa puede retirar una porción de la presa si es descubierta por una sola hormiga, en ningún caso una avispa recuperar con éxito una presa con más de una hormiga sobre ella.

En general, la búsqueda es el comportamiento más frecuente. El vuelo estacionario cerca de la presa se considera un componente del comportamiento de búsqueda, y puede ser una respuesta a señales visuales u olfativas. Tocar, es el siguiente comportamiento más frecuente, es una inspección táctil del sustrato sin aterrizar. En la mayoría de los casos, el tacto interrumpe la búsqueda y siempre va seguido de una nueva búsqueda. El siguiente acto más frecuente tras la búsqueda es el aterrizaje. Si una avispa aterriza y no contacta inmediatamente con su presa, a menudo camina sobre el sustrato, golpeando alternativamente con las puntas de sus antenas. Cuando golpea con las puntas de sus antenas es porque está siguiendo rastros de insectos a través de la vegetación; "rastros de olor". Cabe agregar que estas avispas revolotean cerca de presas inmóviles en respuesta a señales visuales u olfativas de la presa, y aterrizan en respuesta a señales olfativas. Las señales olfativas también pueden utilizarlas para localizar restos de presas, y provocar y dirigir el aterrizaje de otras avispas que regresan a una zona de caza.

Por otro lado, se ha estudiado la comunicación durante la enjambrazón en la avispa social Polybia sericea. Cuando la población adulta (enjambre) se desplaza tras la destrucción del nido, forma una agrupación temporal (de 0,5 a 2 días) en la vegetación cercana y luego emigra a un nuevo lugar de nidificación. Durante ambas fases, muchos adultos arrastran su abdomen sobre hojas y otros sustratos alrededor de la agrupación y a lo largo de la ruta de emigración. El olor que dejan en estos objetos es el de la secreción de una glándula exocrina que se abre en la base del quinto (penúltimo) esternito del abdomen. Tras la emigración, el depósito de secreción en muchos individuos se agota y muestra signos de alteración. El enjambre, si es ahuyentado de su lugar de agrupación, se reorienta a él solo por medio de las marcas de olor. Asimismo, se ha demostrado que el enjambre es guiado a su nuevo lugar de nidificación por el rastro de marcas de olor a lo largo de la ruta de emigración.

Existe un video compilado de la avispa.