Camponotus lindigi | Datos de interés sobre algunas hormigas carpinteras del género Camponotus

Las denominadas hormigas carpinteras son especies que suelen estar muy ligadas a los espacios antropizados, esto es debido a que muchas de ellas son de hábitos alimenticios generalistas y porque ciertas estructuras que elabora el humano les sirven como sitio perfecto para consolidar una colonia. Es por ello que en esta publicación se tocarán algunos de los aspectos más destacados que circulan entre los estilos de vida de un determinado grupo de hormigas del género Camponotus, específicamente la especie Camponotus lindigi.

A lo largo del tiempo, las hormigas han sido de los insectos que mayor predominancia han mantenido en el mundo, son formas de vida que han sabido aprovechar cada recurso de forma eficiente y esto les ha permitido a muchas especies poder colonizar de manera constante nuevos territorios. El trabajo en conjunto que mantiene una colonia de hormigas les permite superar obstáculos satisfactoriamente, aunque por lo general cada esfuerzo de este tipo implica que muchas de ellas mueran en dicha labor; sin embargo, estos insectos en su rol han demostrado que parte de garantizar el éxito de una población conlleva un sacrificio por mantener todo en correcto funcionamiento para que las generaciones de relevo puedan seguir sobreviviendo a un entorno tan hostil como lo es la naturaleza. A su vez, en temas taxonómicos las hormigas se agrupan en un taxón o familia conocida científicamente como Formicidae, esta forma parte del orden Hymenoptera que comparten con otros insectos similares como las avispas, al ver a estos hexápodos no solo se aprecia que mantienen similitudes morfológicas, sino que también un amplio número de ellos evolucionaron para conformar grupos o colonias entre sus especies con la finalidad de mitigar la presión del entorno, así pueden continuar perpetuando a su propia especie y a esto deben parte de su éxito.

Por otro lado, el comportamiento de estos insectos recibe el nombre de eusociabilidad, mismo que puede darse de diferentes formas o niveles entre un determinado conjunto de artrópodos de una misma especie, estando entre los más destacados las ya mencionadas hormigas o avispas (Hymenoptera). Ahora, son muchos los aspectos que definen este tipo de comportamiento, alguno de estos pueden ser el poder convivir con semejantes y el trabajar en conjunto para un propósito en específico; sin embargo, el grado de organización que han adquirido las hormigas puede llegar incluso a ser superior al de sus parientes lejanas (abejas o avispas), ya que hay especies que son capaces de crear diferentes tipos de obreras y cada una de ellas con un rol especial para la colonia, siendo aquí cuando se da lugar a obreras que se encargan exclusivamente del cuidado de las larvas, otras de buscar el alimento, mantenimiento del hormiguero y, con una morfología más formidable, aquellas que son llamadas soldado, las cuales son las encargadas de la defensa o el trabajo más pesado.

La vida de los miembros de la familia Formicidae (hormigas) gira entorno a la matriarca o reina, esta es la que se encarga de iniciar una colonia cavando una pequeña galería para refugiarse, en dicho lugar colocará sus primeros huevos y así nace el primer conjunto de obreras, este grupo inicial de hormigas le darán los cuidados necesarios a la reina para que continue colocando huevos de forma segura, además de garantizarle una correcta nutrición por medio de métodos anclados a la trofalaxis, esto vendría siendo el traspaso de alimento de un individuo a otro, algo que es muy común en himenópteros y otras formas de vida. El papel que desempeña la reina es clave, ya que de ella depende que la colonia siga manteniendo números racionales para que no desaparezca, por ende, todas las obreras la defenderán interponiendo sus propias vidas si es necesario. Las hormigas generalmente viven bajo el suelo, pero hay otras especies que hacen vida en troncos o plantas de tallos leñosos, en estos hacen sus nidos y pasan gran parte de sus vidas sobre organismos vegetales.

Las hormigas que viven en los troncos de los arboles o en la madera se les llama comúnmente "carpinteras", pero esto no se debe a que se alimenten de este recurso orgánico, sino que hacen sus hormigueros dentro de ella. A su vez, uno de los grupos de estos himenópteros mejor adaptados para vivir en estas partes de origen vegetal son las hormigas del género Camponotus, mismo que resulta ser uno de los taxones de formícidos con mayor cantidad de especies y más distribuidos en el mundo, sus especies pueden encontrarse en diferentes continentes y sobre cierta diversidad de sustratos, aunque su mayor dominio poblacional lo mantienen en países tropicales. Las especies carpinteras son muy comunes en los agroecosistemas, estas pueden verse con relativa facilidad durante el día sobre las plantas y el suelo buscando alimento, también llegan a ser repudiadas en los sistemas de producción destinados a la obtención de madera, ya que las galerías que hacen en la madera perjudican su comercialización, por lo que generan pérdidas económicas en este sentido. Debido a lo anteriormente mencionado, en muchos casos este tipo de daños en la madera suele ser confundido con el de termitas, más que todo cuando se encuentran los hormigueros vacíos, ya sea por muerte de la reina o por los desplazamientos de estas hormigas a otra zona.

Una de las especies más populares de Camponotus es la C. lindigi, esta especie se caracteriza porque sus ejemplares tienen el tagmas como el tórax y abdomen negros, pero la cabeza luce un tono rojizo. Esta composición de tonalidades les da un aspecto algo curioso, el color rojo no es exclusivo de esta especie, ya que hay otras que también lo mantienen, algunos ejemplos a destacar serían la Camponotus blandus o la Camponotus rectangularis, pero la distribución o la extensión de estos colores es la que llega a diferir de una especie a otra, de manera que, mientras en una de estas especies es más dominante el rojo, en otras solo se limita a una sección de sus cuerpos, tal y como ocurre con el ejemplar de esta publicación, la Camponotus lindigi. En la última especie mencionada, se puede notar a través de las fotografías que hay dos tipos de obreras en sus colonias, las de primer tipo son más pequeñas y sus cuerpos lucen más compactos o uniformes, mientras que las obreras (2) o soldados tienen un cuerpo más grande y fuerte, incluso la cabeza es más ancha, esto les permite tener mandíbulas más poderosas. Estos son los 2 tipos de hormigas obreras que se pueden encontrar dentro de la especie Camponotus lindigi, a nivel morfológico difieren un poco, siendo esto una muestra de que están adaptadas para desempeñar diversas funciones que permitan mantener un buen funcionamiento del hormiguero.

Estas hormigas no están provistas de aguijones, por lo que sus únicos medios defensivos se limitan solo al trabajo en conjunto y a sus mandíbulas, cuando deben defender el hormiguero lo que hacen es atacar entre varias obreras al mismo objetivo, de esta forma pueden repeler al agresor y evitar su posterior ingreso al interior de sus refugios. Curiosamente, a pesar de que este tipo de hormiga (Camponotus) no cuenta con un mecanismo de defensa muy fuerte, estas suelen ser imitadas por otras formas de vida con capacidades mirmecomorfas, tales como arañas, mantis, entre otros.

En lo que respecta a su alimentación, las Camponotus lindigi no tienen un alimento predilecto, por lo que son consideradas como hormigas generalistas en este aspecto. No obstante, por lo general todo lo que necesitan lo encuentran sobre las plantas, pudiendo capturar a pequeños artrópodos, restos vegetales o cualquier otro desecho que les sirva para el alimento de las larvas o la reina. Los líquidos ricos en azúcares también pueden ser atrayentes para estas hormigas, aquí destaca el factor que las relaciona con otros insectos como hemípteros, ya que muchos de los mencionados insectos excretan parte de los fluidos que extraen de las plantas, mismo que es aprovechado por una amplia variedad de hormigas entre las que se incluyen las Camponotus. Esta relación simbiótica pude notarla entre estas hormigas con hemípteros de la familia Cicadellidae que eran los que más abundaban en la planta de colecta y, en menor medida, con ciertas colonias de áfidos.

Este tipo de interacciones biológicas entre distintos insectos es fascinante, pero dentro de los agroecosistemas tiende a ser un problema porque las hormigas se vuelven defensoras de estos hemípteros que son de mucho interés agronómico, incluso llegan a transportar a las ninfas de áfidos a nuevas plantas, convirtiendo un problema menor en uno de mayores proporciones. En la fotografía se observa a un grupo de estas hormigas atacando a una moribunda araña de la familia Lycosidae, en muchas ocasiones pueden buscar alimento por el suelo que esté más próximo a sus hormigueros.

Los ojos compuestos con los que cuentan estas hormigas no difieren mucho del resto de miembros de Formicidae, pues, son órganos visuales muy pequeños que indican que su visión es muy limitada. Las hormigas en general no cuentan con una buena capacidad visual debido a que están adaptadas para vivir en lugares estrechos y oscuros, por lo que se valen más de otros sentidos para poder desempeñar sus labores, incluso, se podría decir que estos insectos son algo fotosensibles, ya que si ingresa luz al hormiguero todas las que se encuentren dentro se estresan o se alteran. Asimismo, las hormigas cuando están en su refugio se aglomeran en ciertos puntos del hormiguero, principalmente en la zona en donde está la reina, de esa forma se sienten protegidas y disminuyen el estrés, también es importante hacer mención de que los hormigueros a nivel interno no son muy grandes como se suele pensar, pero a medida que los números de la colonia aumentan si pueden agrandarlo más.

Por otro lado, sobre el cuerpo de estos insectos se puede apreciar una elevada cantidad de pubescencia blanquecina, cada uno de estos "pelos erguidos" está compuesto por quitina y su principal función es de uso sensorial, siendo esta una de las herramientas con las que cuenta su cuerpo para captar diversas señales de su entorno, aunque el principal en este sentido son las antenas. Estos pelos se denominan setas y por su composición suelen ser mucho más duros que nuestro cabello por mencionar un ejemplo, esto también puede servirles para mantener alejados de su exoesqueleto a ciertos microorganismos que se adhieran, de esa forma al momento de acicalarse pueden retirarlos con mayor facilidad. A su vez, el desplazamiento de este tipo de hormigas es rápido, por lo que pueden verse ejemplares solitarios ya sea por una planta o por el suelo a una excelente velocidad; sin embargo, cuando se encuentran en pequeños grupos el ritmo es más lento, esto es más que todo porque la que va a la cabeza es la que determina el ritmo del desplazamiento.

Generalmente, las hormigas Camponotus lindigi salen de manera solitaria del hormiguero para buscar alimento, una vez que localizan una fuente vuelven para buscar a otras obreras, para no perder el camino van dejando rastros químicos y solo les resta seguirlo para retornar a los objetivos; no obstante, en algunas ocasiones una de estas obreras puede perder el rastro, esto hace que de forma desesperada intente incorporarse y, al no lograrlo, el rastro químico errático que dejó puede ser captado por otras obreras, quedando estas también desorientadas. Esto no suele ser algo grave, ya que por lo general poco a poco vuelven a retornar al camino correcto, pero hay casos en que determinados grupos de hormigas entran en un bucle siguiendo rastros químicos equivocados hasta que mueren por exceso de fatiga.

Por otro lado, muchas especies de este género conocido como Camponotus pueden llegar a ser difíciles de identificar, esto se da más que todo porque es un taxón muy amplio, teniendo un estimado de más de 14.000 especies. Varios grupos de estas hormigas son muy parecidas entre sí, a todo esto se le añade que hay especies que cuentan con subespecies, un ejemplo destacado de esto es la especie Camponotus rectangularis, misma que cuenta con unas 5 subespecies o variantes, dificultándose la identificación de ejemplares en algunos casos.

Este tipo de himenóptero no supone ningún problema para la salud humana, la problemática que rodea a este insecto yace en la relación que establece con otros insectos que si son plagas o por los posibles daños que en determinados momentos puede realizar en los tallos leñosos de arboles que vayan a ser empleados para la obtención de madera. Más allá de todo esto, estos himenópteros son de un valor incalculable para lo ecosistemas, ya que de manera constante ayudan a la limpieza o degradación de materia orgánica, también pueden realizar pequeñas labores en el control de pequeños artrópodos y forman parte activa de la cadena trófica, por tal motivo se sugiere que los controles poblacionales se realicen solo cuando sea necesario y que no se haga de forma descontrolada.

Toda las imágenes compartidas en este post pertenecen al autor @abneagro. Las fotos fueron realizadas con un teléfono móvil Redmi 8A y se editaron con la aplicación Canva.

Algunas referencias e información importante:

Dr. Gale Ridge. Hormigas carpinteras.

Género Camponotus

Trofalaxis

Familia Formicidae

Himenópteros y la eusociabilidad