Una mirada a los escarabajos pulgas | Plagas numerosas y difícil identificación

El mantenimiento o cuidado de las plantas siempre es indispensable para que estén en buen estado y así evitar la proliferación de organismos indeseados (plagas), bajo esta premisa en los últimos días he notado cierto crecimiento en las poblaciones de pequeños coleópteros en la zona en donde vivo, algunos de ellos pueden considerarse problemáticos en grandes cantidades. Por fortuna, a pesar de que están presentes en mis plantas, todavía siguen siendo muy pocos y las lluvias recientes han contribuido para que no proliferen, así que tomé la decisión de tomar algunos de estos insectos para evaluarlos y traer algo de contenido para darle actividad al blog.

Los seres más pequeños pueden considerarse con relativa facilidad una severa molestia cuando se relacionan con cualquier tipo de plantaciones, con esto hago referencia a los que se alimentan de estas últimas y no a sus opuestos (benéficos), teniendo como punto a su favor tamaños de tan solo algunos milímetros o menos que les permiten poder pasar como inadvertidos mientras se alimentan, de esta manera, a corto plazo es muy probable que ni siquiera seamos capaces de darnos cuenta de que estos bichos están ahí, pero mientras el tiempo transcurre sus daños y su presencia se harán más evidentes, cuando esto sucede por lo general ya es muy tarde y por sus números puede que sea hasta difícil controlarlos. En este sentido, quien lee mis publicaciones puede darse cuenta el indudable aprecio que tengo hacia insectos y otros semejantes, pero lo que muchos no saben es que hay algunos de ellos que se han vuelto una tortura para mi por determinadas razones que mencionaré en el desarrollo del siguiente artículo, siendo los principales ciertos conjuntos de diminutos coleópteros que me suelo encontrar con mucha frecuencia tanto en consultas como entre mis propias plantas, aspecto que puede resultar hasta gracioso porque son cosas que están relacionadas con mi trabajo.

Por otro lado, creo que todos tenemos algo en específico que nos nos gusta y que está ligado al trabajo que hacemos, en mi caso estoy a nivel profesional unido a los sistemas de producción agropecuarios, específicamente en lo relacionado a los denominados coloquialmente como "bichos" que pueden dar problemas o ser aliados para estos sistemas productivos, aunque por preferencia también he dado pequeños saltos a otras áreas y por este motivo también mi curiosidad me hizo entrar con especies de importancia médica, no los conozco a todos y esto es algo realmente difícil de saber porque hay infinidades de estos bichos repartidos por distintos lugares. Sin embargo, hay ejemplares de insectos con los que no me gusta trabajar e irónicamente forman parte de los casos que más llegan a mis manos, estos son una comunidad de ejemplares muy pequeños de crisomélidos, para que tengan una mejor idea esta es una de las tantas familias que integran a los llamados escarabajos. He de añadir que no los detesto a todos ellos, solo a ciertos grupos que dan vida a esta familia, las razones de esto las iré mencionado en el desarrollo de la siguiente publicación, cuyo protagonista es casualmente de este grupo de insectos.

Una mirada a los escarabajos pulga, plagas numerosas y difícil reconocimiento

En estas primeras fotografías nos encontramos con un vistoso y pequeño escarabajo con una coloración que puede resultar bastante familiar para muchos de nosotros, esto porque a primera vista lo podemos relacionar o nos recuerda a las populares "mariquitas", incluso se puede llegar a creer que es una de ellas. Sin embargo, este tan solo es un ejemplar que está algo emparentado con estas, pero en realidad pertenece a otro grupo muy opuesto que con mucha frecuencia en lugar de ser aliadas terminan por ser un problema, claro esto dependerá del contexto desde donde se observe, ya que su alimentación es exclusivamente de organismos vegetales, así que pueden ser problemáticas cuando se alimentan de nuestras plantas y, de la misma forma, pueden ser aliadas cuando destruyen las que no son deseadas. El asunto con estos pequeños es que sus hábitos son muy variados en cuanto a tipos de plantas, así que de una llegan a saltar a otras como si fueran trampolines, generando esto una posible y destructiva invasión que puede dejarnos sin cultivos.

Probablemente, al observarlos podemos verlos como inofensivos, teniendo en cuenta también que sus tamaños solo se limitan a unos pocos milímetros; no obstante, el principal problema yace en que durante toda sus vidas se alimentarán de un determinado conjunto de plantas, por lo que desde su emergencia larval hasta que culmine su etapa adulta será un pequeño pero voraz organismo que poco vas a querer tener entre tus plantas, además sus números pueden elevarse con relativa facilidad, de manera que, sus tamaños pasaran a segundo plano y serán reemplazados por cientos de estos bichos destruyendo al mismo tiempo cualquier plantación que sea de su agrado, estas son cosas que siempre se deben de tener en cuenta.

¿Por qué no son de tu agrado estos escarabajos?

Como ya he mencionado anteriormente, este tipo de ejemplares llegan con mucha frecuencia de una forma u otra a mis manos, el problema con ellos no es tanto el hecho de que sean perjudiciales en la zona en donde vivo, ya que el control de estos por lo regular siempre es el mismo, el problema nace es cuando por algún motivo toca reconocerlos e identificarlos, el reconocimiento a nivel de la familia a la que pertenecen por lo general es sencillo, pero la identificación que exige llegar a especies para alguna investigación o reporte puede convertirse en una tortura cuando no se tiene el conocimiento profundo y necesario sobre las mismas, siendo este el punto que más dolores de cabeza me suele generar, pues, dichos escarabajos no son precisamente mi fortaleza. Ahora, para profundizar un poco más en este contexto, puedo decir que pertenecen a un grupo que de por si ya es numeroso, este pueden verlo en el pie de la imagen de este segmento, se llama Chrysomelidae.

Esta familia tiene un estimado de 12 subfamilias que se desglosan a su vez en tribus, hasta aquí todo va bien entre comillas, pero cuando llegamos a algunas de estas tribus nos encontramos con ejemplares muy pequeños que tienen muchas similitudes y las diferencias a veces no son muy visibles, esto porque un mismo ejemplar de estos pequeños crisomélidos puede tener variantes fenotípicas, básicamente presentan una variedad de colores y los patrones de otros colores que tienen sobre la superficie de sus cuerpos pueden llegar a tener otra forma o estar ausentes, esto a la larga trae ciertas dificultades para identificar a determinados especímenes y se requieren de otra serie de observaciones y comparativas más minuciosas. Aunque para alguien con amplia experiencia en estos escarabajos la tarea puede que resulte mucho más fácil y provechosa.

Para darle un poco de continuidad a lo manifestado en el segmento anterior, quiero aprovechar el momento para mostrar de una forma general el cómo reconocer la tribu a la que pertenece este pequeño crisomélido, para esto obtuve algunas imágenes referidas a las patas posteriores de este ejemplar, pues, es en esta parte de su cuerpo en donde se encuentra una característica que nos puede dar aproximaciones taxonómicas para acerarnos un poco a la especie. Por ejemplo, en la fotografía podemos notar que las patas posteriores son muy grandes o tienen ciertos segmentos modificados, así que para que esto se vea mejor hice observaciones más precisas en cada segmento de este par de patas, estas pueden verlas a la derecha en las imágenes con marcos circulares. La mayor modificación la encontramos en el fémur, ya que en la imagen se puede ver notablemente que es muy gruesa o ancha a comparación de la segunda imagen en donde vemos la tibia, esto se debe a que este par de extremidades traseras está claramente diseñada para dar saltos, esta modificación funciona como un tipo de resorte que le permite dispersarse a cortas distancias.

Esta fascinante característica forma parte de los escarabajos de una numerosa tribu a cuyos miembros se les llama vulgarmente como "pulga", la misma tiene amplia distribución geográfica y puede encontrarse bajo el nombre científico de Alticini; sin embargo, no todo lo que se basa en la identificación de estos pequeños es tan simple, pues, muchos de los especímenes de este grupo son desconocidos o se sabe muy poco de los mismos, por lo que esto se suma a todo el problema para identificarlos que mencioné anteriormente.

Por otro lado, el color que tiene este ejemplar no identificado por completo es el rojo con patrones negros en forma vertical sobre su cuerpo, algunas de estas manchas tienen un aspecto geométrico muy cercano a los triángulos, mientras que en la línea que divide sus élitros las franjas se aprecian más alargadas y estrechas. Asimismo, en estas fotografías hice acercamientos a la cabeza, esta es muy pequeña en relación con su cuerpo, en ella se pueden observar una composición de ojos no muy grandes y de color negro, mientras que las antenas si son alargadas y de un color más cercano al marrón, este mismo color forma parte de su cabeza y extremidades, quedando el rojo exclusivamente para su quitinosa cubierta protectora. Esta composición de colores y patrones no pude encontrarla en otras especies ya identificadas, es decir, el rojo y el negro están presentes en muchos ejemplares, pero toda la forma y figuras que dan estos colores en el ejemplar observado no la pude ver en otros especímenes, así que no tengo muy claro por cual de tantos géneros comenzar a realizar comparativas, necesito observar otras partes o cambiar de táctica para saber la especie.

Entre otras observaciones que realicé a este pequeño ejemplar, obtuve ciertos acercamientos a su sólida superficie corporal, con esto hago referencia a la armadura a base de quitina que protege las partes más blandas o frágiles que posee. Si vemos la imagen de la izquierda marcada con el número (1), notamos de una mejor manera las manchas negras que tiene, siendo algunas de ellas más oscuras que otras, pero desde lejos parecieran tener la misma intensidad, también podemos ver que toda la superficie de sus élitros no es lisa, sino que tienen pequeños hundimientos que recuerdan de cierta manera a los poros que hay en nuestro cuerpo, la diferencia es que no tienen pelos saliendo de ellos, pero si tienen el mismo color negro de los grandes patrones que tiene sobre el rojo. De igual manera, en la foto de la derecha (número 2) vemos que en cierta sección el rojo de su cuerpo pareciera perder fuerza para acercarse al color blanco, esto en sí no es algo que se deba al escarabajo, lo que sucede es que la manipulación que ejercí sobre este ejemplar para obtener fotografías me hizo destruir parte de las pequeñas estructuras encargadas de darle el color rojo, por ello hay zonas que tienen un color más opaco o blanco, es un insecto muy pequeño y por esto tuve inconvenientes para ponerlo bajo el lente.

Por el momento no tengo una idea clara que me permita definir la especie, tampoco pude encontrar más ejemplares similares para poder compararlos y tener una posible referencia que me permita profundizar más. Aun así, puedo mencionar que el daño que generan todas estas ejemplares termina por ser similar, este puede diagnosticarse por la presencia de hojas con diminutos orificios, ya que estos no tienen mucha preferencia por masticar los bordes, sino que se posan y allí donde estén comienzan a romper la lámina foliar, luego van a otro punto de la misma y realizan el mismo daño, a la final quedan pequeños agujeros repartidos por toda la hoja. Durante las fases juveniles estos pequeños Alticini hacen el mismo tipo de agujeros, pero hay ejemplares que durante estas fases pueden variar y entonces se van hacia las raíces, por esto puede ser importante identificarlos, ya que así se puede saber si pueden haber problemas a nivel de las raíces de las plantas o si solo son especies que atacan las partes aéreas.

Todas las fotografías mostradas en este post pertenecen al autor @abneagro. Las fotos fueron editadas con la aplicación Canva.

Algunas referencias:

Familia Chrysomelidae

Orden Coleoptera

Los escarabajos alticinos