Familia Pompilidae | Observaciones generales sobre una especializada cazadora de arañas

Después de un tiempo siguiendo el rastro de unas avispas que habían elaborado sus nidos dentro de algunos de mis electrodomésticos, finalmente pude obtener fotografías de una de ellas para observarla con más detalle y poder así elaborar una publicación sobre estas especies. De esta manera, en esta publicación hablaré un poco sobre un particular tipo de himenóptero que, evolutivamente, se ha especializado en el control de uno de los mejores y más temidos depredadores que existen entre los artrópodos, las arañas.

Desde periodos de tiempo o épocas muy antiguas, los arácnidos en cada una de sus variantes, han sido fieles dominantes de la cadena alimenticia en lo que respecta a pequeños invertebrados debido a sus amplios radios como depredadores, en pocas palabras, no tienen una atracción como tal hacia un determinado grupo de pequeños organismos, sino que pueden consumir a muchos de ellos sin importar el grupo taxonómico al que pertenezcan. Esto los ha consolidado como uno de los mejores y más temidos agentes para el control de otras formas de vida, siendo los insectos uno de los alimentos más habituales de la mayoría de algunos de estos seres; sin embargo, en términos evolutivos hay insectos que tomaron un camino diferente y se adaptaron para ser la contraparte de estos depredadores, adquiriendo grandes cualidades que les permiten poder salir airosos de un encuentro cara a cara frente a las arañas, por ejemplo.

Por otro lado, puede resultar algo muy difícil de creer que un pequeño insecto tenga la capacidad de ganarle un enfrentamiento a una ágil y formidable araña, pero estas últimas no están hechas de acero y tienen sus propias debilidades, así que para un organismo que esté especializado en la captura de arañas, estas debilidades serán como agujeros en una pared por los que podrá entrar para hacer de las suyas. Como sabemos, una de las grandes virtudes con las que cuentan muchos insectos es la capacidad de vuelo, esto es un gran punto a favor debido a que otros tipos de artrópodos no pueden hacerlo, así que un preciso y contundente ataque desde el aire difícilmente logre ser repelido por una desprevenida araña, añadiendo también que muchas de estas no tienen muy buena capacidad visual que les permitan anticiparse a estos ataques. Aun así, se necesita mucho más que un golpe desde el aire para someter a estos depredadores de 8 patas que están armados con glándulas venenosas (arañas), por lo que sus oponentes también tienen que tener algún otro medio para enfrentarlas.

¿Qué insecto puede destruir a una araña?

Tomando en cuenta la interrogante anterior, la idea más sensata sería la de pensar que las hormigas por sus formidables ataques en conjunto son las mejores para derrotar a una araña, esto en parte si es cierto, pero una araña en buenas condiciones difícilmente se quedé de patas cruzadas viendo como las hormigas la rebanan en pequeños trozos, así que siendo superada en números esta va a huir. No obstante, existen algunos parientes lejanos de las hormigas que si están especializadas exclusivamente en arañas, por lo que tienen todo a su favor para ganar estos duelos de insectos vs arácnidos. En este sentido, desde hace bastante tiempo sigo la pista de unas pequeñas avispas que de manera frecuente habían comenzado a colonizar algunos de los electrodomésticos que tengo en casa, siempre estuve intentando obtener fotografías de estos insectos que entraban y salían de las aberturas de los equipos electrónicos, pero debido a sus vuelos rápidos nunca había podido tener alguna foto con un buen enfoque; sin embargo, por características se trataba de avispas cazadoras de arañas (Pompilidae), esto era lo único que podía deducir hasta ese momento.

Al cabo de un tiempo, coloqué algunos recipientes humedecidos cerca de las aberturas por las que salían estas avispas, el objetivo era claro, tratar de que quedaran atrapadas en esta "trampa" y que el agua inutilizara temporalmente sus alas, solo así tendría la oportunidad de observarlas mejor. Esta idea funcionó, así que uno de estos insectos quedo adherido a uno de los recipientes y obtuve la fotografía que se ve en este momento.

Para evitar que se ahogara la tomé con mi mano y esta comenzó a retirar el exceso de agua que incapacitaba su cuerpo empleando sus largas patas, esto se puede notar en la fotografía. Este ejemplar es un especializado cazador de la tribu pepsini, misma que se ubica dentro de Pompilidae (familia). En términos generales, este último grupo es bastante grande, ya que cuentan con más de 4.000 especímenes con un elevado rango de distribución, pero como es costumbre, en gran parte América muchos de estos grupos de avispas son poco conocidos o necesitan una revisión más profunda en temas relacionados a sus ubicaciones dentro de las listas taxonómicas, así que puede resultar algo frustrante saber el nombre científico de algunos de estos hexápodos. Estos insectos son fácilmente reconocidos porque sus cuerpos tienden a ser algo robustos, alas no muy grandes y sus patas además de ser largas, están cubiertas de espinas que le dan un aspecto de ser como sierras, teniendo una sutil morfología para determinados combates.

La vida de este insecto puede considerarse de alto riesgo, esto más que todo porque deben hacer frente a las siempre formidables arañas, pues, son sus enemigos naturales. Asimismo, para estos ejemplares es crucial el encontrar y lograr someter a las mencionadas presas, ya que estas serán la fuente de nutrientes por defecto de sus larvas, por lo que dichos arácnidos son una pieza indispensable para la permanencia en este mundo de estas avispas.

Por otra parte, uno de los detalles más particulares de este tipo de avispa es que sus alas pueden mostrar hermosos colores tras reflejar la luz, el más habitual de estos tonos termina siendo el azul. En estas fotografías se ve parte de esta coloración azul sobre sus pequeñas alas, aunque estos colores tienen cierta variación entre las especies de esta familia de cazadoras, así que este ejemplar es un modelo natural que nos permite ver una de estas llamativas y coloridas características. De igual manera, las uñas de sus tarsos tienen una ligera curvatura hacia adentro, por lo que mientras se desplazaba por mi mano podía sentir la presión que ejercía con sus patas para anclarse y no caerse, era un dolor ligero y punzante el que sentía sobre mi piel cada vez que se detenía esta avispa, siendo esta una pequeña muestra de la fuerza que tiene este insecto en sus patas. Así mismo, para esta pequeña que mide más de un centímetro de longitud, las patas largas y con espinas son una de las principales herramientas que necesita para los encuentros con arañas, inclusive, las patas son la primera arma que utiliza para tratar de inmovilizar a su presa (araña), por lo que el hecho de que las tenga largas les permite poder mantener alejado su cuerpo de los mecanismos que la araña pueda usar en su defensa.

Las uñas de sus patas ejercen la presión necesaria para aferrarse o anclarse en su presa, por lo que una vez que logra obtener una posición adecuada, solo es cuestión de tiempo para que esta avispa use su principal método para ganar el combate, este no es otro que su potente aguijón.

Una de las creencias más comunes con estas avispas tiene que ver con sus antenas, pues, algunos dicen que aquellas que tienen las puntas de las antenas enroscadas son ejemplares hembra, mientras que la de los machos siempre están en línea recta. Sin embargo, esto es algo de lo que no estoy seguro y preferiría emplear otros métodos para determinar el sexo de estos especímenes, en este caso la especie de las fotos es una hembra y esto lo sé muy bien por sus características generales y sobre todo porque era la que estaba elaborando nidos para sus larvas. Por lo general, el cuerpo de los machos es mucho más delgado y en algunos casos son más pequeños; lo cierto del asunto referente a las antenas, es que estas estructuras son el radar con el que pueden seguir el rastro de sus presas predilectas, por este motivo estas avispas tienen una manera muy inusual de actuar y de volar.

Para empezar, estas no se alejan mucho del suelo, es decir, casi siempre mantienen un vuelo casi al nivel el suelo, cada cierto tiempo se detienen sobre plantas o en el mismo medio edáfico y comienzan a caminar de una manera muy rápida entrando en aberturas o removiendo materia orgánica, esto precisamente lo hacen para buscar con sus antenas los rastros químicos u olores que van liberando sus presas, una vez que las localizan realizan vuelos rápidos y muy bajos sobre la presa, el arácnido casi siempre va a buscar huir de este ataque, ya que tienen muy poco que hacer frente a estas avispas.

Puede resultar algo difícil de creer que un insecto como el que ven en las imágenes pueda ganarle a una araña que quizá hasta le supere en tamaño, pero como ya he mencionado en varios segmentos de este artículo, este ejemplar está naturalmente diseñado para "destruir" arañas, es por ello que una vez que se encuentran ambos, dicho insecto solo necesita clavar su aguijón como un puñal una sola vez para que el duelo finalice. El veneno que tiene no cumple la función de matar, sino que es un potente paralizante que hará que la desafortunada araña pierda todas sus capacidades y solo podrá ver como es manipulada por el insecto hasta el oscuro lugar que funge como su nido, aquí este insecto coloca sus huevos sobre la inmovilizada presa y serán sus larvas las encargadas de destruir a la araña a medida que se alimentan poco a poco de ella mientras aun vive.

En la pequeña imagen está una de las fotografías que puede obtener de este ejemplar construyendo su nido, cualquier pequeño agujero puede servir como el lugar adecuado para colocar a las inmovilizadas víctimas y posteriormente los huevos del que saldrán sus crías. El material que utilizan para elaborar el nido básicamente es barro humedecido, al final sellan la única entrada para evitar el ingreso de huéspedes inesperados.

Los dominios que ejercían algunos depredadores han cambiado mucho con el paso del tiempo, pues, muchas especies se han adaptado para estilos de vida muy diferentes al que tenían sus ancestros, naciendo de esta forma aquellos organismos que son especialistas en algunas tareas específicas, todo este proceso también fue condicionado por el hábitat y por los tipos de posibles presas que han existido en determinados momentos. De esta manera, estos grupos de avispas se han vuelto un obstáculo en la vida de diferentes tipos de arañas, tanto así que ni siquiera las arañas más grandes están libres del letal ataque de estos insectos, transformando esto al mundo de los artrópodos en un conjunto de organismos que no tienen a un claro dominante en lo que respecta a depredadores, ya que dentro de los mismos cualquiera puede ser presa de otro.

Para finalizar, cabe acotar que no tengo mucha certeza sobre la especie de esta avispa, pero por características y ciertas similitudes con oro ejemplares me atrevería a decir que es del género Priocnemis. El aguijón de muchas de estas especies puede causar un dolor muy fuerte sobre nosotros, así que es aconsejable nunca molestar a estos pequeños insectos cuando se encuentren en nuestra cercanía, es mejor prevenir que lamentar.

Todas las imágenes empleadas en este post pertenecen al autor @abneagro. Las fotos fueron realizadas con un teléfono Redmi 8A y se editaron con la aplicación Canva.

Algunas referencias:

Pompilidae, avispas cazadoras de arañas

Familia Pompilidae