Oxyopes salticus | Características generales y su relación con los agroecosistemas

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Sean bienvenidos a esta nueva publicación referida al siempre fascinante mundo de los artrópodos. En la presente entrada se analizará a una curiosa especie de araña perteneciente al género Oxyopes; de igual manera, se destacarán apuntes de interés sobre la familia a la que pertenece el ya mencionado ejemplar, esto con la finalidad de ir desglosando este taxón a partir de este artículo y que el mismo sea la base para futuras publicaciones.


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La araneofauna presente en los agroecosistemas generalmente funge como potenciales aliados para los productores o profesionales del área agropecuaria; pues, estos invertebrados son notables y activos organismos que ayudan directamente a controlar las poblaciones de diversos seres vivos de manera frecuente, esto puede contribuir a que una determinada población de algún artrópodo se mantenga en números estables; sin embargo, ciertas arañas pueden llegar a ser una molestia para el productor de turno debido a que muchas de ellas son tejedoras, esto hace que las partes aéreas de las plantas queden cubiertas por los finos hilos que estos arácnidos son capaces de elaborar, entorpeciendo de cierta manera las labores culturales que requiera el manejo de algunos cultivos.

En este sentido y como ya ha ocurrido con otros artrópodos, gran parte de las poblaciones de arañas han sido estudiadas con la finalidad de que puedan ser incorporadas en determinados momentos dentro de los sistemas de producción agrícolas, esto con la finalidad de que cumplan su papel como controladoras biológicas en estos espacios trabajados directamente por el hombre; aún así, esta tarea no es sencilla, ya que las arañas que mejor se pueden adaptar elaboran redes de telaraña lo que no es del todo factible, mientras que otras son extremadamente móviles, por lo que su estancia en los cultivos puede ser muy corta. De igual manera, otros grupos han encontrado cobijo en los agroecosistemas, pero estas si pueden ser un problema para el ser humano a pesar de que no seamos sus presas, en este caso tan particular les puedo mencionar al género Latrodectus, el cual alberga a las llamadas viudas negras, estas elaboran redes de telarañas que no poseen una forma definida, las pueden hacer bajo mesas, aberturas o en las plantas. Los accidentes con las viudas negras se pueden generar al momento de realizar la cosecha o cuando se inspeccione el cultivo, momento en el que la araña puede morder de manera accidental al productor, inoculando de esta manera un veneno que puede ser muy perjudicial para el afectado.

Por otro lado, otro género que se puede encontrar en las plantaciones de plátano es el Phoneutria, aquí se puede hacer mención directa a la Phoneutria nigriventer, conocida comúnmente como araña errante o bananera. Este arácnido a pesar de ser una gran depredador de organismos tanto vertebrados como invertebrados dado a sus grandes dimensiones, ha encontrado como refugios temporales los racimos de plantas del género Musa, convirtiéndose de esta manera en un posible peligro para el productor, debido a que es una araña que tiende a ser agresiva y por el hecho de que posee unos de los venenos más temidos de la naturaleza; no obstante, es importante recalcar que las arañas nunca buscan directamente atacar al hombre, lo hacen por miedo o defensa propia, los accidentes son casos aislados que ocurren más que todo por nuestra imprudencia al no percatarnos bien en donde metemos las manos o donde nos vamos a recostar.


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Continuando con todo lo ya mencionado anteriormente, existen otros grupos de arañas que si podrían encajar perfecto dentro de la agricultura, por ejemplo, las arañas saltarinas de la familia Salticidae, aun así, estas tienen la particularidad de ser extremadamente móviles, de manera que, la permanencia de éstas en las plantas puede ser temporal, ya que pueden moverse a zonas colindantes; mientras que, una familia que si puede cumplir este rol de una manera más efectiva puede ser la Oxyopidae, esto debido a que las integrantes de esta familia no elaboran redes de telaraña y tienen el extra de que son menos móviles, con esto se hace énfasis a que sus individuos pasan gran parte de sus vidas sobre plantas, además de que pasan largos periodos de tiempo en una misma planta o plantas adyacentes, por lo que cumple de cierta manera con lo que se busca en un organismo para el control biológico de plagas en los agroecosistemas.

De igual manera, otra familia con comportamientos similares es la Thomisidae, estas también hacen vida activa sobre las plantas y son muy eficaces para el control de poblaciones de otros artrópodos, sobre todo insectos. El problema de cuando se emplean este tipo de arácnidos en cultivos, es que son animales muy generalistas, es decir, que no tienen presas predilectas, entonces cualquier insecto que se acerque sea benéfico o perjudicial, tendrá el mismo destino, en pocas palabras, será el alimento de alguna de estas arañas.


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Por otro lado, la familia Oxyopidae tiene una amplia distribución en el mundo, albergando algunas especies que son más cosmopolitas que otras y teniendo además de notables diferencias entre si, cierta diversidad en lo que respecta a tamaños, por lo que tienen especies de mediano y pequeño tamaño, esto haciendo una modesta comparativa con otros grupos del orden Araneae. Entre los 9 géneros que integran a esta familia de arañas, se ubica el género Oxyopes, el cual posee más de 300 especies repartidas por los ecosistemas terrestres de nuestro planeta, evitando claro está, aquellas regiones de temperaturas extremadamente bajas; siendo la especie Oxyopes salticus de las más conocidas en el continente americano, distribuyéndose desde E.E.U.U hasta sur América, ejemplar que es muy frecuente de encontrar haciendo vida en una amplia variedad de especies vegetales.

La Oxyopes salticus es considerada como una de las arañas de mayor importancia dentro de la agricultura, claramente su ecología y estilo de vida en general, la han hecho un gran aliado en los agroecosistemas, ya que en las plantas destinadas a la producción encuentran una excelente cantidad de alimentos, mismos que vienen a raíz de la falta de competencia natural, de manera que, cualquier insecto que sobrepase el umbral de daño puede ser depredado por este tipo de arañas; aunque el control en sí dependerá más que todo sobre que tan pronunciado sea el número de Oxyopes salticus en las plantas.


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En cuanto a su morfología, salta a la vista su notable parecido con las arañas saltarinas (Salticidae), además de que poseen un tamaño muy similar, midiendo las hembras unos 6 milímetros mientras que los machos alcanzan los 4 mm de logitud. El color predominante de estas especies es el marrón con patrones blanquecinos sobre el dorso, estos último forman ciertas figuras que ayudan a la identificación, asimismo, el punto más notable que forman esta unión de colores es una figura con forma de diamante sobre el dorso del opistosoma, esto en el caso de las hembras, ya que los machos no lo poseen, pero si conservan el característico color marrón. Estos colores poco vistosos les permiten poder camuflarse con ramas, hojas secas o cualquier otro material orgánico que encuentren sobre la planta, aumentando de esta manera sus posibilidades de éxito tanto para evitar depredadores como para sorprender a sus presas.


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Como ya he mencionado en otros artículos, las arañas poseen ojos distribuidos de diferentes maneras sobre su prosoma y pueden poseer entre 6 a 8 ojos, también existen casos aislados de ejemplares con 4 o menos, pero siempre son números pares. Estos ojos suelen ser esenciales para diferenciar o identificar especies, por lo que siempre es necesario mirar los ojos al detalle para dar con una familia o ejemplar en sí, aunque hay algunas de las que no hace mucha falta porque son distinguibles a simple vista, tal es el caso de las arañas saltarinas (salticidae). Las arañas de la familia Oxyopidae poseen en total 8 ojos con su característica distribución, teniendo en la parte frontal los 2 más grandes y bajo estos los 2 más pequeños, el resto son ojos de mediano tamaño; asimismo, los ojos más pequeños vienen siendo los ojos secundarios, mientras que los más grandes serían los primarios. Cada uno de estos ojos tiene una función, es importante hacer mención a que las arañas tejedoras poseen una visión más primitiva o precaria, debido a que no necesitan tener una excelente vista porque pasan gran parte de sus vidas posadas sobre sus telarañas, por su parte, las cazadoras si tienen unos ojos más desarrollados y con una distribución ideal para poder distinguir y encontrar a sus presas, de manera que, la distribución de sus órganos visuales va en base a la especialización que han adquirido tras el paso de los procesos evolutivos, por ende, la forma en cómo se distribuyen y el tamaño de los mismos varía según la especie de araña.


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Por otro lado, ya haciendo énfasis en sus piezas bucales tenemos los quelíceros, estas piezas o apéndices modificados son las herramientas con las que estas y otras arañas son capaces de inocular el veneno y enzimas en las presas, gracias a los quelíceros una araña puede no solo paralizar o matar a su presa, sino que las enzimas que también inyectan contribuyen a que los órganos y otras partes de la víctima se disuelvan y el arácnido pueda posteriormente succionarlos; cabe destacar que, las arañas no se alimentan por los quelíceros, estas piezas solo son necesarias para que puedan envenenar y poner en marcha las enzimas sobre la presa, ya una vez que el alimento está listo, la araña acerca su boca y puede absorber todo el coctel de su infortunada víctima.

Por medio de los quelíceros también se pueden separar a las arañas en 2 grupos, específicamente los 2 subordenes que integran al orden Araneae, el Araneomorphae en el cual sus miembros poseen los quelíceros cruzados tal cual como se observa en la foto de la derecha y el otro es el Mygalomorphae, en los cuales estas piezas se mantienen hacia atrás y no se cruzan, en este último grupo entran las llamadas tarántulas.


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La Oxyopes salticus suele ser un arácnido muy cauteloso y paciente, pues, de esto dependerá el que pueda o no conseguir alimento, se suelen diferenciar a nivel de conducta de las Salticidae por el hecho de que son menos móviles, además de que su visión es menos desarrollada que el de las arañas saltarinas, aún así a la hora de conseguir alguna presa no tienen nada que envidiarle, ya que se abalanzan con una gran velocidad sobre aquel insecto que se cruce ante sus sentidos y, también pueden dar saltos rápidos si lo ven necesario. Los miembros de esta basta familia conocida a nivel científico como Oxyopidae, se han especializado para conseguir alimento de una manera algo diferente al resto, en teoría, disponen de una mezcla entre la agilidad de las Salticidae para atrapar rápidamente a las presas y también gozan de la paciencia de las tejedoras, ya que pueden pasar largos ratos inmóviles en algún punto de la planta para esperar su alimento, siendo una estrategia que hasta el día de hoy les ha resultado para seguir manteniendo buenos números en la naturaleza.


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Sobre las Oxyopidae también podemos encontrar otro peculiar detalle y este tiene que ver con sus patas, si han podido notar a lo largo de las fotografías mostradas, este ejemplar posee los vellos o setas de las patas más largos y endurecidos, asemejándose cada uno de estos a espinas; estas setas especializadas les ayudan a capturar a sus presas y a poderse adherir a alguna superficie en caso de alguna caída, no obstante, la principal función que cumplen la mayoría de estas quitinosas estructuras es del tipo sensorial, facilitando a la araña el poder recopilar mayor información sobre su entorno y sobre cualquier ser vivo que se le acerque, logrando de esta manera poder estudiar mejor los movimientos de una presa por citar algún ejemplo.

Como ya se sabe, las arañas poseen 8 patas en total, 4 en cada lado, pero curiosamente el ejemplar presentado por medio de esta publicación le falta una de sus extremidades, la pérdida de esta no supone un problema para ella, pues, aún tiene 7 patas con las que pueden seguir cumpliendo su función, además algunas arañas son capaces de seguir realizando mudas de cutícula una vez que alcanzan la adultez y con cada muda pueden regenerar las extremidades que han perdido. En la fotografía de arriba se puede ver la parte baja del prosoma, en donde está la palabra "patas" se ubica el esternón y a cada lado se aprecian los primeros segmentos (coxa) de 4 de sus patas.


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Cuando se observa la parte baja de su opistosoma (abdomen), se pueden apreciar detalles que son desconocidos por muchos. Bajo el opistosoma podemos encontrar además del ano, una pequeña abertura llamada epigino, lo que demuestra que esta araña del género Oxyopes es una hembra, pues, el macho carece de esta sección y es en esta, en donde este último suele inocular el saco espermático. Esta no es la única manera de determinar de sexo de estos arácnidos, ya que también poseen un dimorfismo sexual marcado, de manera que, además del color o el tamaño, en los machos los pedipalpos son más gruesos y poseen una estructura en forma de bulbo en cada palpo con el que estimulan e introducen un saco espermático en las hembras a la hora de reproducirse.

De igual manera, en la imagen de la derecha se pueden observar las hileras al final del opistosoma, estos pequeños apéndices son los encargados de expulsar la telaraña que, aunque en este tipo de arañas no son muy esenciales para conseguir alimento, gracias a esta seda pueden prevenir caídas y brindar protección a los huevos que coloquen, es por ello que conservan la producción de telaraña; el número y la ubicación de las hileras suele variar entre especies de arañas, teniendo generalmente más de ellos las tejedoras, claramente es debido a su notable especialización que les permite elaborar grandes telas orbitelares.


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Como ya se ha podido notar, la especie Oxyopes salticus reúne una serie de características morfológicas vitales que les garantizan el éxito dentro de los espacios naturales , además de que todo esto les ha garantizado cierto respeto dentro de la agricultura impartida en algunos países; sin embargo, la cría y la posterior liberación de estas arañas en campos cultivados puede ser un problema y los posibles resultados que se esperan pueden ser bajos, la razón es que como ya había mencionado en anteriores párrafos, las arañas suelen ser muy generalistas y poco selectivas a la hora de buscar presas, por lo que si la población de arañas liberadas es mucha y la disposición de alimento es baja, entonces estas se van a consumir entre sí mismas, sobreviviendo tan solo las más fuertes y reduciendo drásticamente los números en relación con los que se liberaron inicialmente, lo que podría ser una pérdida de tiempo al inicio; sin embargo, unos números controlados de estas especies por planta, quizás si sea una alternativa más viable a largo plazo.


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Todas las fotografías presentadas en esta publicación pertenecen al autor @abneagro, las fotos fueron tomadas con un dispositivo móvil Redmi 8A y fueron editadas con la aplicación Canva.


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Referencias e información importante:

Familia Oxyopidae

Suborden Araneomorphae

Características generales arañas


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