La inusual morfología de un desconocido insecto parasitoide

En el mundo, hay tantas especies de insectos que realmente resulta imposible conocerlos a todos, por lo que ocasionalmente veo fotografías o estudios que realizan en otros países sobre insectos que morfológicamente son increíbles, muchos de estos nunca podré verlos de cerca, ya que los límites geográficos se vuelven un gran impedimento para ello. Sin embargo, en mi país también hay muchos especímenes que desconozco, así que todavía me falta mucho por descubrir y aprender sobre estas formas de vida. Este es precisamente uno de los puntos a los que va dedicada esta publicación, pues, el insecto que presentaré en este artículo era desconocido para mí, ya que solo había podido verlos en fotografías y el conocimiento que tengo sobre ellos es bastante limitado, así que mediante este escrito se compartirán algunos de los detalles y experiencias más interesantes que se encontraron en este particular insecto.

Uno de los puntos más interesantes de estudiar aspectos inherentes a la naturaleza es que esta siempre te sorprende con cosas nuevas, ya que los ecosistemas no son lugares estáticos, sino que siempre están en funcionamiento sufriendo inimaginables cambios y transformaciones que algunas veces no somos capaces de percibir, en parte esto se debe a que le prestamos muy poca atención a la vida y a los procesos naturales que nos rodean. En cualquier ecosistema siempre existirán entradas y salidas, ya que es así como funciona cualquier sistema, así que una de las entradas que como humanos podemos percibir con mayor facilidad en los espacios naturales es la visita a estos de nuevos organismos que llegan en busca de alimento o de un nuevo hogar y, es en este punto, en donde nuestra curiosidad toma el control y nos induce a querer saber más sobre estos nuevos visitantes que quizás nunca habíamos visto. Asimismo, lo nuevo genera muchas dudas e interrogantes, sobre todo si lo que tenemos ante nuestros ojos es un ser vivo, ya que cada tipo de organismo es una cápsula de muchas variantes que se van volviendo un mundo de posibilidades, siendo esto uno de los aspectos más interesantes que circulan entre diferentes ramas de la ciencia y los temas que se estudian en cada una de ellas.

Por otro lado, el cuerpo o la morfología que tiene un determinado insecto puede ser una de las cosas más confusas e interesantes, ya que cada pieza que lo conforma tiene un propósito que se originó producto de la evolución para su propia supervivencia, así que el intentar saber cómo funciona cada estructura que integra a estos artrópodos requiere de muchas pruebas y estudios para tener valiosos acercamientos de carácter científico. En este sentido, la clasificación de cada insecto es una de las mejores maneras para agrupar a todos los que comparten características en común; sin embargo, algunos de estos han pasado por un proceso evolutivo tan marcado que terminan pareciendo una mezcla de distintas especies, así que en un inicio puede ser muy difícil saber el tipo de insecto al que realmente pertenecen los ejemplares que llegan a compartir ciertos rasgos morfológicos pero que también tienen otros que los distancian, requiriendo estos estudios mucho más profundos para conocer la estrecha línea que los separan en grupos distintos.

Desde hace mucho tiempo he visto sobre diferentes plantas unas especies de crisálidas adheridas a sus hojas, el problema era que casi siempre estaban vacías o sin nada en su interior, exceptuando tan solo una vez que pude encontrar una de ellas con una larva de color blanquecino adentro; sin embargo, por falta de tiempo fue imposible saber qué tipo de insecto saldría de esa crisálida o pupa, así que dicho tema había quedado en el olvido o como una investigación pendiente. Al cabo de un tiempo mientras se le realizaban diversos mantenimientos a una pequeña huerta, una de estas "cápsulas" se hizo presente entre las plantas que se iban a eliminar de la zona, la transparencia que caracteriza a esta crisálida hacia posible ver que dentro de ella había un insecto casi desarrollado que estaba a poco tiempo de emerger, así que el espécimen fue almacenado en un recipiente para intentar determinar a qué grupo de insectos pertenece una vez que saliera de la membrana que lo protege mientras culmina su metamorfosis.

El conjunto fotográfico que se comparte son pequeñas muestras del insecto protegido por esta cubierta o membrana translúcida. A pesar de contar con cierto grado de transparencia, esta membrana no permite saber con exactitud qué es lo que realmente hay dentro de ella, ya que su contenido tiene una apariencia algo difusa pese al elevado estado de desarrollo. Inicialmente, tuve la creencia de que podía ser algún díptero, es decir, una de las diversas variedades de moscas o similares que existen, pero la realidad de esto sería muy diferente y la impredecible naturaleza arrojaría un resultado poco esperado.

Desde el día de la colecta se hicieron observaciones periódicas para buscar indicios de cambios o movimientos del ejemplar, durante los primeros 6 días no hubo ningún registro de actividad que pudiera ser añadido a la investigación. A su vez, en vista de que era un ejemplar desconocido no tenía idea de cuanto tiempo tardaría para culminar la metamorfosis, ya el ejemplar tenía 6 días en avanzado estado de su desarrollo y no presentaba ningún tipo de movilidad dentro de su cubierta, así que llegue a creer que estaba muerto y se estudiaba la posibilidad de extraerlo para analizarlo. Sin embargo, al séptimo día a la 1:10 a.m el ejemplar se encontraba revoloteando dentro del recipiente, curiosamente había visto al insecto unos minutos antes y seguía dentro de su cubierta, así que no pude ver su emergencia o nuevo nacimiento. En las fotos de la izquierda se encuentra la crisálida vacía, este insecto utilizó sus mandíbulas para perforar uno de los bordes de la membrana que lo protegía para salir, la forma en la que realizó la perforación es muy exacta, es decir, el corte de las orillas de la abertura tiene una forma muy uniforme, por lo que se observa que lo hizo de una manera muy lenta o pausada.

A la derecha de la imagen se encuentra la primera fotografía que pude hacerle al insecto dentro del recipiente en donde lo mantenía aislado, en ese momento mi cabeza se lleno de dudas, pues, en su cuerpo podía ver características de diferentes insectos y esto me impedía saber lo que generalmente es más fácil, en pocas palabras, saber a qué grupo u orden de la clase Insecta pertenece.

Al ver la morfología de este extraño espécimen podemos encontrar una similitud con 2 tipos de insectos que son bastante comunes. Si apreciamos el tórax y el abdomen hay un acercamiento hacia el grupo de las avispas, es decir, el orden Hymenoptera. No obstante, la cabeza y el primer par de patas son muy semejantes a los que poseen las denominadas mantis religiosas (Mantodea), así que ¿este insecto será una mantis o una avispa? una interrogante a la que no podía darle una respuesta acertada desde un inicio porque realmente no estaba seguro de lo que tenía ante mis ojos. Asimismo, en varios escritos he hablado mucho sobre las capacidades miméticas que han adquirido ciertos artrópodos como método de supervivencia, por lo que este caso podía ser una de esas posibilidades, aunque todavía tenía mucho que investigar y también hay otra posibilidad que estaba latente, esta es la convergencia evolutiva.

Estuve pensando si explicar un poco de que iba la convergencia evolutiva, pero este tema es algo complejo y tendría que dedicar una publicación entera para ello. Lo que en realidad quiero resaltar es que hay insectos que comparten rasgos de otros artrópodos no por que sean miméticos o algo por el estilo, sino que sus similitudes morfológicas pueden ir en base a que evolucionaron en hábitats muy similares y esto derivó en la formación de estructuras biológicas muy semejantes en sus cuerpos, en algunos casos estas cumplen funciones distintas, pudiendo ser el insecto de esta publicación uno de estos casos y por esto parece una mezcla de varios insectos.

Al intentar entrar de lleno en la identificación de este insecto pude darme cuenta de que incluso tenía un comportamiento muy parecido al de una mantis, pero tanto su tórax como el abdomen eran propios de una avispa. De esta manera, me tomé la tarea de buscar entre las distintas especies de avispas alguna que guardara similitud con las mantis religiosas, ya que había descartado que fuera un neuróptero de la familia Mantispidae, un grupo en donde sus miembros parecen una extraña mezcla de himenópteros (avispas) y mantodeos (mantis), siendo estos morfológicamente parecidos a los insectos ya mencionados, pero no guardan ningún tipo de conexión más que solo parecerse externamente. Buscando entre las familias de avispas encontré a una que tenía ejemplares con las mismas características del insecto de este artículo, por lo que tras hacer otras revisiones pude determinar que pertenece a la familia Dryinidae. Resulta algo fascinante como este insecto que muchos darían como una mantis religiosa terminara siendo una de las miles de especies de avispas que hay en el mundo, pues, la familia a la que pertenece ya la había escuchado o leído en alguna parte como agentes de control biológico de ciertas plagas agrícolas, pero no tenía idea de que la forma de sus cuerpos fuera tan interesante, siendo esta la primera vez que veía a uno de los aproximadamente 2.000 ejemplares que integran a esta familia conocida como Dryinidae.

Estos insectos están adaptados a un estilo de vida parasitoide, sus huéspedes son ya viejos conocidos dentro de la agricultura, ya que esta avispa parasita los cuerpos de ciertos hemípteros de familias como Flatidae o Cicadellidae, ejemplos de estos insectos pueden verlos en las fotos. Esta avispa cuenta con patas raptoras muy parecidas a las de las mantis, gracias a estas pueden capturar a estos insectos para introducir dentro de sus cuerpos un huevo del que emergerá una larva al cabo de poco tiempo. La larva sale del cuerpo de su huésped y se ubica en un punto sobre este, posteriormente se encapsula con una cubierta que ella misma produce y termina por dar la apariencia de que el hemíptero parasitado tiene una tumoración. Asimismo, la larva se alimenta de su huésped y en muy poco tiempo lo mata, a partir de aquí busca un lugar ideal para realizar la crisálida que han podido ver al inicio de esta publicación y emerge como un adulto. Es importante añadir que, por lo general, solo los machos cuentan con alas, mientras que la mayoría de las hembras llegan a carecer de estas, siendo muy posible que el insecto de las fotos sea un macho.

Debido al estilo de control de esta avispa y a que parásita insectos que son plagas de interés agrícola, estas pudieran ser una herramienta formidable para mitigar los efectos generados por hemípteros de las familias Flatidae o Cicadellidae en determinados cultivos que son atacados frecuentemente por dichos insectos, aunque también hay otros grupos de estos insectos hemípteros que entran en el rango de ataque de estas avispas. Sin embargo, para saber que tan efectivas son dentro de los agroecosistemas resulta necesario el someter a estas avispas a las pruebas o ensayos pertinentes para comprobar que tan viables terminan siendo en lo que respecta al control de estos hexápodos. Como se ha podido notar, la naturaleza siempre tiene interesantes maneras de mostrar a cada componente que la integra, esta avispa probablemente sea producto de la convergencia evolutiva y por ello contiene estructuras que le dan cierto parecido con las mantis, aunque sus funciones o la manera en la que emplean dichas partes no sean compartidas con estos insectos, si llegan a ser muy semejantes. Es por ello que quise mostrar uno de los lados más desconocidos de muchos insectos y dar a entender que no todo parecido se reduce simplemente al mimetismo, sino que también pueden existir otras opciones.

Todas las imágenes compartidas en este post pertenecen al autor @abneagro. Las fotos fueron realizadas con un teléfono Redmi 8A y se editaron con la aplicación Canva.

Algunas referencias:

Familia Dryinidae

Convergencia evolutiva

Dryinidae