Ayer, a las 8 p.m., mi vecino Roberto llegó a mi casa muy temeroso. Seguía disfrutando sus días Navideños, pero empezó con dolor de cabeza, y con una sensación extraña en su cuerpo y boca. Fue al baño y cuando se miró en el espejo, se crispó del susto. Sus ojos, la cara y el cuello estaban rojos como un tomate.

Estar disfrutando días de festejo y de pronto ver el cuerpo de ese color, es algo que atemoriza a cualquier mortal. Le pregunté qué había comido previamente, dijo que pollo en el almuerzo, y en la tarde unas sardinas que le regalaron.

Cuando me habló de sardinas, ya tuve la sospecha de su posible problema de salud, pero tras un interrogatorio más detallado y el examen físico, pude confirmar por sus antecedentes y la clínica, que estaba presentando una Intoxicación por Escombrotoxinas.

Ok, pero vamos a explicarlo para el entendimiento de todos, porque el nombre de por sí suena raro.

Hay un grupo de peces que integran la familia Scombridae, como el bonito, atún, peto, la caballa, la albacora; y otros distintos, como las sardinas, el arenque, el dorado y las anchoas, que pueden bajo ciertas condiciones causar problemas a la salud humana.

¿Cómo ocurre este proceso?

Estas especies marinas mal refrigeradas o que fueron expuestas al sol por mucho tiempo, son invadidas por varias bacterias, convirtiendo el aminoácido histidina presente en los músculos en histamina, saurina, y otros compuestos que llevan a un cuadro sindrómico.

Roberto presentó sus primeros síntomas después de la media hora tras la ingestión de las sardinas fritas, acompañadas de ron.

Aparte de este eritema con coloración rojiza, apreciado desde la cabeza hasta el abdomen, se puede ver náuseas, mareos, taquicardia o hipotensión arterial, vómitos, dolor abdominal, inyección en las conjuntivas oculares y hasta síntomas respiratorios en casos más avanzados.

Se hace difícil saber si estos ejemplares pasaron por una adecuada cadena de frío, desde su captura hasta su consumo final.
La temperatura ideal es de cero grados centígrados, pero no siempre se consigue.
A veces pueden venderte un pescado congelado, y no puedes saber si antes estuvo expuesto a la falta de refrigeración.

Los distintos métodos de preparación, no eliminan las toxinas termolábiles que soportan el calor.
Degustar algunas de estas especies sería como jugar a la ruleta rusa, ya que no tendríamos la total seguridad de que no tendríamos problemas. Más en Cuba, donde el calor se hace sentir, y por las dificultades que tenemos, no siempre podemos tener los equipos necesarios para una conservación adecuada.

Los pescadores, a veces, no tienen el conocimiento de estos detalles, y qué esperar de la población. También son temas a los que no siempre se les hace una difusión por los medios masivos.

Aunque en internet sí hay información donde puedes profundizar, sabemos que algo se busca cuando tenemos el problema encima, lo tiene algún ser cercano, o se sienta el deseo de aprender algo que nos motive.

Ante un problema causado por la ingestión de especies marinas, debemos acudir de preferencia, a instancias donde existan médicos que tengan conocimientos de Toxinología. Se debe hacer el diagnóstico diferencial con otras patologías y poner el tratamiento más acorde.

Realizar un registro de morbilidad es de importancia, ya que este cuadro se ha confundido con otras patologías o no se contabiliza. Dar con el diagnóstico preciso y reflejarlo como otra morbilidad, servirá para estudios estadísticos e investigaciones futuras.

El diagnóstico de este síndrome es clínico, no de laboratorio.
El tratamiento se impone de acuerdo con la intensidad de la clínica. Se usa la hidratación endovenosa, la combinación de antihistamínicos, y medidas de soporte.

En este caso específico, le dije a Roberto que no comiera más esas sardinas. Aún le quedaban en su refrigerador. Tomar bastante agua, y le indiqué una combinación de Benadrilina y Cimetidina en tabletas.

La sintomatología tiende a desaparecer después de las 24 horas, hasta su recuperación final.
Hoy lo llamé y se sentía mucho mejor, las lesiones eritematosas se han aclarado, y espero que mañana esté sin estas.

Amigos, en estos días de fin de año, a veces nos excedemos en comer. Es bien rico degustar un buen manjar, pero a veces, no podemos librarnos de ciertos problemas de salud. Hay cosas que escapan a nuestros ojos y a nuestro saber.

Espero que este post les haya servido de utilidad. Gracias por leer hasta aquí.

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He looked in his mirror and was red as a tomato

Yesterday, at 8 p.m., my neighbor Roberto came to my house very fearful. He was still enjoying his Christmas days, but he started with a headache, and a strange sensation in his body and mouth. He went to the bathroom and when he looked in the mirror, he shivered with fright. Her eyes, face and neck were red as a tomato.

To be enjoying days of feasting and suddenly see your body that color is something that frightens any mortal. I asked him what he had eaten previously, he said chicken for lunch, and in the afternoon some sardines he had been given as a gift.

When he told me about sardines, I already had a suspicion of his possible health problem, but upon further questioning and physical examination, I was able to confirm from his history and clinical, that he was presenting with Scombrotoxin Poisoning.

Ok, but let's explain it for everyone's understanding, because the name itself sounds weird.

There is a group of fish that make up the Scombridae family, such as bonito, tuna, wahoo, mackerel, albacore; and other different ones, such as sardines, herring, mahi mahi and anchovies, which can under certain conditions cause problems to human health.

How does this process occur?

These badly refrigerated marine species or those that were exposed to the sun for a long time, are invaded by several bacteria, converting the amino acid histidine present in the muscles into histamine, saurine, and other compounds that lead to a syndromic picture.

Roberto presented his first symptoms after half an hour after ingestion of the fried sardines, accompanied by rum.

Apart from this erythema with reddish coloration, seen from the head to the abdomen, nausea, dizziness, tachycardia or arterial hypotension, vomiting, abdominal pain, injection in the ocular conjunctivae and even respiratory symptoms in more advanced cases can be seen.

It is difficult to know if these specimens went through an adequate cold chain, from their capture to their final consumption.
The ideal temperature is zero degrees centigrade, but this is not always achieved.
Sometimes a frozen fish can be sold to you, and you cannot know if it was previously exposed to the lack of refrigeration.

The different preparation methods do not eliminate the thermolabile toxins that withstand heat.
Tasting some of these species would be like playing Russian roulette, since we would not be totally sure that we would not have problems. More so in Cuba, where the heat makes itself felt, and because of the difficulties we have, we cannot always have the necessary equipment for an adequate conservation.

The fishermen, sometimes, do not have the knowledge of these details, and what to expect from the population. Also, these are issues that are not always disseminated by the mass media.

Although there is information on the internet where you can go deeper, we know that we look for something when we have the problem, someone close to us has it, or we feel the desire to learn something that motivates us.

Before a problem caused by the ingestion of marine species, we must go preferably to instances where there are doctors who have knowledge of Toxinology. The differential diagnosis with other pathologies should be made and the most appropriate treatment should be given.

It is important to make a morbidity record, since this condition has been confused with other pathologies or is not accounted for. Finding the precise diagnosis and reflecting it as another morbidity will be useful for statistical studies and future research.

The diagnosis of this syndrome is clinical, not laboratory.
Treatment is imposed according to the intensity of the symptoms. Intravenous hydration, combination of antihistamines, and supportive measures are used.

In this specific case, I told Roberto not to eat those sardines anymore. He still had some left in his refrigerator. He should drink plenty of water, and I prescribed a combination of Benadriline and Cimetidine tablets.

The symptomatology tends to disappear after 24 hours, until his final recovery.
Today I called him and he was feeling much better, the erythematous lesions have cleared up, and I expect him to be free of them tomorrow.

Friends, in these days of the end of the year, sometimes we overeat. It is good to taste a good delicacy, but sometimes, we cannot get rid of certain health problems. There are things that escape our eyes and our knowledge.

I hope this post has been useful to you. Thank you for reading this far.

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Texto por/Text by Andrés Brunet

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