Redes sociales hoy en día mencionarlas es como hablar de algo normal, es algo que se considera común y hasta necesario, en buena parte es verdad en muchos casos podemos saber del día a día de quienes amamos por medio de ellas y disfrutar de sus logros, alegrías y más, también podemos seguir o conocer los avances de series, películas, o de avances médicos.

En mi caso las redes sociales me han dado tips de salud, de decoración, orden, limpieza y alertas de posibles trampas a las que era mucho más vulnerable mi hijo cuando era un niño o adolescente, lógicamente muchas de las cosas que veía o escuchaba buscaba comprobarlas, porque no todo lo que vemos en redes sociales es real, hay mucha basura y falsedad en ellas.

Recuerdo que la primera vez que escuché de una red social fue de Facebook y, aunque ya existía, YouTube no lo usaba tanto como hoy en día. Cuando vi lo adictivo que podía ser el Facebook y de la cantidad de horas que podía pasar frente a la computadora sin percatarme de ello, me asusté.

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La razón de mi temor, de debe a que desde hace un tiempo internalice que el mayor activo de cualquier ser humano es el tiempo y el tiempo que perdemos no regresa, así que darme cuenta que había pasado horas viendo tonterías me impacto, tras Facebook llegaron Instagram y TikTok esta última es una amenaza con la que lucho, ya que así como veo cosas útiles al ser algo tan visual me atrapa y paso mis buenos ratos allí, pero ya de manera un poco más consciente.

Ahora bien, como madre en todo momento procure y todavía procuro estar atenta no solo a la cantidad de horas que pasa mi hijo en redes, también de las amistades o supuestas amistades que hacía y hace allí y del contenido que consumía, es vital que como padres hablemos de estos temas con nuestros hijos con toda franqueza, pues el peligro al que se exponen es totalmente real y deben estar muy conscientes de ello.

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De la misma, manera procuré sembrar en mi hijo en todo momento las raíces para tener una autoestima alta y a saber que las redes no son el mundo real, que el número de seguidores o de supuestos amigos que tenga allí no dice que todos a cada uno de ellos de verdad sienta un aprecio genuino y real por él, al mismo tiempo le recordé que así como podía recibir bonitos comentarios o motivadores habría también los que no lo fueran, solo por molestar, por el placer de humillar.

Otra cosa que todavía le digo y hago énfasis es, como ya mencione, que las redes no son el mundo real, quede recordar y procurar compartir más con quienes tiene a su lado que con quien está del otro lado del dispositivo, sea el teléfono o la computadora y que no todo lo que comparten es de valor, sobre todo en cuanto a las letras de la música que los jóvenes suelen escuchar.

Así mismo, los estereotipos y modelos que nos muestran en redes no siempre son los mejores o más sanos, no todos podemos tener las medidas, peso, color estatura o más que nos plantean allí y es algo más que hay que recordarle y hacerle comprender a los jóvenes y los no tan jóvenes, muchas veces creemos que envejecer es malo, y no, es un proceso de la vida y un privilegio al que no todos pueden llegar.

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En cuanto a la pérdida de sueño hace un tiempo me preguntaba que pasaba hasta que buscando información descubrí que diversos estudios señalan que la luz que emiten las pantallas (computadoras, teléfonos inteligentes) interrumpe el funcionamiento correcto de la hormona llamada melatonina, lo que impide conciliar el sueño con normalidad.

En ese momento también descubrí que existían aplicaciones que podían instalarse en nuestros celulares y programarlas para que modificaran un poco el tono de la pantalla después de cierta hora y así evitar esto, actualmente tanto los teléfonos como computadoras disponen de opciones incluidas en su software con este propósito, pero está a criterio de cada usuario el utilizarlo o no, yo lo uso en mi equipo celular además de tener (el celular) programado para que se apague y encienda a cierta hora y así logro un sano distanciamiento de este dispositivo.

En resumen, las redes sociales tienen muchos beneficios, pero también contras y hay que saber llevar una vida en la que sean más lo benéficos que nos aporten que el daño que permitamos nos hagan, esto se logra con orientación, educción y madurez, así termina mi participación en la iniciativa de Séptimo Día Redes Sociales y Salud: ¿Para bien o para mal?, a la que deseo invitar a participar a mis amigas @brujita18 y @cirangela

Social networks nowadays mentioning them is like talking about something normal, it is something that is considered common and even necessary, it is largely true in many cases we can know the day to day of those we love through them and enjoy their achievements, joys and more, we can also follow or know the progress of series, movies, or medical advances.

In my case, social networks have given me tips on health, decoration, order, cleanliness and alerts of possible traps to which my son was much more vulnerable when he was a child or teenager, logically many of the things I saw or heard sought to check them, because not everything we see on social networks is real, there is a lot of garbage and falsehood in them.

I remember the first time I heard of a social network was Facebook and, although it already existed, YouTube was not used as much as it is today. When I saw how addictive Facebook could be and how many hours I could spend in front of the computer without realizing it, I got scared.

The reason for my fear is that for some time I internalized that the greatest asset of any human being is time and the time we waste does not return, so realizing that I had spent hours watching nonsense impacted me, after Facebook came Instagram and TikTok, the latter is a threat that I struggle with, because as well as I see useful things being something so visual it traps me and I spend my good times there, but already a little more consciously.

Now, as a mother at all times I try and still try to be aware not only of the amount of hours my son spends on networks, but also of the friendships or supposed friendships he made and makes there and the content he consumed, it is vital that as parents we talk about these issues with our children frankly, because the danger to which they are exposed is totally real and they must be very aware of it.

In the same way, I tried to sow in my son at all times the roots to have a high self-esteem and to know that the networks are not the real world, that the number of followers or supposed friends he has there does not say that each and every one of them really feel a genuine and real appreciation for him, at the same time I reminded him that just as he could receive nice comments or motivators there would also be those who were not, just to annoy, for the pleasure of humiliating.

Another thing I still tell him and emphasize is, as I already mentioned, that the networks are not the real world, he should remember and try to share more with those he has next to him than with those who are on the other side of the device, be it the phone or the computer, and that not everything they share is of value, especially regarding the lyrics of the music that young people usually listen to.

Likewise, the stereotypes and models that show us in networks are not always the best or healthiest, not all of us can have the measures, weight, color, height or more that they show us there and it is something else that we have to remind and make young and not so young people understand, many times we believe that getting old is bad, and no, it is a process of life and a privilege that not everyone can reach.

As for the loss of sleep some time ago I wondered what was happening until I was looking for information and discovered that several studies indicate that the light emitted by screens (computers, smartphones) interrupts the proper functioning of the hormone called melatonin, which prevents us from falling asleep normally.

At that time I also discovered that there were applications that could be installed on our cell phones and program them to modify a little the tone of the screen after a certain time and thus avoid this, currently both phones and computers have options included in their software for this purpose, but it is at the discretion of each user to use it or not, I use it on my cellular equipment in addition to having (the cell) programmed to turn off and on at a certain time and thus achieve a healthy distance from this device.

In summary, social networks have many benefits, but also cons and we must know how to lead a life in which they are more beneficial than the damage we allow them to do us, this is achieved with guidance, education and maturity, thus ends my participation in the initiative of Seventh Day [Social Networks and Health: For better or worse? ((https://peakd.com/hive-131951/@emiliorios/redes-sociales-y-salud-para-bien-o-para-mal-iniciativa-de-septimo-dia-esen), to which I would like to invite my friends @brujita18 and @cirangela to participate.