Datos de interés sobre Heterópteros fitófagos del género Sphictyrtus

Bienvenidos nuevamente a este espacio dedicado al estudio y a la difusión de material referente al fascinante mundo de los artrópodos. Mediante la siguiente publicación se socializarán aspectos interesantes sobre un miembro de la familia de chinches conocida como Coreidae, un taxón del que ya he compartido algunos datos en entradas anteriores; sin embargo, aún queda mucho por conocer de esta particular familia del orden Hemiptera y del suborden Heteroptera.

El suborden Heteroptera el cual en la actualidad está anclado al orden Hemiptera, es uno de los grupos de insectos más reconocidos en todo el mundo por sus estilos de vida y sobre todo por su particular morfología, pues, estos artrópodos de diversos tamaños y colores cuentan con una modificación en el primer par de alas que hace que parte de estas estructuras empleadas para el vuelo estén parcialmente endurecidas en la región basal, siendo esta una característica propia de este tipo de invertebrados, debido a que los escarabajos (coleópteros) presentan un rasgo similar pero tienen toda el ala anterior completamente endurecida obteniendo de esta forma una especie de "estuche" biológico que les permite resguardar al par de alas posterior. A su vez, se estima que estos hemípteros llevan habitando el planeta más de 200 millones de años según registros fósiles que se han recopilado en diferentes partes del mundo, siendo esto un punto a tener en cuenta para destacar el éxito evolutivo de estas chinches para amoldarse a los diferentes cambios ambientales que ha atravesado el planeta a lo largo de tantos años.

El suborden Heteroptera es principalmente conocido en la agricultura por el hecho de que la gran mayoría entre sus más de 40.000 ejemplares son de hábitos fitófagos, esto quiere decir que se alimentan exclusivamente de organismos vegetales; sin embargo, más de 7.000 especies de este suborden son controladores biológicos de diferentes miembros del filo Arthropoda, por lo que no todo lo que engloba a este particular grupo de insectos es negativo para los sistemas de producción agrícolas que maneja el ser humano. Asimismo, también es importante destacar que dentro de este taxón se encuentran ejemplares que son amantes empedernidos de la sangre de mamíferos (hematófagos) entre los que se encuentra nuestra especie como posible menú, este ya es otro de los problemas en los que se relacionan algunos heterópteros al ser vectores de enfermedades que colocan en riesgo la vida del hombre.

Por otro lado, muchas veces cuando se comienzan a estudiar los heterópteros (chinches) se puede notar cierta complejidad para poder identificar a algunos de sus miembros, esto es debido a la eventual similitud que se visualiza en gran parte de estos insectos, sobre todo por las pocas diferencias fácilmente visibles que se pueden encontrar en ciertas familias. Uno de los errores más comunes es confundir a los chinches de la familia Coreidae con los pertenecientes a la familia Reduviidae, claramente son heterópteros muy semejantes pero resulta necesario observar al detalle la cabeza siendo esta más alargada en los últimos y las patas tienden a ser más alargadas en Coreidae, incluso gran parte de estos últimos chinches cuentan con modificaciones en el par de patas posterior que tienen formas de hojas, pero es algo que no lo tienen todos un ejemplo está en el ejemplar que ven en las fotos, el cual es de la familia Coreidae y no tiene modificaciones en sus patas.

Otros integrantes de este suborden son difíciles de identificar por ser morfológicamente idénticos, aspecto que se hace lógicamente más pronunciado entre miembros de una misma familia como por ejemplo en los integrantes de la familia Pentatomidae (chinches apestosos), en este caso si se necesita una observación más detallada en la coloración y en ciertas estructuras extras que pueden estar presentes en algunas especies. Se destaca que hay muchos ejemplares de Heteroptera que se pueden identificar a simple vista, pero con otros es muy recomendable apreciar las estructuras que conforman sus cuerpos con microscopios para tener una mayor aproximación hacia la especie siguiendo determinadas claves de identificación, así se puede evitar obtener datos erróneos.

Los llamados "chinches patas de hoja" (Coreidae) desempeñan un rol muy negativo dentro de los agroecosistemas debido al daño exponencial que pueden realizar sobre distintos cultivos una vez que las poblaciones de estos insectos se vuelven muy numerosas. Por ende, muchas especies han sido introducidas a las listas negras de insectos de importancia agrícola; no obstante, esta familia está compuesta por mucho más de 2.500 miembros y a pesar de que pueden llegar a considerarse plagas, estos insectos también pueden ser empleados como referencia en el tema de indicadores biológicos, ya que las poblaciones de estos invertebrados en espacios naturales pueden arrojar datos sobre el estado en el que se encuentra dicho entorno, un ejemplo puede estar en que si hay una alta población de estos heterópteros, entonces puede existir algún desequilibrio ecológico en el área, también pueden emplearse como referencia para localizar ciertas especies vegetales que se sabe que llegan a ser atacadas por los chinches. Además de esto, pueden emplearse incluso para eliminar o controlar a ciertas plantas que no se necesiten dentro de los sistemas de producción agropecuarios, pero todo esto requiere estudios previos para evitar que terminen por atacar cultivos.

Personalmente, considero que esta familia conocida como Coreidae es una de las más visualmente llamativa de todo el orden Hemiptera, ya que presenta especies de gran tamaño y tienen formas o diseños que los hacen realmente atractivos para nuestro ojo. Los colores que tienen algunos de sus miembros también resultan ser hermosos y les dan un aspecto como "artificial", con esto quiero decir que los que poseen colores metálicos se asemejan a juguetes o pequeñas esculturas de adorno. El género Sphictyrtus de esta familia alberga a ciertos ejemplares de colores metálicos y brillosos, este género se compone de unas 20 especies con mayor presencia en las regiones tropicales del continente americano, teniendo algunas de ellas tonalidades que van desde el azul al verde metálico, el ejemplar que han visualizado a lo largo de esta publicación pertenece a este género y la especie sería Sphictyrtus chrysis. Las especies de esta gran familia (Coreidae), en ciertas ocasiones pueden ser vectores de hongos fitopatógenos, aspecto que es debido a la gran movilidad que poseen los ejemplares adultos lo que les permite poder pasar de una planta a otra ya sea realizando saltos cortos o simplemente volando.

En Venezuela son muy escasos los registros completos que hay sobre las diversas especies de insectos que hay dentro de su fauna, los hemípteros forman parte de uno de estos grupos que no cuentan con buenos registros; sin embargo, la especie Sphictyrtus chrysis es una de las que se sabe que tiene como áreas de dispersión a este país y a otros países vecinos.

La morfología de este insecto resulta muy peculiar debido a los llamativos colores que posee. Generalmente, el color verde suele ser una de las tonalidades más compartidas por diversos tipos de insectos, este color es uno de los más populares entre estas formas de vida debido a que lo emplean para camuflarse entre las partes aéreas de las plantas que vistan con frecuencia o por el simple hecho de que hacen vida sobre estas; sin embargo, esta especie conocida científicamente bajo el nombre de Sphictyrtus chrysis tiene un extra en este color verde que la hace distinta, como han podido apreciar, este tono verde es muy diferente y tiende a brillar ante el impacto de la luz sobre su superficie. El primer tagma de su cuerpo (cabeza) es de un color anaranjado, este color también está presente por toda su región baja, es decir, toda la parte ventral de su cuerpo, en la cual también tiene anillos negros que dividen cada segmento. Su región torácica posterior, específicamente la placa dorsal conocida como pronoto tiene este particular verde, pero la orilla y el escutelo mantienen el tono naranja.

Sus patas o unidades de locomoción son negras y alargadas, gracias a esta longitud el insecto puede desplazarse de manera uniforme y sin problemas por distintas superficies. Las 2 áreas señaladas en la imagen y que denotan un verde algo más luminoso por acción del impacto de sol corresponden a los hemiélitros, es decir, la parte más endurecidas de sus alas anteriores y que está presente en todos los miembros del suborden Heteroptera.

Además de poseer 2 ojos compuestos de mediano tamaño, también cuentan con 2 ojos simples situados en la parte superior de la cabeza. La visión de estos hemípteros no es tan desarrollada o efectiva como suele destacarse en otros insectos, pero esto no los limita para nada y pueden terminar por destacar más que otros semejantes dentro de un determinado ecosistema terrestre, claramente pueden valerse de otros mecanismos u órganos sensoriales para ubicar algún punto en específico que necesiten para sobrevivir o para escapar de los depredadores. El vuelo de este hemíptero no es muy rápido, pero si es vital para que puedan diseminar a su especie por áreas que cuenten con buena disponibilidad de alimento, también el vuelo es muy empleado para localizar y trasladarse hasta donde se encuentre el sexo opuesto, de manera que, puedan iniciar el respectivo cortejo y de tener éxito, entonces se dará lugar al apareamiento.

Los miembros del género Sphictyrtus suelen alimentarse de plantas cítricas, por lo que arboles de limón o semejantes (Rutaceae) suelen estar en la lista, también se pueden incluir algunas plantas de la familia Malpighiaceae como las del género Malpighia como posibles fuentes de alimento de este insecto. Para alimentarse este ejemplar se vale de un alargado aparato picador-suctor denominado estilete, gracias esta pieza pueden perforar con relativa facilidad los tejidos de las plantas para poder succionar los fluidos ricos en nutrientes y aminoácidos que estos insectos posteriormente transformarán en proteínas que son esenciales para su permanencia en los ecosistemas. En este sentido, resulta muy necesario mantener un equilibrio nutricional correcto en los cultivos, ya que cuando aplicamos determinados productos de origen químico sin estudios previos, este equilibrio puede llegar a romperse, lo que hará que dichas plantas sean muy atractivas para los insectos tomando en cuenta de que estos artrópodos fitófagos son capaces de captar estos desequibrios y buscarán siempre las que les den mejor aporte nutricional.

La presencia de estos y otros insectos fitófagos sobre una planta también pueden ser un claro indicador de que dicha planta no se encuentra muy bien en lo que respecta a la nutrición, por lo que estando en condiciones desequilibradas sus probabilidades de resistir eventuales ataques de insectos son muy bajas y puede terminar con la muerte del organismo vegetal.

Generalmente, la especie Sphictyrtus chrysis constituye una plaga de bajo impacto, esto quiere decir que no es de mucha importancia en la agricultura dado que solo prolifera o realiza ataques de manera eventual; no obstante, es necesario nunca perderlas de vista para no llevarse luego una sorpresa de mal gusto al encontrar a una planta infestada tanto por adultos y ninfas (crías), sobre todo con estas últimas que son ápteras, es decir, que no cuentan con alas durante las primeras etapas de su desarrollo, esto genera que se mantengan por varias semanas sobre la planta en donde la hembra colocó los huevos y se alimenten de dicha planta de manera progresiva. Si las plantas no son muchas las ninfas pueden colectarse de manera manual para retirarlas de la planta afectada, también pueden emplearse hongos entomopatógenos para el control de estas chinches, Beauveria bassiana es un hongo que puede ser una alternativa para aminorar las poblaciones de estos insectos cuando se salen de control, además de que las esporas del hongo pueden mantenerse en la zona en donde se liberaron controlando de manera constante a este y otros tipos de insectos que son perjudiciales para las plantas. Asimismo, himenópteros del género Trichogramma son un enemigo natural de una amplia variedad de insectos, estas pequeñas avispas son parasitoides que buscan los huevos de estos insectos, al encontrarlos los parasitan aniquilando de manera progresiva al embrión y evitando el desarrollo del chinche, posteriormente de dicho huevo emergerá otra de estas avispas para reproducirse y continuar con el ciclo en otros huevos.

A pesar de la mala fama que puedan tener estos y otros chinches de la familia Coreidae, todos son muy importantes para los ecosistemas. Forman parte activa de la cadena alimenticia, ya que son la fuente de alimento de diferentes miembros del reino animal, por lo que se incluyen aves, reptiles, pequeños mamíferos y diversos artrópodos. De igual manera, muchos de estos insectos cuentan con glándulas con las que pueden producir sustancias de olores repulsivos, mismo que son empleados como herramienta para disuadir en determinados momentos a sus depredadores; sin embargo, muchos de ellos omiten estos olores y emplean al chinche con fuente de alimento. Recuerden hacer consultas con expertos si desean controlar a algún tipo de artrópodo, ya que muchas veces se emplean productos de manera innecesaria y termina siendo mucho más el mal que se genera en la zona en la que se utilicen este tipo de productos.

Todas las imágenes mostradas en esta publicación pertenecen al autor @abneagro. Las fotos fueron realizadas con un teléfono móvil Redmi 8A y fueron editadas a través de la aplicación Canva.

Referencias e información importante:

Suborden Heteroptera

Familia Coreidae

Sphictyrtus chrysis

Teoría de la trofobiosis