Reconocimiento y características de un estadio inmaduro de un miembro de la familia Cicadellidae

La identificación de ciertos insectos durante sus fases juveniles puede resultar una tarea complicada debido a las grandes diferencias que tienen en dichos estadios tempranos de desarrollo cuando se comparan con formas adultas de los mismos. En este sentido, en esta publicación se discutirán detalles inherentes a los estadios o fases juveniles de insectos propios del suborden Auchenorrhyncha (Hemiptera), para esto se utilizará como muestra un pequeño ejemplar que hasta el momento no he podido identificar; sin embargo, las características que posee sirven como referencia y como motivo de discusión.

Una de las cosas que genera más confusión y asombro del mundo de los insectos es todo aquello que está ligado al desarrollo de los mismos, pues, durante estas fases cada uno de estos organismos puede resultar ser muy distinto a nivel externo de lo que estamos acostumbrados a ver. A su vez, ejemplos destacados de esto se ven reflejados en aquellos hexápodos que cuentan con lo que se denomina metamorfosis completa; en este punto las polillas, mariposas, abejas, escarabajos o las mismas moscas nos demuestran una serie de transformaciones que van ocurriendo en sus cuerpos desde el momento en el que emergen de los huevos siendo una pequeña larva u oruga. Aquí lo que resulta increíble es el hecho de que una larva que tiene un cuerpo blando y alargado, patas muy cortas o ausentes, ojos poco desarrollados, carencia de antenas y sin alas, puede llegar a adquirir una composición estructural tan pronunciada en la adultez que simplemente parecen ser otra forma de vida. De igual manera, si hoy en día el acceso a la información fuera más limitado, estoy muy convencido de que no sería posible creer que una oruga y una mariposa estuvieran relacionados como juvenil y adulto por las grandes diferencias que hay, quizás esto fue lo que se pensó en los inicios de la humanidad cuando todo lo que forma parte de este planeta era más desconocido.

Por otro lado, entre los insectos no siempre las diferencias entre juveniles y adultos llegan a ser tan distantes, ya que hay otros grupos que tienen un desarrollo un poco diferente al no ser larvas u orugas en un inicio como los ejemplos que se mencionaron en el párrafo anterior. Los artrópodos que omiten el ser larvas son aquellos que tienen una metamorfosis simple y, en lugar de larvas, estos emergen de los huevos siendo una modesta copia en miniatura de los adultos de su respectiva especie que va aumentando su tamaño a medida que el tiempo transcurre (ninfa), esto puede verse como más normal, pero hay especies que durante sus fases iniciales pese a tener cierta cercanía morfológica con sus progenitores otras características que aun no desarrollan pueden hacer dudarlo. A partir de lo anteriormente mencionado entra en vigencia el factor "dificultad para identificar especies", pues, estas ninfas por lo general tienen colores distantes al de los adultos, tampoco tienen alas y no puede saberse fácilmente el sexo hasta que alcanzan un desarrollo más avanzado, además hay otras estructuras claves que continúan siendo muy pequeñas por el escaso desarrollo y esto limita más el proceso investigativo concerniente a determinar y clasificar especies. Asimismo, si nos vamos a cualquier escrito de carácter científico es común encontrarse con líneas de texto que remarcan cosas como "se desconoce la biología de estadios juveniles de este insecto", esto en muchos casos se origina porque algunas ninfas por sus tamaños y morfología son difíciles de encontrar y, en caso de visualizarlas, entonces entran en rigor las características que no coinciden del todo con los adultos, siendo esto una de las limitantes que inhiben el desarrollo de una determinada investigación.

En una planta o sobre varias de estas se pueden encontrar una determinada variedad de insectos, aquellos que se alimentan de ellas forman parte de las comunidades que hacen vida y se consolidan sobre los organismos vegetales, mientras que otros solo llegan por casualidad o para ser depredadores de aquellos que viven allí. En este sentido, los insectos fitófagos tienden a colocar sus huevos en las plantas nutricias para que dicha descendencia cuente con alimento desde el primer día que vean la luz por primera vez, de manera que, durante casi toda su vida harán vida y se desarrollarán en el mismo lugar, manteniendo los números que les darán un cupo asegurado dentro de dicho ecosistema. Desde hace un tiempo sigo el rastro de un pequeño grupo de insectos que se adueñó de una de las plantas que tengo en casa, sobre su follaje conviven un gran grupo de insectos hemípteros, principalmente especies de las familias Cicadellidae y Membracidae, en esta planta he contabilizado unas 4 especies distintas para Cicadellidae y para la última mencionada solo una. Ahora, con los ejemplares adultos no he tenido problemas para identificarlos por el hecho de que no son especies muy desconocidas, además algunas de ellas son consideradas plagas agrícolas y por tal motivo tengo cierto conocimiento sobre dichas especies; sin embargo, un bajo número de pequeños ejemplares que no había visto están comenzando a proliferar en la zona, motivo por el que decidí hacerles un seguimiento para intentar descubrir la especie y para determinar si son o no problemáticas.

El ejemplar que hasta ahora me ha dado dolores de cabeza es el que ven en las fotografías, la molestia no es porque estén acabando con las plantas, sino que no he podido saber a qué especie pertenecen. El tamaño que tienen puede hacerlos parecer como una pequeña semilla o desechos de otro animal, así lo creía en un principio hasta que este se movió, con movimientos cortos y con repentinos saltos que los hacían desaparecer entre el espesor del follaje de la planta me imposibilitaba la captura de los mismos. A su vez, el hacer las fotografías implicaba rapidez de mi parte, ya que ante cualquier movimiento saltaban de un lugar a otro y nuevamente desaparecían, de esta manera estuve por mucho tiempo hasta que logré obtener algunas fotos que por medio del zoom me permitían ver ciertas características.

Por medio de varias fotografías pude percatarme que era un insecto, pero necesitaba colectar uno de estos pequeños ejemplares para lograr obtener imágenes más precisas. De esta manera, tras la captura de uno de ellos lo observé a través de diferentes lentes hasta obtener una imagen que permitiera ver sus principales características morfológicas, aquí se corroboró que era un insecto del orden Hemiptera y que su estado de desarrollo era inmaduro; sin embargo, saber a qué grupo de hemípteros pertenece era la siguiente tarea que tenía pendiente. Anteriormente mencioné que en la planta de colecta habían diferentes especies de hemípteros de las familias Cicadellidae y Membracidae, ambos grupos son de la superfamilia Membracoidea, así que están estrechamente relacionados siendo 2 de los taxones más conocidos y odiados en los sistemas de producción agrícola, estas pequeñas ninfas que encontré en la planta pueden ser estados juveniles de alguna de las especies que hay en la zona y que pertenecen a las familias ya mencionadas.

Las posteriores investigaciones se basaron en la colecta de ejemplares adultos de distintas especies y buscar referencias que sirvieran como guía para conocer sus estados como ninfa, así se podían hacer comparaciones con el ejemplar desconocido que se muestra en esta publicación. No obstante, ninguno de los estados juveniles de las especies adultas colectadas coincidían con este, por lo que el proceso se fue estancando cada vez más.

Por otro lado, durante las observaciones iniciales lo primero en lo que centre mi atención era en la cabeza del insecto, esta tenía una forma que recuerda en cierto sentido la punta de una flecha con sus 2 ojos compuestos manteniendo un determinado margen de separación uno del otro. En estas características si tiene similitudes con especies de Cicadellidae, además al final de su abdomen tenía un conjunto de filamentos blancos que presentaban cierta movilidad, es decir, esta ninfa podía cambiar la posición de estos filamentos, por lo que el aspecto que tenían era como si de una cola provisional se tratara. En Hemiptera ya es muy conocido que varios de sus miembros pueden emplear o producir partículas cerosas de color blanco u amarillento para diferentes situaciones, lo principal es para protegerse y aislarse de agentes externos, esto lo pueden hacer tanto los ejemplares adultos como las ninfas. Sobre esto he compartido varios escritos en donde se le hace mención a la utilidad de estas capas y se han mostrado ejemplos, pero el problema es que en los ejemplares que muestro en este artículo estas partículas no cubren su cuerpo, sino que todo queda reducido a una especie de cola compuesta por este material ceroso, en el caso de estas ninfas desconozco la utilidad de dicha "cola".

Como se habrán dado cuenta, este joven ejemplar mide tan solo 2 milímetros y sus colores se mantienen entre el marrón y el amarillo, el primer color está más distribuido por todo su cuerpo, mientras que el segundo solo está presente en toda el área dorsal y frontal de la cabeza. A su vez, las patas son translúcidas y no tienen un color o marcas sobre estas, por lo menos no en la fase de desarrollo en la que está; dichas unidades empleadas para movilizarse y saltar eran una de las piezas que quería observar mejor, pues, gracias a ciertas claves que están presentes en las patas podría tener mayor certeza de si era o no una ninfa de algún Cicadellidae, lo principal era buscar la presencia de una hilera de espinas presente en los últimos pares de patas.

Al buscar fotos sobre ninfas de Cicadellidae de forma general pude visualizar una gran cantidad de ellas que tienen un aspecto similar al espécimen de esta publicación, además sobre la planta en la que la encontré predominan los miembros de esa familia (Cicadellidae), lo que me hace suponer que también pertenece a ese taxón, aunque otros grupos como el de los Fulgoridae llegan a ser bastante similares también; no obstante, sobre estos últimos no encontré ningún ejemplar en la planta o rastros de los mismos, por lo que fueron descartados hasta el momento. Asimismo, una de las especies que más puedo encontrar en la zona es un Cicadellidae de color verde, esta pertenece a la tribu Gyponini y al género Gypona, no es precisamente el ejemplar adulto de la ninfa mostrada en este artículo, pero decidí colocarla como modelo para ver ciertas características que están presentes en adultos de esta numerosa familia de insectos y de la que carecen las fases más jóvenes o imperfectas de los mismos.

El color que tenga una determinada ninfa o juvenil poco servirá para una posible identificación, ya que estos tienden a cambiar a medida que el desarrollo y las mudas cuticulares progresan, por lo que una ninfa en su primera fase puede ser blanca, pero en la segunda o tercera su color cambia al verde o al marrón por mencionar un posible ejemplo, esto es algo que varia mucho entre especies. Por otra parte, si vemos la cabeza del ejemplar verde y el de la ninfa podemos notar que la forma de este segmento es muy similar entre ambos, ademas la posición sus ojos coincide, esto acerca a esta pequeña ninfa aun más a la familia Cicadellidae.

Durante los estadios iniciales de estos insectos, las crías van a compartir ciertas similitudes con los adultos, pero también van a carecer de muchas estructuras debido a la falta de desarrollo. Una vista dorsal de esta ninfa nos demuestra que por el momento no tiene alas, pero ya presenta los esbozos de lo que serán sus alas, esto puede notarse en la fotografía marcado con líneas rojas para un mejor entendimiento por parte del lector. El hecho de que ya muestre los indicios poco desarrollados de lo que serán sus alas indica que ya se encuentra en una fase más avanzada a las iniciales, pues, durante las primeras etapas estas partes todavía no se ven y se irán haciendo presentes a medida que empiece a realizar mudas de cutícula. En etapas muy tempranas de crecimiento son formas de vida muy propensas a ser capturados por depredadores, el no poder volar limita mucho sus propias posibilidades de sobrevivir al peligro, pero para reducir en cierto grado los riesgos pueden utilizar sus patas posteriores para impulsarse y dar saltos que les den una segunda oportunidad de seguir viviendo. Ya en la muda final el insecto tendrá sus alas completamente desarrolladas y funcionales, albergando en total 2 pares de alas membranosas y también obtendrá el color que caracteriza a su especie.

Por otro lado, mi investigación hasta ahora continua en marcha, ya que debo intentar descubrir la especie a la que pertenece esta pequeña ninfa, pero sentía la necesidad de mostrar un poco el avance que llevo y para mostrar en parte lo distinto que puede parecer un insecto cuando su desarrollo no finaliza. En este sentido, las ninfas terminan por ser la parte más desconocida de la vida muchos insectos, ya que algunas observaciones de rutina o superficiales no son suficientes para una buena identificación, se requiere profundizar más y ser más detallistas para poder ir avanzando y obtener los resultados que permitan ir filtrando especies hasta llegar a la que se desee. Asimismo, muchos de los grupos que comprenden a los hemípteros poseen ninfas (juveniles) que son muy semejantes pese a pertenecer a taxones distintos, dichas similitudes comienzan a desaparecer a medida que estos crecen y se desarrollan, siendo las formas adultas las que poseen las estructuras completamente desarrolladas que permiten una mejor y más sencilla identificación. También resulta vital destacar que en muchas ocasiones las ninfas de las especies fitófagas son más dañinas para las plantas que los propios ejemplares adultos, recordemos que las ninfas no vuelan y esto hace que permanezcan por un determinado tiempo sobre las plantas en las que nacieron alimentándose progresivamente, de esta manera, una gran cantidad de estas llega a generar mucho daño sobre las especies vegetales.

Todas las imágenes pertenecen al autor @abneagro. Las fotos fueron tomadas con un teléfono Redmi 8A y se editaron con la aplicación Canva.

Algunas referencias:

¿Qué es la metamorfosis?

Animales que sufren metamorfosis

Familia Cicadellidae