Reyes del engaño | Observaciones realizadas a un saltamontes de la familia Proscopiidae

La manera tan astuta en la que han logrado sobrevivir muchos organismos al inclemente paso del tiempo y a todo lo que este conlleva es realmente sorprendente, así que para analizar parte de esto debemos enfocarnos en sus adaptaciones las cuales van siempre conectadas a sus estilos de vida, de manera que, un insecto que vive en el follaje requiere de ciertos aspectos que de alguna forma le permitan prolongar sus vidas el tiempo necesario, es decir, obtener segundas oportunidades ante el peligro para lograr perpetuar a sus respectivas especies. Ahora, el éxito de supervivencia de cada uno de ellos ha estado más que comprobado, por algo llevan miles y miles de años pululando en las distintas áreas geográficas que comprenden al planeta, en donde muchos bichos han logrado tal hazaña solo empleando tácticas extremadamente sutiles, siendo aquí donde entra aquello que conocemos como camuflaje y mimetismo.

Por otro lado, ya muchos saben lo mucho que me gusta destacar o crear contenido sobre artrópodos realmente únicos en su estilo y extraños, por ello mi blog está poblado de ellos. Sin embargo, ninguno de los que he compartido para la plataforma tiene un "disfraz" tan asombroso como el espécimen protagonista de este artículo, un ser muy inofensivo y lento que se adaptó de una manera tan particular para sobrevivir.

"Si no soy rápido y no me puedo defender, entonces mejor me voy a esconder." Atentamente, un insecto con forma de palo.

Tenía casi treinta años sin encontrarme con un espécimen como el que ven en las fotografías, probablemente tuve a uno de estos insectos frente a mis ojos o a mi lado muchas veces en mis actividades de campo, pero sus disfraces son tan efectivos que es muy difícil verlos y si el propósito es encontrar alguno de estos insectos, lo más probable es que sea una tarea muy complicada, entrando aquí de forma positiva las siempre imprevistas casualidades. Se trata de un ejemplar de unos 6 centímetros de longitud con una simple coloración marrón clara encontrado en el estado Lara (Venezuela), evidentemente llama mucho la atención la curiosa forma de una rama que adquirió su alargado cuerpo gracias a la evolución, en donde la cabeza y otras partes son hasta difíciles de distinguir la primera vez que se ve debido al elevado grado de cripsis visual que posee, el mismo fue observado en el follaje bajo de distintas plantas arvenses (malezas) en horas del mediodía.

No es un fásmido (grupo de los llamados insectos palo)

A pesar del evidente aspecto con forma de rama que tiene este muy delgado ejemplar, he de añadir que no es y tampoco pertenece al famoso grupo de los llamados "insectos palo" y es probable que esto se lea de una manera algo confusa o contradictoria, entonces ¿Qué es? este ejemplar en realidad es una variedad muy original de saltamontes con un grado de cripsis que está a otro nivel, así como hay algunos que parecen hojas, también existen otros como el de este post que parecen una simple rama o palo tanto en forma como en color. Dicho esto, hay varias maneras de distinguir a estos ejemplares de saltamontes de los auténticos "insectos palo" y en realidad es algo muy sencillo, pues, para esto solo basta con enfocar la vista en sus cabezas y en las patas, el ejemplar de las fotos tiene la cabeza alargada, ojos algo sobresalientes y antenas muy cortas, mientras que en los fásmidos (insectos palo auténticos) la cabeza es pequeña y las antenas son largas, además al ser un "saltamontes" el ejemplar de este post, las patas posteriores son largas y fuertes para saltar, los fásmidos no saltan y por ello carecen de este tipo de patas.

^{Nota: Los saltamontes y grillos son del orden Orthoptera, mientras que los insectos palo son del orden Phasmatodea, así que el de este post al ser un saltamontes se ubica con los Orthoptera.}

Los detalles de la cabeza en este ejemplar anteriormente mencionados pueden ser vistos en la fotografía de esta sección, además también se hacen evidentes lo largas que son las patas traseras, si solo centramos la atención en sus patas nos daremos cuenta que por la forma y posturas de las mismas es un saltamontes.

En esta fotografía se evidencia un poco el tamaño del ejemplar en comparación con parte de mi mano, además en la foto más pequeña se muestra lo realmente bueno que es su camuflaje al estar sobre una planta de ramas delgadas, prácticamente se fusiona con la planta. A su vez, como lo indican las fotografías el ejemplar pertenece a una no muy conocida familia a la que en antaño se le dio el nombre de Procospiidae y pese a que solo alberga a unas pocas cientos de especies, están muy bien distribuidas en américa del sur, de hecho solo se pueden encontrar en esta parte del mundo. De igual manera, se destaca que los miembros de este grupo de curiosos "saltamontes" son difíciles de identificar debido a las amplias similitudes de muchos de sus miembros, por ejemplo, el ejemplar modelo de esta publicación se ubica en la tribu Tetanorhynchini y a pesar de que este taxón solo tiene 4 géneros que lo integran es realmente complicado dar con una de sus especies sin tener amplio conocimiento de las mismas, por ende, en este artículo no se destacará a ninguna especie y tampoco podré dar el nombre científico de este ejemplar que han visto en las fotos.

Con respecto al comportamiento observado en el espécimen, se destaca que son de movimientos muy lentos, ante las ráfagas de aire balancean sus cuerpos de un lado a otro a modo de fortalecer el disfraz que llevan, es decir, estos movimientos repetitivos emulan a los efectuados indirectamente por las plantas cuando son impactadas por el viento, de esta forma el camuflaje por parte del saltamontes se fortalece. Ante la presencia de amenazas el ejemplar se mantiene inmóvil y sus movimientos lentos también se sincronizan en parte con los del entorno, con esto quiero decir que el insecto se mueve lentamente a medida que la planta que lo alberga es movida por el viento, cuando su presencia es captada o si no le queda de otra puede dar un salto corto a otro lugar para intentar huir.

La postura adoptada por el espécimen apreciada en la fotografía es la de salto, fue tomada segundos antes de que diera una salto para intentar huir de mi presencia, en la foto se observa como el último par de patas es "comprimido" momentáneamente y luego las extiende a gran velocidad para dar ese salto que lo lleve a otro lugar.

Otra cosa que quizás hayan podido notar es que no tiene presencia de alas, por lo que ninguno de estos pueden surcar el aire como lo pueden hacer otros, por ello sus vidas se enfocan más en intentar engañar a los ojos que lo rodean debido a las limitaciones que tienen, ni siquiera cuentan con alguna forma de defensa. Para reunir las fuentes de energía que necesitan son practicantes de la herbivoría, por lo que el consumo intensificado de algunas plantas puede generar que en determinados casos sean considerados plagas algunas de estas especies de la familia Proscopiidae, pero tampoco son muy amenazantes dentro de los agroecosistemas y por ello no son tomados en cuenta como agentes de importancia agrícola (Pueden haber excepciones).

Entre otros detalles de la familia a la que pertenece este ejemplar (Procospiidae) podemos encontrar una marcada cercanía entre el par de patas medias con las posteriores, si vemos en las imágenes notaremos que estas patas están muy juntas mientras que el primer par de patas está muy separado del resto, este rasgo es propio de los miembros de Procospiidae y es una buena manera para reconocerlos, también es un aspecto muy util para diferenciarlos de los ya mencionados y famosos "insectos palo" (Phasmatodea).

Todas las fotografías pertenecen al autor @abneagro. Las imágenes fueron editadas con la aplicación Canva.

Algunas referencias:

Insectos palo (Phasmatodea)

Orden Orthoptera

Proscopiidae