De "plagas" a bellezas | Un vistazo al desarrollo de una mariposa de la familia Hesperiidae
El fin de semana pasado hice una publicación en donde hablé un poco sobre una modesta ayuda que les estoy dando a unos productores para que conozcan más sobre los artrópodos que hay sobre sus cultivos y adyacencias, parte de dicho proceso lo compartí en el post anterior al describir el daño que estaban haciendo unos escarabajos de la familia Chrysomelidae. Sin embargo, sobre sus plantas del género Phaseolus también convivían otros tipos de insectos que, aunque causaban daños menores, pueden llegar a ser un problema si se pierden de vista. Estos insectos son estadios juveniles de mariposas diurnas, los mismos serán presentados en esta nueva entrega con la finalidad de que cualquier interesado pueda conocer un poco más sobre su desarrollo biológico y los posibles problemas que pueden suponer estos insectos.
Las mariposas y sus homólogos nocturnos (polillas) pueden ser vistos con relativa facilidad en cualquier lugar rico en especies vegetales, ver a estos ejemplares sobrevolando las flores o posándose en las cercanías a las fuentes de agua puede considerarse una de las cosas más relajantes y hermosas que nos presenta la naturaleza misma, ya que un alto indice de presencia de estos insectos son un claro indicativo de pureza y poca contaminación. Sin embargo, hay lugares en donde ciertas especies no son para nada bienvenidas y se toman determinadas acciones para disminuir sus números y evitar que proliferen, estos sitios vienen siendo los sistemas productivos o agroecosistemas. A su vez, las mariposas adultas son inofensivas y tampoco son directamente dañinas para las plantas, por el contrario, hay organismos vegetales que las necesitan para sus procesos reproductivos mediante la polinización, pero el problema con estos insectos tiene su raíz es cuando son juveniles u orugas, esto porque durante estas etapas se alimentan de los tejidos de las plantas y sus requerimientos nutricionales suelen ser muy elevados, por lo que llegan a provocar daños muy profundos en algunos cultivos si no se toman medidas al respecto. Por tal motivo, siempre el control de estos insectos se ejerce principalmente sobre sus fases como orugas, mientras que cuando son adultos se monitorean y empleando ciertas protecciones se mantienen alejados de las plantaciones, esto siempre y cuando las plantas cultivadas sean la fuente de alimento de sus orugas.
Para llevar un control de estos y otros insectos es necesario conocer muy bien a las plantas con las que se trabaja, ya que hay miles de especies de plantas en el mundo y no todos los insectos atacan a las mismas, sino que cada uno de ellos llega a tener predilección por tan solo unas pocas especies, algunos de estos organismos vegetales pueden ser el aperitivo por excelencia de varios tipos de artrópodos fitófagos. De igual manera, las orugas de mariposas por lo general se alimentan de una única especie de planta o de varias pero que pertenezcan a la misma familia, por lo que son insectos algo selectivos a la hora de elegir el alimento, aunque también hay ejemplares que rompen esta regla y pueden seleccionar plantas de diferentes grupos taxonómicos. Así mismo, uno de los problemas más frecuentes a nivel de plagas que observo sobre ciertos cultivos casi siempre involucra a un ejemplar lepidóptero (mariposa u polilla) en fase de oruga, hay veces en las que encuentro a diferentes especies de estos sobre una misma planta, afortunadamente el control de los mismos nunca es tan complicado si se hace en el momento correcto, ya que si se espera demasiado tiempo el daño puede llegar a ser irreversible.
Las diferentes variedades de granos que se obtienen de las plantas (familia Fabaceae), son habitualmente empleadas para ser consumidas por nosotros mismos o para alimentar a los animales que pertenezcan a un sistema agropecuario, por lo que son especies vegetales con una alta demanda productiva; sin embargo, estas plantas también forman parte de la dieta principal de otras formas de vida, como los insectos por ejemplo. En este sentido, es precisamente sobre estas plantas en donde se puede llegar a observar una competencia muy activa entre insectos por obtener los nutrientes que estas brindan, así que en estos meses he observado diferentes tipos de daños provocados por artrópodos en cada tramo de plantas del género Phaseolus, las partes más afectadas terminan siendo sus hojas y sus granos, estos últimos son perforados por escarabajos y sus hojas se las reparten las orugas de mariposas (Lepidoptera) junto con los saltamontes (Orthoptera) que hay en el lugar.
Por otro lado, algunas hojas además de estar destruidas por acción de las poderosas mandíbulas de estos insectos, otras estaban enrolladas y unidas por medio de finos hilos de seda, muchos pensarían que esto último es generado por arañas, pero en realidad eran provocados por la comunidad de orugas que habían colonizado estas plantas, todas de la familia Hesperiidae. Así que me dispuse a colectar 2 de sus ejemplares más predominantes para mostrar un poco la manera en como sobreviven y se desarrollan. En este primer conjunto fotográfico se muestran a estas orugas, una de ellas murió al poco tiempo y la otra logró finalizar todo su proceso de metamorfosis el cual será mostrado en este artículo.
Lo primero a destacar es que esta oruga ya se encontraba en una fase muy avanzada de su desarrollo, esto se deduce gracias a su coloración y tamaño, el cual ya superaba los 2 centímetro de longitud. Ahora, las hojas enrolladas que tenían las plantas eran el producto de la vida de este insecto (véase fotografía), pues, durante el día estos se alimentan periódicamente y van intercalando pequeñas pausas o descansos, durante estos tiempos de inactividad este juvenil de mariposa realiza pequeños refugios empleando toda la materia orgánica que tiene en su cercanía, para ello emplea hilos de seda con los que une y enrolla las hojas. Esto funciona como un mecanismo para defenderse o aislarse de cualquier depredador e incluso de parasitoides, la coloración verdosa que caracteriza su cuerpo le ayuda a poder ocultar con mayor eficacia su presencia, luego abandona este refugio para volver a la vital tarea de alimentarse. Estas hojas enrolladas y destruidas en plantas de la familia Fabaceae se convierten en la marca que nos permite saber que estas orugas se encuentran sobre ella, por lo que solo es cuestión de buscar dentro de estos "refugios" o en las hojas para dar con ellas.
Una o dos orugas de este tipo de mariposas no hará mucho daño, incluso se puede dejar pasar, pero imaginemos un escenario en donde en lugar de 2 sean más de una docena. Aquí el daño sobre la planta sería muy marcado y muchos de los procesos naturales que estas realizan se verían obstruidos, dando como resultado una planta susceptible a enfermedades y a merced de cualquier otro insecto, lo que traería repercusiones en temas inherentes al rendimiento productivo. Una mariposa hembra adulta de esta especie puede colocar sus huevos agrupados en una hoja o puede optar por repartirlos en diferentes zonas de una planta o entre varias de ellas, así que saber con exactitud cuantas orugas hay en una planta es difícil de deducir.
Después de una etapa de aproximadamente un mes haciendo refugios y alimentándose, llega un momento muy crucial en la vida de este colorido y joven ejemplar, ya que este inicia los preparativos para iniciar una nueva etapa en su desarrollo. El cuerpo de este juvenil de lepidóptero pierde el llamativo verde que lo caracteriza para volverse de un tono más pálido u opaco, además sus actividades rutinarias se ven mermadas dejando de lado incluso el papel de alimentarse. A su vez, todo el esfuerzo que realiza está enfocado en elaborar un último refugio, dentro de este su cuerpo sufrirá un gran cambio que lo convertirá en lo que conocemos como pupa, ya estando en esta fase no volverá a buscar alimento por aproximadamente 2 semanas y no podrá ocultarse para mantener a raya al peligro, motivo por el que debe seleccionar muy bien la zona en donde hará ese último refugio, de aquí debe salir transformado en una mariposa adulta a no ser que algún parasitoide u depredador haya logrado interrumpir este desarrollo.
En vista de que este ejemplar estaba en cautividad estaba más que seguro de que no había sido afectado por algún parasitoide. Así que para asegurarme de que todo el proceso estaba funcionando extraje la pupa del envoltorio de hojas (refugio), en las imágenes se muestra a la oruga elaborando el refugio y a su derecha se comparte una imagen de la pupa. Esta última tiene un color marrón y está cubierto por una capa de partículas blanquecinas, además si se observa bien se notará que está pupa tiene una linea de seda en posición horizontal que la mantiene anclada a la hoja, de esta hoja decidí no moverla para evitar dañar el proceso de su desarrollo, solo me dispuse a observar si tenía perforaciones o cambios que no sean propios de estas fases en lepidópteros.
Por otro lado, ya pasadas unas 2 semanas la pequeña mariposa emergió de la pupa y, a pesar de que tenía la intención, este proceso no pude documentarlo y solo los ruidos dentro del recipiente en el que estaba me indicaron que había culminado su desarrollo. A través del recipiente transparente se podía observar un intranquilo ejemplar con una tonalidad poco vistosa, sus alas ya estaban funcionales, por lo que ya tenía varios minutos u horas de haber emergido; a su vez, al acercar mi dedo para verla de cerca este ejemplar se subió sobre el, así que pude obtener la primera fotografía de este adulto que se comparte en esta sección de la publicación. Esta especie no es muy desconocida, es una de las más comunes en el continente americano y se extiende por varias de sus regiones desde el norte hacia el sur, pero esta por sus largas "colas" pertenece a la subfamilia Eudaminae la cual se caracteriza por tener integrantes que son muy semejantes entre sí. De esta manera, la principal tarea que necesitaba obtener era una vista cercana de sus alas completamente plegadas, esto con el interés de observar los patrones que se forman en el dorso de estas y además era necesario observarla con buena iluminación, ya que su salida de la pupa se dio en horas nocturnas.
Al exponer a este ejemplar a la luz sus características se hicieron evidentes, resaltando en su cabeza y sobre toda la región dorsal un llamativo color azul, este tono resaltaba mucho más por la acción de la luz artificial con la que la observaba, gracias a esto y a las características de sus alas pude determinar que se trataba de un ejemplar de Urbanus proteus. Probablemente, este sea uno de los especímenes más hermosos que alberga la subfamilia Eudaminae, su mayor vistosidad nace en los colores que lo conforman los cuales resaltan en los días que hay mayor incidencia del sol, pero su vuelo zigzagueante y enérgico evitan que estos tonos sean fácilmente apreciables hasta que se detienen en alguna planta. Durante las fases adultas no son problemáticos, aquí se alimentan del néctar de las flores y están enfocados en buscar pareja para reproducirse, por este motivo los machos suelen delimitar su territorio para mantener a raya a otros ejemplares de su mismo sexo, cualquier hembra que entre en el rango de uno de estos se verá envuelta en una danza que puede terminar en el apareamiento.
Las marcas en sus alas pueden ser compartidos por otros especímenes del mismo género o de la misma subfamilia, pero siempre hay ligeras variantes que los diferencian. La tonalidad "azulada" es un buen apunte para separar a este ejemplar de otros semejantes, pero este grupo también posee subespecies que pueden complicar la tarea que involucra la identificación; sin embargo, siempre se puede tener certeza de que pertenece al género Proteus u alguna subespecie de las especies existentes en dicho grupo por el ya mencionado tono azulado que recorre todo el dorso de su cuerpo, exceptuando sus alas.
Luego de la identificación esta mariposa fue liberada en otro lugar lejano a la zona en donde se colectó cuando era una oruga. Estos insectos por lo general no se alejan mucho de la zona en donde se desarrollaron, claramente saben que en dichos lugares hay una buena y segura fuente de alimentos para sus nuevas generaciones, así que las hembras pueden retornar a estos lugares a colocar nuevamente huevos. Por este motivo, se suele recomendar entre las actividades agrícolas que se cambien o varíen periódicamente los tipos de plantas que se van a cultivar (rotación), así se evita que los insectos se queden o retornen al mismo lugar a alimentarse y reproducirse, así que artrópodos como esta mariposa se verán obligados a buscar otra zona en donde encuentren todo lo necesario para sus vidas. Esta fue una de las cosas que les comenté en su momento a los productores de la zona afectada por el accionar de estos insectos sobre sus cultivos destinados a la obtención de granos, ya habían cosechado la mayoría, así que en el nuevo ciclo que iniciaran es bueno que apliquen rotación de los cultivos para disminuir la presencia de muchos de estos insectos que no son muy bienvenidos en el lugar.
Todas las imágenes presentadas en este post pertenecen al autor @abneagro. Las fotos se realizaron por medio de un teléfono Redmi 8A y se editaron con la aplicación Canva.
Algunas referencias:
Datos de interés sobre Urbanus proteus
Metamorfosis: de oruga a mariposa
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Hola amigo, las mariposas son tan bonitas e inofensivas que, cuando sobrevuelan los cultivos, parece que estén danzando, dando una sensación de paz y tranquilidad. Nunca me había pensado en este problema.
Holaa @deisip67, un gusto tenerte por mi blog. Si, las mariposas adultas no son problemáticas en la agricultura, pero durante sus fases como orugas necesitan sustraer nutrientes de las plantas y para ello emplean sus mandíbulas, así que terminan por destruir las hojas de las plantas. Muchas gracias por tu visita, un abrazo jeje.