Esta semana estuve leyendo varias publicaciones de algunos miembros de esta plataforma, entre estas publicaciones el amigo @borjan nos mostró un gran repertorio fotográfico sobre distintas especies de organismos que hay en su país, llamando mi atención la fotografía de un extraño insecto que tiene la particularidad de construir refugios de una manera muy precisa y detallada, esto me entusiasmo para hablar un poco sobre ellos, ya que entre mis plantas habitan algunos de estos ingeniosos artrópodos. Debo añadir que, hace ya varios años había escrito en la antigua cadena bloques un tema corto relacionado a estos organismos, por lo que esta publicación será una expansión más detallada y empleando a otra especie diferente.

Muchos seres vivos no destacan precisamente por tener colores o aspectos que sean agradables ante nuestros ojos, ya que la diversidad biológica que predomina en el planeta tiene diferentes maneras de mostrarse, por lo que así como hay muchos que prefieren ser vistos, también hay otra minoría que prefiere mantenerse en el anonimato. Como sabemos, cada espacio natural posee cierto grado de hostilidad, de manera que, aquellos pequeños animales que no tienen una manera efectiva para defenderse ante sus depredadores u otro agresor, deben adaptarse para poder crear algún medio que les permita seguir viviendo en el hábitat en el que se han desarrollado, transmitiendo todos sus logros a aquellos que les siguen. En este sentido, el mantenerse oculto es una de las tácticas más efectivas y comunes que tienden a utilizar determinados miembros del reino animal para evadir al peligro, muchos de estos seres ya cuentan con un color o conjunto de estructuras orgánicas que les facilitan esta tarea, pero otros se valen más del ingenio para continuar vivos.

En una modesta planta, es bastante común que algunos de los artrópodos que viva sobre ella no tengan una forma natural para camuflarse o desaparecer de la vista de su entorno, siendo estos los que tienen más posibilidades de caer ante sus enemigos naturales; sin embargo, aquello que lleva sobreviviendo en este planeta miles de años, lógicamente ya tiene formas de reducir el margen de peligro que lo rodea. Así que, si no tienen una morfología mimética o un conjunto de colores óptimos para camuflarse, entonces el ingenio los conduce a utilizar cualquier tipo de material de su entorno para diseñar un refugio o un disfraz, mismo que se puede ir mejorando con el paso de cada generación. De esta manera, cada vez que busco insectos siempre me encuentro con distintas especies que elaboran estructuras para mantenerse a salvo, algunas de estas construcciones son inmóviles y temporales, mientras que otras pueden ser arrastradas por el ejemplar acompañándolo durante una gran porción de sus vidas y, algunas veces, por siempre.

Desde hace mucho tiempo he alucinado con el ingenio mostrado por un pequeño grupo de insectos que viven en las plantas de mi jardín, nunca he tomado ningún tipo de acción para buscar controlarlos a pesar de que hacen cierto daño sobre las hojas, esto más que todo porque nunca es de gravedad y porque en ningún momento he visto un crecimiento en sus poblaciones que los convierta en plagas, aunque hay otros lugares o países en donde si llegan a ser problemáticas. Primeramente, he de añadir que cuando las hojas de mis frutales y plantas ornamentales empezaron a mostrar indicios de que estaban siendo atacadas por algún insecto si surgió cierto grado de preocupación, pero esta incertidumbre era generada por el hecho de que no encontraba a los responsables de este problema, por más que buscaba y monitoreaba a estas plantas tanto de día como de noche, nunca encontraba rastros que me permitieran dar con el causante, más allá de solo ver el daño en las plantas. De esta manera, solo podía suponer que el ataque era realizado en la oscuridad de la noche y que el agresor se escondía luego que dejaba de alimentarse.

Posteriormente, la investigación me llevó a buscar en el sustrato que tenían las plantas alguna pista, quizás larvas escondidas bajo este, pero esto fue algo que tampoco dio resultados. Con el pasar de los días unos pequeños cúmulos de materia orgánica de aspecto cónico sobre las plantas afectadas llamaron mi atención, al removerlos pude darme cuenta de quienes eran los responsables y el por qué no los encontraba.

En estas fotografías se observa esta pequeña montaña de materia orgánica y, justo a su lado, un gran trozo de una hoja que fue removido y anexado a esta particular estructura cónica. El motivo por el que era incapaz de encontrar a los responsables era precisamente porque estaban escondidos dentro de estos refugios, nunca se movieron de las plantas, siempre estuvieron allí presentes cada vez que me encontraba buscando pistas. Para estos organismos es algo muy sencillo no ser vistos, ya que durante casi todas sus vidas están ocultos bajo un cúmulo de desechos que ellos mismos elaboran a medida que van creciendo, permitiendo esto que evadan cualquier tipo de peligro y logren culminar con éxito sus vidas. A su vez, hay varios tipos de invertebrados que poseen el ingenio y la capacidad de elaborar este tipo de piezas utilizando cualquier cosa que tengan en el medio en donde habitan, incluso algunos utilizan los restos de sus presas como disfraz; sin embargo, las estructuras más elaboradas y que adquieren alguna forma geométrica o más sofisticada llegan a encontrarse en aquellos que se alimentan de plantas, tal y como se observa en estos ejemplares de las fotografías.

Para entrar en la materia inherente al espécimen de esta entrada, resulta indispensable el saber qué es lo que se oculta bajo tantos desechos, así que tomando mi equipo de trabajo empece la tarea de remover cada partícula que integraba este refugio de aspecto cónico. Este refugio tiene una longitud de aproximadamente un centímetro y, al no ser sólido, cada movimiento que se realiza para intentar eliminar cada pedazo que lo conforma debe ser casi quirúrgico, ya que el propósito es tratar de sacar al ejemplar con el menor daño posible, así puede ser más fácil el reconocimiento del mismo. En la imagen de la derecha se muestra el primer avance en la destrucción de este refugio, en este punto ya podemos ver el primer segmento del espécimen, en este caso es la cabeza. Asimismo, también es apreciable parte de como elaboran esta estructura, pues, lo primero que hacen es crear una cubierta muy gruesa y resistente de seda, luego van añadiendo una fina capa de pequeñas partículas de suelo o cualquier otra suciedad y, sobre esta, se van agregando restos vegetales como trozos de hojas o tallos, todas unidas perfectamente con la misma seda con la que iniciaron.

El resultado final del trabajo de este insecto es una gran cubierta o refugio que puede adquirir diversas formas, esto depende de la especie. Además, el principal propósito de esta estructura es el aislamiento de cualquier factor externo, por lo que se escapan de la vista de los depredadores y adquieren protección ante situaciones relacionadas al clima.

Por otra parte, luego de algunas horas empleando pinzas de manera minuciosa, finalmente logre sacar a este pequeño insecto de su elaborada cubierta protectora. Aunque muchos no lo crean, el ser vivo que se mantenía incógnito dentro de esta pieza es en realidad una polilla, aunque este ejemplar todavía está en sus fases larvarias y por ello tiene la apariencia que se muestra en las fotos. Sin embargo, con este grupo de insectos constructores ocurren ciertas cosas que los hace diferir de sus demás homólogos (polillas) y este no es precisamente el hecho de que puedan elaborar refugios, ya que hay otras especies que también lo hacen. Lo que marca la diferencia es que este grupo tan particular tiene variantes una vez que alcanzan el estado adulto, pues, las hembras de algunas especies pueden llegar a mantener un aspecto similar al de sus fases juveniles, es decir, forma de oruga. Esto es algo que varia mucho entre los miembros de este grupo, ya que hay otras hembras que desarrollan sus alas pero estas se quedan muy pequeñas, lo que también les imposibilita el vuelo, lo cierto es que todas las que en su fase adulta no vuelan por ausencia de alas, entonces vivirán toda su vida dentro de estos refugios, incluso los huevos serán depositados dentro de esta estructura.

Los machos si son una cosa diferente, ya que estos si tienen la característica apariencia de un Lepidoptera, pero el abdomen es mucho más alargado de lo normal y también tienen una gran variedad de colores, aunque esto es algo que depende de la especie. Otra característica que se debe mencionar es que estos tampoco se alimentan a diferencia de las hembras, viven única y exclusivamente para reproducirse.

En esta sección se muestran algunas de las características que tiene este ejemplar en esta fase juvenil. Lo primero es que tiene un color entre el negro y el marrón, sobre varias zonas tienen manchas de un color más claro, además, llama mucho la atención el aspecto de sus 3 pares de patas. El par posterior es mucho más robusto y alargado que el par medio y el anterior, incluso este último es el más pequeño de todos, los desniveles o la diferencia de tamaño entre sus patas se debe a que están adaptadas para poder desplazarse mientras cargan el gran peso del refugio que elaboran, pues, la única parte que pueden sacar de dicha estructura es la cabeza y el segmento torácico al que están unidas las patas, siendo el par de patas posterior el que genera el impulso para que puedan desplazarse, las demás son empleadas más para el anclaje sobre las hojas, tanto la forma de las patas como las uñas que tienen en el segmento final pueden verse en las fotografías.

Como se muestra, los ojos son piezas extremadamente reducidas y simples debido a la fase de desarrollo en la que se encuentra, demostrando esto que su capacidad para ver es muy limitada, son prácticamente ciegas. Otro aspecto sorprendente es la capacidad que tiene para estirarse, en la fotografía ubicada en la parte superior derecha se muestran algunas de las divisiones que tiene su parte torácica, estas pueden estirarse y retraerse como si de un resorte se tratara, esto les permite poder añadir o reparar partes de su refugio, solo deben sacar y estirar sus primeros segmentos para que su cabeza logre pegar un pedazo de hoja en la parte superior de las estructuras que construyen.

Este insecto jamás se desprenderá de su refugio hasta que alcance el desarrollo final en caso de ser un macho, pero si es una hembra, entonces según la especie a la que pertenezca abandonará esta estructura o vivirá en ella por siempre, esto me recuerda en cierta medida a las tortugas, ya que es un caso algo similar, pero con la diferencia de que una tortuga está unida por completo a su caparazón y nunca podrá abandonarlo, en cambio estos insectos pueden volver a elaborar otro en el hipotético caso que sea requerido. A su vez, aquí debo agregar que la familia que tiene este tipo de especímenes se llama científicamente Psychidae, cada uno de sus miembros por lo general tiene sus propias formas de elaborar la estructura en la que vivirán, lo que en algunos casos permite la identificación del ejemplar sin necesidad de sacarlo, pero hay otros que los construyen con formas algo ambiguas y esto hace el trabajo de identificación más difícil. En este sentido, estuve tratando de identificar por completo a estos pequeños que están en mis plantas, pero esta vez no tuve un éxito debido a la similitud que tienen estos con otros ejemplares de su mismo grupo, pero el género al que pueden pertenecer es el Oiketicus, incluso guardan mucho parentesco con la especie Oiketicus abbotii tanto en morfología como en algunas de las formas de sus refugios, aunque esta especie solo se ubica en Estados Unidos de américa.

Todas las imágenes de esta publicación pertenecen al autor @abneagro. Las fotos fueron realizadas con un teléfono Redmi 8A y se editaron con la aplicación Canva.

Algunas referencias:

Psíquidos, bichos del cesto

Familia Psychidae

Oiketicus abbotii