Competitividad reproductiva y cortejo en arañas del género Lyssomanes

about 1 year ago (Edited)

En mi blog he hablado y compartido información sobre diferentes especies de arañas con el propósito de que cualquier persona interesada pueda aprender más sobre la vida de estos enigmáticos artrópodos; sin embargo, uno de los puntos en donde menos se ha profundizado es en lo concerniente a temas reproductivos de estas formas de vida, de manera que, mediante este escrito se mostrarán algunos detalles que pude captar entre ejemplares hembras y machos de una especie del género Lyssomanes, incluyendo parte del proceso de cortejo que ocurre en estas arañas. A su vez, se destaca que sobre estos arácnidos ya he escrito una publicación hace varios meses, misma que puedes ver en este enlace, por lo que muchos detalles descritos en ese artículo serán omitidos en esta nueva entrega.

La vida de cualquier organismo en los ecosistemas naturales nunca es sencilla, todos tienen un claro objetivo que es el sobrevivir y dejar descendencia que continúe preservando la especie, esto se puede decir fácil, pero la realidad implica muchas cosas que pueden volver dicho proceso algo complejo y conducir todo a un rotundo fracaso. Las arañas como miembros activos y consolidados dentro de la red trófica, también tienen problemas que complican su propia existencia, el primero y uno de los más importantes es tolerar la presión del entorno, de manera que, deben sobrevivir a las inclemencias ambientales y pese a ser de los mejores depredadores que hay, también corren el riesgo de ser presas de otros, incluso pueden llegar a ser víctimas de otros integrantes de su propia especie. Sobre este último punto mencionado hay otro detalle que da complejidad a la vida de una araña, pues, la competencia intraespecífica siempre está presente y es una manera en la que algunos ejemplares se enfrentan a sus semejantes para alcanzar algún objetivo que tienen en común, este puede estar representado para ejercer dominio a nivel territorial, por alimento y en la mayoría de los casos se da entre machos para poder ser seleccionado por las hembras, en conclusión, solo el vencedor tendrá el derecho al apareamiento con alguna hembra presente.

Este grado de competitividad es normal en cualquier conjunto de seres vivos, pero también es algo que no siempre se puede ver e implica estar en el momento y el lugar adecuado, aunque la mayoría de estudios registrados sobre estos casos en artrópodos u otros animales se han obtenido gracias a la continua observación y seguimiento de carácter científico que se le da a un organismo por defecto, lo que implica días, semanas, meses o incluso años de observaciones directas (in situ) o indirectas (por medio de herramientas tecnológicas). Ahora, volviendo al tema que hace alusión a la competencia entre arañas de una misma especie, por lo general estos artrópodos son de vida solitaria y en muy raras ocasiones se llegan a encontrar varias en un mismo lugar, cuando esto sucede resulta muy interesante el quedarse a observar para ver lo que ocurre una vez que estos ejemplares se encuentren cara a cara, muchas veces el resultado de estos encuentros termina en la eliminación de alguno de los implicados, es decir, que el más débil o despistado se convierte en presa, pero otras veces esta aglomeración entre miembros de una misma especie se debe a otra causa, siendo esta la reproducción.

Por otro lado, hace un par de días sobre un conjunto de arbustos pude encontrarme una aglomeración inusual de arañas del género Lyssomanes, todas eran machos de la misma especie, esto fue algo que captó mi atención y me quedé observando en busca de obtener datos que pudiera documentar y, sobre todo, saber cual era la posible causa de dicho evento natural. Estas arañas se desplazaban de un lugar a otro pero sin abandonar la planta en donde estaban, otras salían de ella y al poco tiempo volvían, claramente había algo que las atraía y les causaba cierta intranquilidad, en total pude contabilizar 7 machos que se mostraban agresivos una vez que se encontraban entre sí, incluso adoptaban posturas agresivas cuando acercaba algún objeto hacia ellos, esto es algo poco habitual debido a que son miembros de una de las familias cuyos miembros son curiosos, escurridizos y muy dóciles ante nosotros, esta es la Salticidae u arañas saltarinas como solemos conocerlas vulgarmente.

En un inicio no tenía muy claro el motivo por el que estaban estos 7 machos en un mismo lugar, inclusive no lograba encontrar a ninguna hembra que pudiera catalogarla como posible responsable; sin embargo, lo único que se me ocurrió en el momento es que alguna hembra pasó por dicha planta y dejó rastros de feromonas, motivo por el que los machos se vieron atraídos y una vez que se encontraron empezaron a competir por un objetivo que estaba ausente. A su vez, otra posibilidad era la competencia por territorio, pero se me hacía muy extraño que 7 arañas compitieran por el espacio en una sola planta al mismo tiempo, además todos eran machos adultos, lo que también me llevaba a descartar de que fueran ejemplares jóvenes que se encontraban abandonando el nido, esto es más fácilmente descartable por el hecho de que ya eran arañas muy grandes y desarrolladas, mientras que el nido lo abandonan siendo muy pequeñas.

Sin alejarme mucho del lugar colecté y observé lo más que pude a algunos de estos machos, siendo 2 de ellos un poco más pequeños que los otros 5, este detalle era muy notorio debido no solo al tamaño, sino que los colores en los pequeños eran más claros y menos definidos. Como se mencionó anteriormente, todas estas arañas eran de la misma especie la cual se ubica en el género Lyssomanes y, aunque no sé con exactitud cual es la especie en sí, pienso por características y ubicación geográfica que puede ser Lyssomanes bitaeniatus, pero el problema es que para Venezuela hay registradas en la actualidad 5 especies, de estas 3 son completamente desconocidas para mi persona, otra la descarto por no compartir similitudes con estos ejemplares y la faltante es la Lyssomanes bitaeniatus que ya mencioné, esta especie si guarda mucha similitud con los ejemplares que tenía a mi vista, pero al no tener idea sobre 3 de estos 5 ejemplares que hay en el país no puedo confirmar nada. Así mismo, a medida que observaba a cada macho los devolvía a la planta en donde estaban, mi objetivo más que identificarlos era el saber la causa por la que estaban todos "combatiendo" y tratando de expulsarse entre sí.

Al cabo de unas cuantas horas decidí volver a la planta con el propósito de ver si todavía seguían estas arañas en el lugar, para este momento ya habían cambios significativos, pues, de los 7 machos iniciales el número se redujo a tan solo 3 entre los cuales se encontraba uno de los más pequeños, los otros 2 eran un poco más grandes y robustos, me llegó a sorprender que este ejemplar que se veía más débil por su tamaño continuará en la lucha; sin embargo, lo más interesante de mi regreso al área de observación fue que tras revisar nuevamente la planta de manera minuciosa pude encontrar a la responsable de esta aglomeración y competencia entre machos, como lo supuse en un inicio, la causa de esto era una hembra. Cada uno de estos 3 machos de manera periódica se encaraban por unos minutos, no combatían directamente, sino que se mantenían en posturas agresivas frente a frente, cuando uno se retiraba momentáneamente el vencedor se acercaba a la hembra buscando cortejarla, el problema era que esta los evitaba y se movía a otro lugar, luego los machos volvían a encararse entre ellos. Este proceso se repetía una y otra vez, esto me hizo suponer que los machos que ya no estaban presente se dieron por vencidos, se fueron en busca de otras hembras o quizás si lograron aparearse con esta solitaria hembra por la que todavía luchaban 3 machos.

Por otra parte, en estas fotos podemos notar lo distintos que son ambos sexos, esto es un ejemplo claro de lo que es el dimorfismo sexual que existe entre diferentes seres vivos, en muchos artrópodos las hembras son más grandes, siendo esto una característica destacable en arañas. A su vez, hay especies de arañas en donde la hembra supera 10 veces en tamaño a los machos, la diferencia puede llegar a ser tan notoria que sería como comparar el tamaño de una cucaracha con el de una hormiga, punto que a veces llega a generar creencias de que son especies distintas cuando se ven juntos, por ende, muchas veces en necesario observar ambos sexos de un mismo espécimen para poder identificar y determinar especies. Como se aprecia en las fotografías, en esta familia el tamaño nunca está muy alejado entre la hembra y el macho a diferencia de otros tipos de arañas, pero si pueden haber notorias diferencias en el color o en la modificación de ciertas estructuras de sus cuerpos, más que todo en machos.

Mencionados los aspectos inherentes a las diferencias visibles entre hembras y machos, en este segmento mostraré cuales son los detalles más destacados que tiene este macho del género Lyssomanes en comparación con una hembra de su especie. Lo primero a tener en cuenta es que el macho además de ser ligeramente más pequeño, también tiene las regiones de su cuerpo más delgadas, dando como resultado que la hembra se vea más robusta. A su vez, el cuerpo del macho tiene 3 marcas o patrones distintivos sobre su cuerpo, el primero es una línea vertical sobre su prosoma, mientras que su abdomen u opistosoma tiene 2 líneas negras a cada lado, en la hembra que estaba con estos machos dichas líneas no están presentes, incluso su color predominante (verde) es más definido y homogéneo. De igual manera, los detalles más importantes en el macho son las modificaciones estructurales, pues, los quelíceros que tiene su rostro son muy alargados y de un color rojizo (ver imagen), mientras que los pedipalpos tienen un área cercano a la punta más engrosado, esto les da un aspecto de tener guantes. En otros escritos siempre he remarcado que esta es una de las mejores formas de saber el sexo de estos artrópodos, ya que los machos siempre tienen protuberancias o bulbos en estas piezas (pedipalpos). Por último, otro detalle que no puede pasar desapercibido en los machos de esta especie es la presencia de una pieza gruesa en el tarso de su primer par de patas, esto no pude mirarlo muy de cerca, por lo que no sé si es debido a una característica gran acumulación de pubescencia o si es una modificación de dicho segmento de las patas anteriores.

Con respecto al proceso de cortejo en estos ejemplares hay interesantes datos que puedo mencionar, primeramente y para mi sorpresa, el macho más pequeño fue el último que quedó tras varias horas de confrontación con otros machos, posteriormente seguía a la hembra por diferentes lugares y cada vez que esta lo miraba el iniciaba el cortejo. Este proceso o evento consistía en el levantamiento del primer par de patas, mismo en donde tiene áreas engrosadas en los tarsos, por lo que estas protuberancias o ensanchamientos tienen su propósito y es para intentar cautivar a las hembras. En las imágenes 1, 2 y 3 se ve parte de este cortejo, estas patas las bajaba y subía muy lentamente, luego las dejaba completamente erguidas. Este proceso era repetido una y otra vez, en algunos momentos el macho se iba acercando a la hembra muy lentamente mientras continuaba con su baile hasta que lograba frotar con sus patas el cuerpo de la hembra; sin embargo, esta última se daba vuelta y huía del lugar.

En todo momento la hembra se encargó de rechazar al macho, incluso se podía notar abrumada o muy a la defensiva, por lo que evitar a este pequeño y atrevido macho era su mejor táctica. Luego de un par de horas observando y esperando que este macho lograra su cometido nunca lo logró, la hembra huyó del lugar y el macho termino por tomar otro camino, siendo muy probable que la hembra no encontró en él lo que necesitaba o, probablemente, ya se había apareado con alguno de los otros machos que estaban en un principio en el lugar.

En el mundo animal las hembras siempre van a buscar al mejor macho, generalmente esto se reduce no solo a fortaleza, sino al que tenga la mejor genética, el contar con estos detalles puede aumentar las posibilidades de ser seleccionado luego del cortejo. Las arañas machos se han caracterizado por ser algo llamativas en lo referente al buscar la aceptación de las hembras, aunque también hay especies en donde todo es muy simple; sin embargo, los miembros de esta especie que se comparte por medio de este escrito cuenta con un característico baile nupcial que, así como puede ser todo un éxito, también está la posibilidad de que no llegue a nada y se convierta en fracaso. De igual manera, hay otras especies que optan por llevar obsequios a las hembras, esto también puede ser un engaño por parte del macho para que la hembra se distraiga y así este hábil maestro de la farsa se aprovecha del momento para fecundar a la hembra, pero si esta última se da cuenta el efecto puede ser contraproducente, llegando incluso a verlo como alimento en muy pocos casos.

Como han podido notar, el mundo de las arañas termina siendo más curioso de lo que imaginamos, a estos arácnidos podemos verlos como animales pequeños e insignificantes, pero en realidad son muy astutos para lograr sus objetivos, mismos que varían de una especie a otra, por lo que hay llamativos comportamientos que solo están presentes en algunas especies, mientras que en otras sus vidas tienen un camino reproductivo más simple.

Todas las imágenes presentadas en este post pertenecen al autor @abneagro. Las fotos fueron realizadas con un teléfono Redmi 8A y se editaron mediante la aplicación Canva.