¿Puede una avispa controlar una araña? | Generalidades sobre una avispa ectoparasitoide
Hace aproximadamente 6 meses realicé una publicación sobre la identificación de unas arañas de la familia Tetragnathidae, además pude compartir algunos aspectos bastante interesantes sobre ellas, todo esto puedes verlo en este enlace. Sin embargo, algo en lo que hice poco énfasis fue en destacar a sus principales rivales, con esto me refiero a nombrar aquellas formas de vida que repercuten en la vida de estas arañas ya sea de forma directa o indirecta, de manera que, este artículo que están leyendo será algo novedoso, ya que se hablará sobre el particular estilo de vida que llevan determinadas avispas que están estrechamente relacionadas con algunas arañas.
Hablar de avispas o de himenópteros en general siempre es algo que resulta interesante, ya que desde mi perspectiva este conjunto de insectos son de los más interesantes que existen, sin restarle mucho mérito a los miles de artrópodos diferentes que hacen vida en nuestro planeta. Lo que sucede con los himenópteros es que en términos evolutivos han alcanzado una fase que prácticamente está ausente en otros insectos o es poco implementada, con esto me refiero al desarrollo de conductas sociales que les han servido para poder consolidarse como seres vivos de alto valor para los ecosistemas. Sin embargo, no todos los miembros que constituyen a este orden (hymenoptera) aplican los mismos principios eusociales para vivir, ya que el principal impedimento de esto terminan siendo sus propios hábitos alimenticios o sus estilos de vida, es decir, que así como las abejas hacen colonias con jerarquías para poder sobrevivir, otros prefieren mantener una vida solitaria en donde solo dependan de sí mismos para mantener a su propia especie dentro de los ecosistemas. En este sentido, las especies del orden Hymenoptera han logrado diversificar en gran medida sus hábitos, por lo que dentro de un grupo de más de 150.000 organismos con similitudes y con diferencias externas encontramos también conductas sociales, solitarias, fitófagos, depredadores y hasta parasitoides.
Por otro lado, sobre parasitoides (avispas) ya he escrito algunos artículos, pero a pesar de que todas las avispas que comparten este estilo de vida parásito tienen cosas en común, también se desenvuelven de una forma diferente que les da un excelente punto atractivo, por lo que algunas de ellas se adaptaron para parasitar huevos, otros ejemplares parasitan a nivel interno a su huésped (endoparásitos) y otras lo hacen externamente, en pocas palabras son los que se denominan ectoparásitos. A su vez, hay especies que solo parasitan a un solo tipo de organismo o los huevos de este, un ejemplo está en las avispas que exclusivamente utilizan a las orugas de mariposas o sus huevos para alimentar a sus larvas, para esto colocan un huevo dentro de la oruga o fuera de esta y la larva cuando nazca hará su proceso de alimentación por si sola, matando en el proceso al estado juvenil (oruga) de la desafortunada mariposa. Estos estilos de vida pueden llegar a parecer de los más crueles desde la perspectiva humana, pero en realidad es un proceso simple con matices de complejidad que forma parte natural de la vida y la muerte, ambos procesos van siempre tomados de las manos.
La semana pasada estuve varios días realizando estudios sobre un conflicto que hay entre 2 tipos de pequeñas abejas que habitan en una misma zona, sobre esto probablemente haga una pequeña publicación cuando reúna el material suficiente, mis observaciones en dicho lugar se vieron algo entorpecidas porque un insecto volador de una tonalidad anaranjada de manera frecuente llamaba mi atención, así que me dispuse a esperar que se detuviera en algún lugar para poder ver de qué se trataba, este insecto iba y volvía a la zona cada cierto tiempo, durante su vuelo intentaba posarse sobre algunas plantas pero a la final desistía y se marchaba. Al cabo de unos minutos regresó y se detuvo en una planta, al observarlo noté que era una avispa parásita de la familia Ichneumonidae, sobre estas avispas tengo algo de conocimiento y además son muy apreciadas en la agricultura por el accionar controlador que ejercen sobre otros artrópodos, de esta manera obtuve algunas fotografías y colecté al ejemplar para realizar otras observaciones con más calma, además era un buen ejemplar para compartir una publicación para la plataforma.
Las fotografías que se muestran son las primeras imágenes que obtuve del ejemplar, este resultó ser muy dócil y me permitió tomar la hoja en la que estaba para lograr obtener un mejor angulo y fotografiarlo, gracias a ciertos detalles que ya conocía pude deducir que era de la familia Ichneumonidae; sin embargo, necesitaba recopilar otros datos de la zona de colecta para poder tener pistas que me aproximaran a la especie, ya tenía una idea de lo que debía buscar y estos eran las posibles presas o huéspedes que utilizan, esto me permitiría saber si estaba de paso o si en esta zona se encuentran los huéspedes necesarios, ya que el hecho de que saliera y volviera varias veces a este lugar podía ser un indicador de que esta zona es perfecta para la reproducción al contar con el alimento esencial para sus larvas, así que tenía que observar mejor mis alrededores.
La zona en la que colecté a este ejemplar de avispa está constituida por muchos pequeños arbustos, así que sin alejarme mucho de la planta en la que se detuvo la avispa comencé a inspeccionar detalladamente, el objetivo principal era encontrar orugas de mariposas o larvas de algún escarabajo, ya que por lo general son los huéspedes más comunes que utilizan estas avispas. No obstante, cualquier otro artrópodo de tamaño moderado también entraría entre los datos de la colecta, ya que como suelo mencionar, en la naturaleza no todos las especies siguen las mismas reglas, así que hay que obtener la mayor cantidad de datos que se pueda para tener distintas posibilidades que permitan llegar o aproximarse al resultado que se desea. Dicho esto, en las plantas no encontré ningún tipo de larvas u orugas, pero si habían exactamente 3 arañas hembras del género Leucauge el cual pertenece a la familia Tetragnathidae y algunos de estos ejemplares se muestran en las fotografías, las posibilidades de que estas arañas fueran los posibles huéspedes de estas avispas eran altas, pues, hay muchos parasitoides que emplean a las arañas para alimentar a sus larvas.
Por otro lado, al observar a este ejemplar de himenóptero con más calma y gracias a los datos que ya había recopilado anteriormente, pude confirmar que efectivamente pertenecía a la familia Ichneumonidae, uno de los taxones más diversos que hay entre todos los himenópteros y con uno de los estilos de vida más fascinantes o extraños, todas ellas son parasitoides de distintos artrópodos, por lo que constituyen una pieza de mucha relevancia en lo que respecta al control poblacional de distintas formas de vida del filo Arthropoda. Estas especies están distribuidas por todo el mundo, tomando en cuenta que hay un estimado de 25.000 especies diferentes y con un grado de especialización variable, una de las zonas más ricas en ejemplares son las regiones neotropicales gracias a la diversidad biológica que caracteriza a estos espacios al contar con muchos posibles huéspedes o fuentes de alimento para estas avispas.
Ahora, volviendo al tema que concierne a la identificación de esta avispa y lograr despejar mis dudas sobre si las arañas eran los posibles huéspedes de sus larvas, solo tuve que buscar alguna relación entre las avispas Ichneumonidae y las arañas de la familia Tetragnathidae, partiendo aquí lo realmente interesante, ya que si hay especies de avispas parasitoides que necesitan específicamente de las arañas de la familia Tetragnathidae para que sean huéspedes de sus larvas, así que mi sospecha inicial no estaba del todo errada. Esta avispa pertenece al género Acrotaphus y cuenta con un aproximado de 25 especies, estas tan solo son algunas de las que emplean a estas arañas como huespedes, ya que otras avispas de otros grupos de esta misma familia (Ichneumonidae) también lo hacen, un ejemplo está en las que pertenecen al género Hymenoepimecis.
Antes de entrar en contexto sobre la manera en la que sobreviven estas especies de avispas en necesario hablar un poco de su morfología. Para empezar tenemos que mide aproximadamente 2 centímetros, su coloración predominante es anaranjada y dicho color es compartido también con el amarillo, también una porción de sus alas anteriores tiene patrones o franjas negras, mismo color que posee la parte final del abdomen y los tarsos de sus patas posteriores. La cabeza es negra y tiene una forma algo redondeada, antenas muy finas y alargadas destacan fácilmente en esta primera región de su cuerpo, mientras que en la parte superior de la cabeza sobresalen un conjunto de 3 ojos simples que se complementan con sus 2 grandes ojos compuestos. Sin embargo, es probable que lo que más llame la atención sea esta alargada pieza que sale al final del abdomen, esto es lo que se conoce como oviscapto u aparato ovipositor, basicamente es una estructura que poseen las hembras y con la que inoculan sus huevos dentro o fuera de la víctima, esto depende mucho de la especie, incluso puede estar ausente o ser más corto en otros tipos de parasitoides.
Al hacer una toma cercana del abdomen podemos notar que todo este gran color rojizo que se ve en todo su cuerpo no es el único, pues, hay muchos segmentos amarillentos que no se pueden ver a simple vista, gracias a esta mezcla de pigmentos el color resultante o el que se ve normalmente es el anaranjado.
La manera en la que se desarrollan estas avispas desde la etapa larvaria hasta la adultez es realmente sorprendente. Todo comienza con una hembra previamente fecundada, esta por medio de las antenas es capaz de captar o seguir los rastros de sus víctimas, en este caso las arañas de la familia Tetragnathidae. Dichas arañas al ser tejedoras muy poco se mueven de sus telas, esto hace que la avispa hembra las vea como blancos fáciles, así que en cualquier descuido la avispa se acerca a la araña y por medio de su oviscapto coloca un huevo sobre su cuerpo, de este huevo emergerá la larva y se mantendrá por unos días sobre la araña. La larva de la avispa se irá alimentando de forma continua de los fluidos de su huésped, pero durante las fases iniciales de su desarrollo se va asegurar de que esta no muera, por lo que no puede abusar de forma muy pronunciada de la araña, posteriormente ocurre lo más interesante o perturbador para otros, pues, la larva tomará control de la araña y la obligará a realizar un entramado con su telaraña, una vez que lo termina la larva aniquila a su huésped y se sitúa justo en el centro de dicho entramado, aquí se encarga de tejer una cubierta para aislarse del exterior e inicia la fase de pupa, de esta última emergerá en pocos días el ejemplar adulto.
Por otra parte, se desconoce de que manera la larva de la avispa llega a controlar a la araña, puede ser por acción de ciertos compuestos que la larva va inoculando en el cuerpo de la araña, lo cierto del caso es que el huésped (araña) toma una conducta irracional o que no es propia de ella. Esto también recuerda a la acción que ejercen ciertos hongos entomopatógenos sobre los insectos, los cuales pueden hacer que el insecto se mueva estando incluso ya muerto y con el cuerpo destrozado, la naturaleza en muchas ocasiones puede resultar realmente increíble.
Como se puede apreciar, la vida de estas avispas o la forma en la que sobreviven es increíble y continua siendo algo enigmática, muchas veces podemos notar que un pequeño insecto puede verse inofensivo para nosotros, pero llega a ser una verdadera tortura para otros seres vivos que emplean para lograr sus propósitos, en este caso todo se reduce a desarrollarse y comenzar otro nuevo ciclo. En la agricultura algunas de estas avispas son factibles para el control de plagas, sobre todo de aquellas orugas o larvas que constantemente destruyen los cultivos, por ende, estas avispas siempre son medios biológicos que son empleados dentro de algún programa de manejo de plagas para reducir el uso de productos químicos o sintéticos, aunque para su uso o liberación de estas especies se requieren estudios previos. Asimismo, esta avispa no entraba precisamente en mis planes para elaborar alguna publicación, pero el dedicarle un poco de tiempo a la identificación de la misma me llevó a dar a conocer aspectos inusuales inherentes a su estilo de sobrevivir, esto resultó ser lo más importante, ya que es necesario dar a entender las funciones que realizan los artrópodos, la importancia y que a pesar de sus pequeños tamaños, estas formas de vida resultan ser una caja de sorpresas.
Todas las imágenes mostradas en esta publicación pertenecen al autor @abneagro. Las fotos fueron realizadas con teléfono Redmi 8A y se editaron con la aplicación Canva.
Algunas referencias e información de interés:
Avispas parasitoides del género Acrotaphus
Interesante información sobre insectos que parasitan otros insectos para ellos desarrollarse. Éxitos
Así es amigo, estas formas de vida son realmente interesantes, sobre todo por la manera en la que se desarrollan. Muchas gracias por pasar por mi blog, saludos.
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